XVIII

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Las heridas que una mentira pueden causar en el corazón de alguien llegan a ser totalmente catastróficas, el remolino de emociones que una persona puede llegar a sentir en aquel momento lleno de sufrimiento y desgarrador puro, es lamentable por el simple dolor que se encuentra dentro del alma.

El mundo de Minho y Felix se había venido abajo en cuestión de segundos, su realidad se vio afectada por las noticias que se les habían presentado, ciertos hechos fueron un total descubrimiento que para su fortuna no era agradable.

-¿No eres mi madre entonces? Pero dime ¿Yo tuve la culpa de aquello? Yo jamás habría tendió las intenciones de quitarle un bebé a una madre, y tú lo sabes-Felix dijo con una voz quebrada y con un rostro triste que era imposible de ocultar por dichos sucesos.

-No, jamás lo habrías hecho y lo se, pero a tu madre no le importo eso, prefirió entregarlo a otras personas importando le muy poco el dolor que eso podría causarme-Daire aún sosteniendo el arma que llevaba en manos, bajo un poco esta y tomo su cabello con frustración, revolviendo aquel, ocasionando que quedará hecho un desastre.

El labio de Félix comenzó a temblar y muchas cosas en su cabeza empezaron a desbloquearse, caminos hacia la verdad que le había sido ocultada toda su vida.

"Tiene las pecas de la princesa Nelie, joven"

-Ella...

-¿Nelie habría hecho un gran trabajo cuidándote, no es así? Porsupuesto, quien mejor para cuidar a su hijo que su propia madre. Pero ahora, puedo llevarme a Minho, ahora que todos saben la verdad, podré llevarme a mi niño.

Daire se acercó a Minho haciendo que este negara con la cabeza repetidas veces, lleno de miedo y temor, sentimientos que nacían de solo pensar que podrían alejarlo de sus padres.

Elizabeth se colocó frente a Minho en una señal de protección hacia su hijo, podría no serlo de sangre, pero hizo una promesa, y no dejaría que nadie le hiciera daño, ni siquiera su verdadera madre.

-Hazte a un lado Elizabeth-Daire comenzaba a molestarse de nuevo, la barrera para encontrar la felicidad estaba justo en frente suyo.

-No voy a dejar que le hagas daño, Nadia, todo menos eso-La voz de Elizabeth demostraba seguridad y confianza, aunque no podía negar que le aterraba la situación, había estado esperando y preparándose para este momento toda su vida, es solo que aún no podía creer que fuera la misma muchacha asustadiza de veinte años por dentro y por el exterior fuera una persona segura de si misma.

-Siempre fiel a Nelie, Elizabeth ¿Aún recuerdas cuando convulsionaba? Siempre sabías que hacer en esas situaciones, un aplauso a la heroína que puede perfectamente conseguir lo que desee, la mayoría de las veces eran su salvación ¿Cierto? Tu y Hari.

Hyunjin al escuchar el nombre de su madre supo perfectamente que efectivamente Nelie era una de sus amigas, por ello, supo perfectamente lo que tenía que hacer cuando Felix comenzó a convulsionar.

-Tu madre logro ser una excelente reina ¿No es así Hyunjin? De todas aquellas, de mi hermana y de Elizabeth, tu madre siempre fue a quien más confianza le tuve, a ella acudía en esos días de total dolor, tu madre siempre fue testigo de mis lágrimas, incluso Hansel, también, creo que fueron un gran apoyo durante tanto tiempo, pero dime, también sabía de esto ¿No es así? Todo el maldito mundo lo sabía, exepto yo.

-No se de que está hablando, le aseguro que si mi madre hubiera sabido de esto y era cómplice de aquellos era por el simple hecho de que estaba haciendo un bien, ella jamás lastimaría a alguien y si usted la conoce muy bien debe saber que es verdad-Hyunjin dijo muy seguro de su mismo y también con cien por ciento de confianza en su madre, si tuviera que confiar en alguien por siempre y en todo momento sería en ella.

El arte de un dorado                                 amanecer Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora