San Valentín

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Era el día de San Valentín, un día festivo, y Maou estaba aburridísimo: no había nadie en la Fortaleza Demoníaca; Ashiya había salido con Rika; Lucifer había salido con Suzuno; y él estaba allí, tristemente, arreglando los papeles de su casera. Maou había pedido permiso para instalar un aparato de aire acondicionado en su fortaleza, ya que el verano se acercaba pronto, y Ashiya sugirió comprar dicha maquinaria ahora, ya que sería más barato en invierno.

De todos modos, Maou estaba casi terminando cuando oyó el timbre de la puerta. Se levantó para abrir y se encontró con Emi. Parecía un poco decaída, pero Maou no se atrevió a preguntar por eso.

— Hey. Por casualidad, ¿sabes dónde está Bell? He intentado llamar a su puerta, pero no contesta –. Preguntó Emi, señalando la puerta que había junto al apartamento de Maou.

— Oh, ella y Lucifer salieron a por un helado... creo... —. Dijo él. – ... Espera ¿No te aviso?

Maou vio que la cara de Emi decaía aún más después de que él mencionara que habían salido a comer a algún sitio.

— Hmm... de acuerdo.–

Emi se quedó mirando el móvil y, tras medio minuto parada.— ...Eh... Emi...– llamó Maou.

Parecía que pensaba esperar a que volviera Suzuno.

— ¿Qué pasa, se me ha olvidado algo?.– Emi se detuvo y se volvió hacia él.

— No-uhm... ¿Hay algo que quieras hacerme saber? –. él sólo la estaba controlando.

— Nada que te importe. Déjame en paz –. Emi se sentó en hoscamente en las escaleras mirando la calle.

Maou notó que no actuaba como de costumbre. — No te quedas así a menos que haya algo que te moleste –.

— Eh... Si tan bien lo sabes todo, entonces cállate y déjame en paz. – replicó Emi mirándole fijamente.

Maou se irritó un poco y caminó hacia ella.

— Estoy planeando salir a comprar comida, después de todo Ashiya ha salido con Suzuki Rika a por su móvil y Suzuno no vuelve hasta las nueve de la noche.– Dijo mientras se acercaba. — ¿Quieres acompañarme? –.

— ...¿Qué? –. Preguntó Emi mientras levantaba la vista, sin entender a qué venía aquella repentina invitación.

— Oye, sólo te lo pedí porque no quiero que ninguno de mis Generales Demonio esté tan fuera de espíritu.– trató de explicar.

Pero Emi se levantó de todos modos y empezó a bajar las escaleras.

— Bien, yo también necesito coger algunas cosas.– Dijo sin mirar atrás.

Maou se dio cuenta de que algo no iba bien, ya que ni siquiera protestó cuando la llamaron Gran general Demonio.

Mientras caminaban hacia la tienda de comestibles, Maou no dejaba de echar miradas a Emi. Llevaba suspirando desde que salieron de la Fortaleza Demoníaca y a Maou se le estaba acabando la paciencia.

— Deja de hacer eso, ¿quieres? –.

— Si tienes algo en mente, dímelo –.

— ... –.

— *Suspiro* No voy a burlarme de ti, ¿de acuerdo? –.

— No es algo que me gustaría compartir con un chico y definitivamente no contigo. Te burlarás de mí de todos modos –. Respondió Emi finalmente.

— No lo haré, te lo prometo. Ahora, ¿podrías contármelo, por favor? –.

— Si te hace sentir mejor, piensa en mí como Suzuno. –.

MaouEmi One-Shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora