22-6-2023

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Por la mañana me levanté como casi todo el mundo, y me fui a desayunar con mis amigos, más tarde le pregunté a Luis si podría acompañarme al circo para ver al chico, y me dijo que sí. Qué alivio, pensé.

Cuando llegué a casa sobre la una Sandra y Pilar se enteraron de lo que le pregunté a Luis, ya que se lo dije cuando ellas se fueron, porque Luis me acompañó a mi casa.

Ellas se enfadaron, yo les dije que lo sentía mucho y que no se lo dije a ellas porque me daría más vergüenza al ver al chico.

Pero ya te digo yo que es mentira, no se lo dije porque ellas a cada chico que me gusta se vuelven muy pesadas, y cuando digo MUY pesadas es que lo son de verdad. Aunque a ver, tampoco es que me guste porque no lo conozco ni nada...

A mí claramente no me gustó que se enfadaran conmigo y más por una tontería. Es que no tiene sentido, pero bueno. Yo me puse un poco mal y me agobié, porque yo soy una persona muy sensible, pero a la vez muy fuerte. Y se lo dije a mi madre, y ella me contestó que es normal que se enfaden por tonterías ya que están en la edad del pavo, yo soy una persona un poco madura y comprendo las cosas, por eso las cosas no me afectan tanto como deberían.

Después fui a quitar el huevo del sol ya que antes de haberme ido lo dejé en el balcón, pero eso es lo de menos. Mi perrita Lilo (el nombre es sacado de la película de Lilo y Stitch) casi tira la caja en la que está metida el huevo. Pero menos mal que la cogí a tiempo.

A la hora de comer fui a comer a la casa de los abuelos, que siempre que nos sentamos en la mesa para comer, mi abuela suelta uno de sus comentarios.

- ¿Cómo vas con el novio?

Aún seguía un poco preocupada por lo de esta noche y por lo de mis amigas. Más tarde sobre las 5 fui a mi casa y no sabéis a quién vi. No, ojalá hubiera sido el chico del circo solo. Vi a Pilar y Sandra CON el chico del circo. OSEA ¿QUÉ, POR QUÉ?

Yo no sabía qué hacer, si irme por otro lado, saludarlas, o pasar de ellas. Pero como el otro camino para ir a mi casa estaba un poco más lejos y no me apetecía andar tanto fui por donde estaban ellas. Cuando pasé por enfrente de ellas me miraron con mala cara y luego se rieron, el chico puso una cara de como si yo estuviera loca. Y yo ya pensé que algo le habrían dicho ellas. Me puse un poco nerviosa y cuando llegué a casa empecé a llorar. Después entró mamá que me escuchó llorando, me tranquilizó un poco como siempre hace, es estupenda. Y me dijo que me preparara para más tarde sobre las 8:30, ya que vienen a comer unos amigos suyos. Yo le dije que iría al circo con Luis, claramente no le dije la razón por la que quería ir. Y ella me dijo que no pasaba nada y que yo podía ir. Pero que no iría sola ya que se vendría conmigo el hijo de sus amigos que tenía 18 años. Yo le dije que no, (porque iba a ver al chico del circo) pero ella insistió y al final accedí.

Sobre las 6 fui al parque a esperar a Luis, pero justo cuando llegué me hizo una llamada diciéndome que no podría ir ya que tiene visita. Yo me puse triste, y al final no supe si ir o no al circo, pero al final fui a comprar dos entradas para el circo ya que no quería quedarme encerrada en mi casa con sus amigos, ya que no los conozco de nada. Aunque sería más incómodo irme a solas con el hijo de los amigos de mis padres, pero bueno, con tal de salir de casa...

Al volver a casa unos chicos (eran 3) me miraron de arriba a abajo, yo me puse nerviosa ya que no sabía si me iban a hacer algo. Caminé más rápido sin que pareciera que estaba corriendo de ellos, pero ellos me estaban siguiendo por detrás. Yo caminé y caminé hasta entrar en un pequeño bar que había por allí. Mi casa estaba a unos 3 o 4 minutos de ahí. Pero no supe si era buena idea meterme dentro, ya que se podrían quedar esperando fuera o alguno meterse dentro. Al entrar en el bar me senté en una silla, y una chica me pidió nota, yo no iba a pedir nada, pero le dije que, si me ponía unas patatas, mientras que iba a por ellas miré a ver si me sobraba más dinero de lo del circo, y me quedaban unos 4 euros. Cuando me puso las patatas en la mesa le pedí la cuenta, y antes de salir del bar miré por todos lados a ver si todavía seguían esos chicos, y gracias a Dios no estaban.

El chico del circoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora