Happening Again🥀TaBarcode

ʚ🌺ɞ Capitulo 23.

Barcode despertó cuando un rayito de sol que entraba por la ventana le dió justo en la cara. Cerró los ojos rápidamente y después los abrió lentamente para acostumbrarse a la luz.

Se dió la vuelta lentamente para encontrarse con su alfa durmiendo tranquilamente. Así, con los ojos cerrados y la respiración calmada, Barcode pudo apreciarlo mucho mejor. Las pestañas tupidas y los labios solo un poco separados. Su cuerpo subía y bajaba gracias a las respiraciones que tomaba. Había una escasa barba, que lo hacía lucir bien. Su cabello estaba disparado en diferentes direcciones, pero de alguna manera, Ta siempre lograba verse bien. Hasta cuando dormía.

Pasó la yema de su dedo índice por la nariz recta de Ta, lo pasó por las cejas, por los pómulos marcados del alfa y luego por sus labios. Se detuvo ahí, sintiendo el aliento que salía de la boca de Ta chocar contra su dedo. Presionó solo un poco.

-¿Qué haces? -la voz ronca y profunda del alfa lo exalto un poco.

-Nada- Su yema siguió recorriendo el pecho desnudo del alfa. Decidió parar en las clavículas.

-Mhm ¿Despertaste hace mucho? -abrió sus ojos. El intenso color de sus ojos, recorrió a Barcode lentamente.

-No tanto- Se encogió de hombros. Bajando la mirada, sintiéndose apenado bajo la mirada intensa del alfa, sin saber por qué.

-¿Dormiste bien?- pregunto, llevando su nariz a los rizos del omega, llenándose de su aroma. Sonrió cuando se percató de su propio aroma en el omega.

-Mejor de lo que recuerdo haber dormido los últimos años- Le dió un besito en el pecho al alfa.

-Me llena de felicidad escuchar eso.

Se quedaron unos minutos en silencio, solo escuchando su propia respiración. Sin que fuera necesario decir algo más.

-¿Quieres darte un baño?, Me gustaría -respiro profundamente- me gustaría llevarte a un sitio.

-¿A cuál? -inquirió en un susurro, sin querer romper la burbuja de paz que había entre los dos.

-Es sorpresa, omega- Barcode bufó pero no insistió más.

Sin embargo, ninguno de los dos apartó las sábanas para pararse e ir a bañarse.

La noche anterior seguía rondando en la cabeza de Barcode

—Así me llamaba Bible —La voz de Barcode cortó el tan cómodo silencio que se había instalado en la habitación.

-¿Quién?

-Bible Sumettikul

-¿Tuviste algo con ese tipo? -sintió a Ta ponerse tenso a un lado de él.

-Supongo.

-¿Hace...hace cuánto?

-Diez años... -el solo recordar algo de esa relación le hacía tener un sabor amargo en su boca.

-Diez a... ese tipo es mayor que tú por más de cinco años ¿Qué edad tenías? ¿Quince, dieciséis?

-Lo conocí cuando tenía quince, pero comencé a tener algo con él cuando cumplí los dieciséis.

Ta se había quedado callado, sin decir nada. Pero Barcode podía sentir sus emociones como en carne propia, sentía odio y repulsión.

-Él tenía...por la luna- Ta se acomodo mejor en la cama, sentándose, pero sin separarse tanto de Barcode.

El menor temía que ahora lo viera de diferente forma. Por mucho tiempo, Barcode sintió asco y odio por sí mismo. Y ahora Ta estaba ahí sentado, sin decir nada, que comenzaba a temer que ahora ese alfa al que quería mucho, sintiera eso que él mismo sintió por sí mismo hace tanto tiempo.

-Eras un crío, Barcode — Dijo después de unos tres minutos de silencio.

-Lo sé...-dijo bajito.

-¿Qué te hizo? -pregunto en un susurro, mirando directamente a Barcode a los ojos.

El rizado sintió sus ojos llenarse de lágrimas y una molesta sensación instalarse en su garganta y pecho.

—Él...

-Olvidalo, no tienes que decírmelo - Ta negó.

Pero Barcode sentía que sí. Jamás, además de a su psicólogo, se lo había dicho.

-Supongo que en ese tiempo no lo veía de esa forma- se sorprendió de que su voz no saliera entrecortada- pero, es decir, accedí a tener relaciones con él pero, jugó tanto con mi mente que, ahora que lo recuerdo, no era eso lo que quería.

-Se aprovechó de ti...

-Siempre le dije que sí a todo — Las lágrimas corrían por sus mejillas.

-Tenías dieciséis, Barcode. ¿Qué más te hizo?

-Además de los traumas psicológicos, supongo que nada.

Ta lo atrajo a su pecho para abrazarlo. Barcode dejó salir todo lo que en su pecho guardó durante años. Su cuerpo temblaba y lloraba sin parar.

-M-me lo encontré justo a-ayer en el, en el parque -inhalo profundo -y tú me llamaste como él lo hacía y me dijo así...ayer, él se, se atrevió a vol-volver a llamarse a-así.

Ta sentía una impotencia en su pecho. De solo pensar a ese alfa horrible tocando y haciendo de sus maneras a Barcode, dañándolo, le hacía hervir la sangre. Tener a Barcode como lo tenía ahora, llorando refugiado en su pecho, era la peor experiencia que recordaba en su vida.

-Lo siento, cariño, no tenía idea, no volveré a decirte así ¿Bien? -Barcode asintió— Y me aseguraré de que ese poco alfa se vuelva a acercar a ti. Te lo prometo, por mi vida.

Barcode asintió, dejando de llorar de a poco.

Ta inconscientemente dejó salir su aroma para calmarlo, su alfa gruñía de desesperación por hacer algo para ayudar al omega.

Sin darse cuenta, tuvo a Barcode durmiendo en su pecho en diez minutos. Ta no pudo volver a dormir.

Se aseguraría de que ese hombre deseara jamás haber conocido a Barcode, que deseara jamás haber conocido a Ta.

Y trataría de cuidar a Barcode. No, no trataría, cuidaría de Barcode. Se aseguraría de que el menor supiera lo que es que te quieran de verdad, que te traten bien. Le daría todo, todo lo que está en sus manos.

Le dió un beso en la cabellera del rizado, y cerró los ojos, sin embargo, no pudo conciliar el sueño.

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