No contaré lo que hice por la mañana porque no hice absolutamente nada, nada más que charlar con Gabriel por Instagram. Estuve unos minutos viendo lo que tenía en su perfil, buah está buenísimo.
Gabriel me pasó la ubicación de su casa y yo le comenté a Marina sobre la fiesta, a ver si venía conmigo y ella accedió. Sobre las 8 Marina vino a mi casa para ayudarme a elegir que ponernos, ya que le dije que le dejaría algo de ropa. Nos estuvimos haciendo fotos y las subí a mi Instagram, recibimos muchos corazones. Antes de bajar escuché unas voces que venían de la puerta principal de la casa, era mi madre hablando con gente. Marina y yo bajamos por las escaleras y madre mía, Gabriel y Alex estaban ahí abajo esperándonos de sorpresa. Estaban guapísimos, se me escapó una risa nerviosa, cuando terminé de bajar las escaleras les saludé con un abrazo, le dije a Alex que me tendría que explicar lo que pasó ayer. Marina y los chicos se presentaron. Gabriel con su pelo rubio, sus ojos azules y su sonrisa, y Alex con su pelo castaño precioso y sus ojos marrones, los dos me sacaban ese lado romántico.
Llegamos a la casa de Gabriel, era todo precioso, enorme y hasta tenía piscina.
- ¿Cómo es que trabajas en el circo teniendo este casoplón? - Le pregunté a Gabi.
-Es por tradición.
- Pues me quedo a vivir aquí. - Le dije mirando la casa alucinada.
Gabriel y Alex se fueron juntos a saludar a amigos, y Marina y yo nos quedamos sentadas esperando a Paul.
Se nos acercaron un grupo de canis, y se nos quedaron mirando, eran tres chicos, se sentaron con nosotras. Iban demasiado borrachos.
Cani 1: ¿Qué hacéis sentadas?
Cani 2: Veniros a pasarlo bien con nosotros.
Cani 3: Venga guapas. ¡Que no pare la fiesta!
Emy: Que no, que no.
Marina: Dejarnos en paz.
Los canis nos cogieron del brazo y nos levantaron de los asientos. Gabriel al ver esto corrió hacía nosotras y les quitó las manos de nuestros brazos.
Gabriel: ¿Qué hacéis tíos?
Cani 1: Estar con nuestras chicas, ¿no lo ves?
Emy: Qué dices tú flipado.
Cani 1: Eh, a mi no me hables así.
Gabriel: Lo que vais a ver vosotros son las estrellas. Iros de aquí ahora mismo o la cosa se va a poner fea.
Cani 2: ¿A sí?
¿?: ¡Mirar gente, que hay pelea!
Se miraron desafiantes y Gabriel al aguantar tanto la ira empezó una pelea. Se pegaron entre ellos durante minutos, la gente miraba y empezaba a sacar los móviles para grabarlo, otros seguían bailando, otros gritaban y aplaudían como si lo que estuvieran viendo fuera un torneo... Por eso no me gustan las fiestas, la gente se pone salvaje como si fueran los más importantes de este planeta. Al fin llegó Paul y se quedó alucinado.
-Madre mía, mejor no pregunto el porqué de la pelea. - Dijo Paul flipando.
-Mejor no. - Contesté.
Al fin pararon, Gabriel "ganó" y les dijo:
- ¡Y no entréis más a mi casa, ni toquéis lo que es mío! - Gritó Gabi.
¿Se referiría a mí? Nunca había visto una pelea en persona, fue de lo más horrible que se puede ver.
De repente entraron Sandra y Pilar, pero no iban solas, venían con el grupo de los matones. La fiesta cada vez iba empeorando más y acabábamos de llegar. Le dije a Gabriel que entráramos para dentro de su casa para que le curara la herida, y fuimos a su habitación. Tenía la cara llena de sangre por algunos golpes que le dieron, pero no hay nada que no se pueda curar con un poco de vetadine. Estuvimos hablando de lo que sucedió y él me lo decía con ira:
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El chico del circo
RomanceEmy una chica de 17 años, escribe en su diario todas las aventuras o tragedias que le pasan y se las cuenta a su yo del futuro. Es una chica madura que no entiende a los demás. Conoce a mucha gente, especialmente en el circo a Gabriel que será un...