XIV

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El viento era terriblemente fuerte, el frío incluso llegaba a congelar su cara, la ira lo estaba consumiendo vivo y no le importaba si creaba un desastre.

Ya habían hecho de el uno.

Jhonatan se había sentido roto por dentro, desde hace muchos años atrás, sentia un nudo en su garganta que no iba a desaparecer con facilidad, sus ojos llorosos nublaban su vista y empezaba a dejar de sentir su piernas por la rapidez con la que caminaba.

Jamas creyó que unas simples palabras escritas sobre papel desgastado fueran a lastimarlo de una manera tan horrible.

Llegó a la empresa de Daire y tuvo que contenerse para no romper las puertas de cristal que daban entrada a la oficina de quién alguna vez creyó amar.

-Quiero una explicación ¿Qué es esto Daire?

Los ojos de Jhonatan demostraban rabia y en su mano el papel era apretado con una increíble fuerza que incluso podía notarse como temblaba por la ansiedad.

Daire se levantó de su silla bastante confundía ante la expresión de su ex marido.

-¿Qué es que?

-La maldita carta, Daire ¿Puedes explicarme que es? No, no es una pregunta, es una orden.

Daire dirigió su vista a el papel que Jhonatan llevaba con el y simplemente soltó una risa en forma de burla.

-Ah, eso.

-Es increíble que algo como esto pueda causarte gracia, dime una vez, una sola vez en la que te haya hecho sentir inferior o despreciable solo para que hicieras algo así.

-Pues ya lo sabes ¿No? Dime ¿Que caso tiene soltar un par de lágrimas baratas ahora?

-¡¿Hasta cuándo?! ¿Hasta cuándo ibas a decirme que Felix no es mi hijo?

Daire lo miraba sin ninguna expresión en su rostro, aquella situación no removía ni una pizca de alguna emoción en ella.

Tristeza, irá, decepción o incluso remordimiento.

Nada.

-Solo dime hasta cuando.

-Hasta que por tu propia cuenta te enteraras.

Jhonatan solo pudo sentir el como una lágrima resbalaba por su mejilla.

-¿Felix tan solo es tu hijo?

-Lo es, pero no tuyo.

Levantó la vista que hace solo unos momentos había bajado y miro a Daire con una expresión que no sería fácil de descifrar.

-Daniel...

-En aquel viaje, el embarazo, Daniel estuvo todo el tiempo a mi lado, conmigo... Mis padres no iban a permitirnos estar juntos, a pesar de que Felix es su hijo.

-No.

-Jhonatan.

El mencionando tiro todas las cosas de aquel escritorio al suelo por la rabia que se había apoderado de el.

-No lo es ¡Jamás va a serlo! Todos los años que cuide de el no fueron en vano y creme que no lo digo por qué sea tiempo desperdiciado, fueron los mejores momentos, es la persona más importante en mi vida, y daría aquella por el.

-Basta.

-Pero no puede serlo, esto tiene que ser una equivocacion, jamás creí que tendría que hacer esto, pero te lo ruego, dime la verdad, solo estas diciendo esto para molestarme ¿Cierto? Dime qué si, porfavor.

-¿Por qué gastaría mi tiempo haciéndote pasar molestias?

Jhonatan simplemente se canso y recargo su espalda en una de las paredes del lugar.

El arte de un dorado                                 amanecer Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora