Park Jimin era un hermoso omega y excelente bailarín que recién se había graduado de la facultad de artes escénicas. Como ya era conocido como uno de los mejores bailarines de Corea, rápidamente consiguió un trabajo como profesor en una academia muy...
JiMin veía impactado como se referían a él en las publicaciones y mensajes que recibía durante su semana de descanso.
La mayoría de comentarios lo tachaban de rompehogares, metido, el amante...
Aunque también la mayoría de insultos iban para YoonGi, pues al ser el supuesto alfa de la omega más respetada del lugar, obviamente todos le iban a caer encima.
No sabía cómo haría para ir a trabajar después de que lo quemaran así de feo en las redes.
Parecía que el chisme también les llegó a sus papás, porque recibió una llamada de ellos muy preocupados por él.
Obviamente JiMin les dijo que había sido un malentendido y que no había pasado nada, cuando claramente después de eso YoonGi le había mandado mensaje por otra red social, era un mensaje con su número...
Lo agregó y comenzaron a hablar por mensajes de texto, sin darse cuenta de que cada día creaban una conexión única.
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Cuando al fin se terminó la semana, JiMin decidió ir a la academia a enfrentar todo, además era su trabajo, no podía dejarlo así como así.
Cuando llegó todas las miradas se posaron en él, se podía escuchar claramente que todos los alumnos estaban susurrando y lo criticaban.
Le dolió, pero decidió dejarlo pasar pues sabía cómo era la gente, con nada la tienes contenta.
Rápidamente llegó a su salón y dejó sus cosas, como aún quedaban varios minutos para empezar se sentó en su escritorio para tomar aire, pues se había sentido muy presionado al tener la atención de todos.
Sintió el aroma del alfa cerca así que supuso que iba a dejar a su omega, como siempre lo hacía.
Cerró sus ojos para mantenerse tranquilo mientras el alfa entraba, pero lo que no esperaba era que sentiría unos brazos rodear su cintura y un beso húmedo en su cuello.
JiMin se alertó y abrió los ojos rápidamente, volteandose para quedar frente a frente con YoonGi, quien no había quitado en ningún momento las manos de su cintura.
—¿Qué haces aquí?
—Vine a verte, perdón por ese beso, fue algo impulsivo —al darse cuenta de dónde estaban sus manos las quitó rápidamente —. Perdón si te incomodé, mi lobo reacciona así de repente.
—N-no te preocupes, solo... Creo que deberíamos de dejar esto aquí.
—¿Por qué? ¿Qué pasó? —YoonGi estaba confundido, ¿Qué había hecho mal? Según el todo iba bien.
—¿Como que qué pasó? ¿Qué no has abierto instagram últimamente? O mejor dicho, ¿qué no has visto cómo nos miran todos aquí? —dijo muy enojado, sorprendiendo al alfa ¿Acaso vivía abajo de una piedra o qué?
—Dios, no sé de qué me hablas... —Se confundió aun más, ¿Por qué el omega estaba tan enojado?
—Agradezco la ayuda que me diste, pero tratemos de estar alejados, solamente vas a crearme problemas. Vete con tu verdadera omega.
JiMin bajó del escritorio y el alfa salió, dolido por las palabras del omega.
Apenas iba a comenzar la clase cuando llegó SunHee, al parecer muy enojada.
—Park, necesito que recojas tus cosas, a partir de hoy ya no trabajas aquí.
—¿Qué? —Pensó que sería para decirle algo de sus clases, o pedirle alguna guardia en el descanso, no pensó que fuera tan grave.
—Ya no te quiero aquí, me estas dando muchos problemas, ¿No viste el escándalo en el que estás metido? Media academia te odia por haberte metido con el alfa de mi hija, no quiero que sigas aquí creando polémica y distrayendo a mis estudiantes. Guarda tus cosas y vete ahora. —Salió y cerró la puerta, al salir le decía a los estudiantes que no tendrían clase ese día.
JiMin guardó sus cosas mientras lágrimas rebeldes caían por sus mejillas, no pensó que esa polémica le afectaría tanto en su vida.
YoonGi lo veía por los grandes ventanales del salón y se sentía mal, quería consolarlo, darle muchos besos y abrazos hasta hacer desaparecer esas lágrimas y cambiarlas por una gran sonrisa, quería hacerlo feliz.
El omega salió de la academia ignorando a toda la gente que murmuraba y lo señalaba, solo quería llegar a su casa y refugiarse en sus sábanas mientras lloraba.
Recordó cuando tenía mal día en la primaria y llegaba a su casa, el aroma de sus padres siempre lo relajaba y lo hacía sentir bien.
Pero ellos no estaban con él.
Tomó un taxi rápidamente para ir a su casa, hasta el conductor iba abrumado por el abundante aroma a tristeza que desprendía el omega.
Cuando llegó se encontró a sus mejores amigos ahí, quienes lo esperaban felices para hablarle de una gran noticia que los tenía muy emocionados.
Pero esa emoción se fue cuando vieron las lágrimas de JiMin salir sin parar, rápidamente lo abrazaron y lo llevaron hacía la sala.
—M-me quedé sin trabajo y sin alfa. —dijo Jimin aún llorando en el hombro de JungKook.
—Jiminie, ¿Y si nos vamos de nuevo a Busan? Sería por unos días, pero te hace falta. No te está haciendo bien la ciudad. —Sugirió Taehyung.
—Por favor, necesito irme de aquí ahora. No soporto tanto.
JiMin siguió llorando hasta quedarse completamente dormido, ignorando las miles de llamadas que tenía del alfa.
Mientras tanto YoonGi seguía muy preocupado, su lobo le pedía que fuera a ayudarlo, a consolarlo, podía sentir su tristeza y su desesperación.
Pero no pudo hacer más que esperar a que contestara.
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Este está cortito, no se preocupen no termina mal, solo es una pizca de drama para darle saborcito a la historia.
