VI

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—¡¿Qué es esto Félix?!

Aquel niño rubio de diez años había pintado en las paredes de la casa un dibujo de sus padres y el, tomados de la mano y siendo felices.

Creyó que su madre se pondría contenta y lo felicitaría, pero realmente solo recibió un regaño y ahora estaba llorando descontroladamente.

Talvez no fue que haya rayado en las paredes, si no el significado de aquellos rayones.

Aprendió a vivir con culpa a pesar de que nunca la tuvo.

-Felix ¿Estás bien?

-¿Eh?

-Te estaba contando algo y estabas mirando a la nada ¿Te encuentras bien?

-Si... Es solo que estaba recordando algunas cosas, pero estoy bien, no te preocupes ¿Qué me estabas contando?

Hyunjin y Felix se encontraban bajo el cerezo platicando, o almenos eso hacian antes de que el pecoso recordara algunos momentos y haya perdido el hilo de todo lo que el mayor le estaba contando.

-No quiero ser entrometido ¿Pero si sabes que cuando me dices que no me preocupe lo voy a hacer el doble?

-Llevo una semana aquí y ya te estas preocupado por mi—Felix soltó una risa bastante corta.

-No es el tiempo Felix, es la persona.

-¿A qué te refieres?

-A que la gente no debería fijarse en los segundos, minutos, meses o años que a pasado con aquella persona, si no los momentos que a vivido con el o ella. Por ejemplo, no te sirven los tantos años de amistad que has tenido con esa persona si se ha tomado la mayor parte del tiempo a criticarte o a humillarte.

-Tus metáforas son demasiado lindas.

-Es que soy poeta ¿No lo sabías?

-No, he fallado como amigo ¿Que harás con este pobre campesino que cometió un error?

-Debería encerrarte en el calabozo de este reino, has cometido un crimen demasiado grande, y además, tú belleza es un peligro para el mundo, podrías conquistarlo y poner a todos bajo tus pies.

El joven rubio solo pudo sonreír haciendo que incluso su cara llegará a doler por lo feliz que se encontraba.

-¿Esa es otra de tus metáforas cierto?

-Asi es, las escribiré en el libro...

-Espera un momento¿Tienes un libro lleno de metáforas?

-Ah si, en realidad lo hago por qué aveces me aburro y bueno no hace falta recalcar que amo la poesía.

-Eso es muy bello, Hyunjin ¿Algún día podré verlo?

-Claro, una día de estos te lo enseñare.

-Bien, aunque me siento un poco mal al respecto sabes...

-¿Por qué?

-Bueno pues tú me has mostrado algunas cosas o platicado sobre lo que te gusta, pero yo no, empiezo a pensar que talvez crees que soy alguien insípido o aburrido—Felix dijo comenzando a rascarse la nuca por el nerviosismo de la situación.

-Definitivamente no creo eso, cuentame.

-¿Qué?

-No eres alguien vacío o aburrido, tienes mucho que contar y mostrar, el problema es que a la gente le hace falta observar y escuchar.

-Bien, entonces te contaré, amo escuchar música, me gusta sacar fotografías, ya sabes, capturar el momento, también me gusta leer y me encantan los fuegos artificiales, son un recuerdo muy valioso ya que siempre los observó con mis padres.

El arte de un dorado                                 amanecer Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora