El arte de un dorado amanecer Hyunlix

V

Daire salió de aquella grande mansión para adentrarse en su auto e ir a ver a Daniel.

–Contesta porfavor.

La madre de Felix pedía que Daniel contestara la llamada. Estaba comenzando a ponerse ansiosa, también había empezado a morderse las uñas por los nervios que estaba causando la situación en ella.

–¿Qué quieres Daire?

–¿Estás ocupado? Necesito verte, es por lo que pasó hace diez años.

–¿Y que puedes saber tu de eso? Desde la última vez no he vuelto a regresar al lugar.

–Se trata sobre Felix, creo saber algo, puede existir una cura para ti.

–Mierda, ven rápido a mi oficina, trata de ser discreta porfavor.

Daire colgó la llamada y encendió su auto para dirigirse a la empresa de Daniel.

Cuando llegó trato de ser lo menos llamativa, pues al igual que Daniel era una reconocida empresaria.

Entro a la oficina del contrario para dejar un beso sobre los labios de este.

Kim Daire y Min Daniel eran pareja hace veinte años, incluso cuando nació Felix aún seguían viéndose en lugares que solo ellos conocían, pues la prensa podía seguirlos y destruir todo y lo peor de todo es que Jhonatan sabía de aquello.

–Habla.

–Instale un micrófono y también una cámara en la oficina de Jhonatan, Minho fue a verlo para darle noticias sobre mi hijo, y ocurrió que simplemente paso lo que contigo también hace diez años.

–Tu hijo.

Daniel pronuncio aquellas palabras con una risa de por medio.

–Deja de pensar en eso imbécil, y mejor piensa en que esto podría ser la solución a tu problema.

Daniel se levantó de la silla en la que antes se encontraba sentado para poder hablar mejor.

–¿Y por qué crees que está vez seria diferente Daire? ¿Por qué es tu hijo quien llegó allá y no yo? Realmente no se que tiene que ver el cambio de persona.

Volvió a sentarse en aquella silla incómoda que tanto odiaba y que habría dejado hace años si pudiera.

–Deja de ser tan estúpido por favor. Tu sabes el porque sería diferente, Felix es diferente, y no lo digo por qué sufra de epilepsia, Daniel, empiezo a creer que lo que hicimos fue un error, debimos haber dejado a...

–Ni siquiera te atrevas a nombrarla. Por su culpa estoy muriendo, Daire.

Daniel le mostró su brazo el cual se encontraba de unas tonalidades azules debido a las venas, y tambien observaba que se estaba pudriendo.



–Min, esas ojeras que hay en tu rostro empiezan a preocuparme ¿Por qué no vas a descansar? Yo me quedare aquí a buscar más información.

Jisung dijo con un bostezo, no hacía falta recalcar que todos ahí no habían dormido lo suficiente bien para poder encontrar a Felix.

–Lo se Sung, pero también me preocupas, has estado aquí desde hace tres días y solo regresas a tu casa para que tus padres no sientan preocupación por ti. Sé que todos estamos de la misma manera por Lix.

–Solo hay que dormir unas dos horas, al menos para recuperar fuerzas, porfavor.

Jisung le pidió a Minho que fueran a descansar almenos un corto tiempo, le preocupaba el estado de su novio, tampoco había comido bien, por lo mismo su figura podía notarse más delgada de lo normal.