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El blanco color de las paredes en la habitación comenzaba a aumentar su estrés, quería salir del lugar lo antes posible, su paciencia no era mucha de todas formas.

-Quiero irme de aqui-Hyunjin dijo mirando a Felix y este solo sonrió.

-No te desesperes, de todas formas es por tu bien, el doctor Kim dirá cuando será recomendable darte de alta.

-No tengo paciencia para todo esto, me estresa realmente-Hyunjin colocó su antebrazo sobre sus ojos bloqueando la luz de la habitación pues aún así tanta iluminación comenzaba a molestarle.

-Hyunjin ¿Cómo puedes decir eso? Literalmente eran las cinco de la mañana mientras ocurría el amanecer, posiblemente tenías bastante sueño, y para el cuadro que pintaste contaste cada una de mis pecas-Felix inclino la cabeza hacia un costado y soltó una risa por lo graciosa e irónica que le parecía la situación.

-Lucias tan precioso esa mañana, cincuenta y siete pecas, aunque debo decir que siempre luces bello, pero esa vez Lix, dios mío santo, fue como si de repente mis ojos hubieran notado todas las perfecciones que tienes, para mí fue como si todo el arte que yo ví antes fuera una simpleza a tu lado-Hyunjin explico quitando su antebrazo de su rostro y miro a Felix con tanto amor y admiración.

-Eres realmente un artista, cariño, me encantaria ver tu arte y escuchar tus palabras por el resto de mi vida, pero una cosa más ¿Te das cuenta de la paciencia que tienes?

-Contigo tendría toda la paciencia del mundo, Lix, no es nada complicado para mí.

-Bien joven príncipe, pues entonces ahora espera-Felix comenzó a reír por la graciosa expresión que había hecho Hyunjin de haberse molestado, todo era broma, por supuesto.

-Eso no es justo Lix, dije que contigo, no en este horrible lugar, la comida es fea aparte-Hyunjin hizo una expresión de disgusto por el sabor de los alimentos que le daban.

-En eso estoy de acuerdo, le hace falta sal, pero bueno, tenía algo que preguntarte, o más bien tengo.

-¿Qué es?-Hyunjin se acomodo mejor en la cama quedando sentando para poder escuchar y hablar mejor con Felix.

-¿Qué sucedió con tu padres? Hari y Hansel, de igual forma ¿Cómo y por qué llegaste aquí?-Felix pregunto queriendo saber pues aún tenía la duda sobre aquello, era tan extraño para el.

Hyunjin bajo la mirada y sintió un odio profundo cuando recordó el cerezo en llamas y aquel precioso mural que había pintado para el amor de su vida, hecho trizas y una combinación de colores que solo demostraban lo que en algún momento fue.

-¿Hyunjin? ¿Qué sucedió?-Felix colocó una mano sobre el hombro de Hyunjin y frunció el seño algo preocupado por la respuesta que el mayor podría darle.

-¿Recuerdas el cerezo en llamas?

-Si...

-Pues era cierto que Hassani había mandado las tropas y todo quedó destruido, el cerezo, parte de la flora y la fauna del reino y también... El mural, está totalmente roto, Felix, no quedo nada más que los colores con los que le di vida a aquella pintura.

Felix sintió furia y también tristeza, el maravilloso mural que su novio habia pintado con tanto esfuerzo y dedicación había sido aniquilado por un hombre totalmente egoísta y sin corazón.

-Yo no entiendo el porque ¿Qué necesidad tiene Hassani de arruinarle la vida a las personas?

-Simplemente es una persona que no vale la pena ni siquiera conocer, pero ellos están bien, cuando te fuiste, mamá me dió aquel instrumento para que pudieras regresar a casa y vamos, ellos solos fundaron el reino más estable que puede existir en aquel lugar, pueden ser capaces de luchar por lo que construyeron y más.

El arte de un dorado                                 amanecer Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora