📝ERRORES Y PLANIFICACIONES📝

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Mini-maratón 1/3

Luke.

Es jueves por la tarde y Emma y yo íbamos hacia volley.

Bueno, técnicamente, la estaba llevando a clase de volley.

Se había vuelto una costumbre entre nosotros y no me molestaba para nada.

Ella iba cantando a mi lado una de sus canciones favoritas. Una lenta, la que conozco como Traitor, de Olivia Rodrigo. Me había comentado algo de que sacaba un nuevo álbum y estaba muy emocionada. Sonreí al verla meterse en el papel de chica adolescente triste porque su novio la ha dejado. Me pilló mirándola, y devolví la vista al frente todavía con la sonrisa en la cara.

En un rato llegamos al pabellón. Aparqué, nos bajamos del coche, y empezamos a caminar hacia la pista. Allí estaban Kyra y Jeremy. Me fui con este último y Emma con Kyra.

—Tío, lo estás consiguiendo—me dice mientras me da unas palmaditas en el hombro.

No entendí a que se refería hasta que señaló a Emma con la cabeza. Sonreí.

—Bueno...tengo mis encantos.

—¿Se puede saber cuales son? Porque a ella la puedes llevar y traer perfectamente pero, yo te pido un mínimo favor y ya te estás quejando.

—Primero: no tienes un buen gusto musical...

—No hay nada de malo en Anuel AA.

—...Segundo: eres un pesado y un vago...

—Yo no soy ninguna de esas cosas.

—...Y tercero: no estoy enamorado de ti, así que te jodes.

Pone los ojos en blanco.

—Voy a por las pelotas ¿vale?

—Es curioso que cuando te digo que eres un vago vas a por las pelotas. Nunca lo haces.

Enrojece un poco.

—Em...bueno, hoy estoy de humor, ¿vale?

—De acuerdo—levanto mis manos, como rindiéndome.

En un rato empezaron a llegar los demás. Nos pusimos a correr y calentamos un poco. Lo de siempre. Armamos la red y hablamos con Mario sobre los partidos de la temporada. Son pocos, pero a todos nos gusta más entrenar que competir.

—Poneros en las parejas de siempre—nos indica.

Básicamente, son estas: Annie y Kyra, Jack y Jeremy y Emma y yo.

Bueno...pero Emma y yo porque los demás siempre corrían como si nos quisieran dejar solos a posta.

No te quejes porque te encanta.

No me quejo.

—¿Que tal te fue el examen de educación física?—pregunté y le pegué a la pelota.

—Bueeeeeno...—le golpea ella—mejor de lo que esperaba. Tuvimos que competir contra los de cuarto jugando a balón prisionero para aprobar.

Miradas CruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora