Atrapada

690 129 59
                                    

Pov: Im Nayeon.

De forma abrupta mi corazón dejó de latir con la normalidad de siempre siendo acompañado por la fuerza en la que mis pulmones decidieron estrujarse obstruyendo de esa forma el flujo aéreo. A pesar de que la situación me asustó, era consciente de que todas estas reacciones se debidas netamente por la información que mis oídos estaban siendo capaces de captar: no podía aceptarlo, debía tratarse de un error. De forma impulsiva tragué saliva mientras que presionaba mi espalda contra la puerta sintiendo la falta de equilibrio por parte de la perdida de fuerza proveniente de mis piernas. Me sentía genuinamente abrumada ante lo que estaba sucediendo, gran parte de mi simplemente quería huir para no seguir escuchando: tenía la tonta creencia que, si no oía, entonces no sería real, pero no fui capaz de moverme aun cuando mis pensamientos no dejaban de gritarme que lo hiciese. Realmente necesitaba seguir escuchando como mi esposa continuaba hablando con el mensajero del Rey, aceptando sin más, aquella absurda orden brindada por el mismísimo Emperador, sin siquiera cuestión lo que evidentemente estaba mal. Esto... no puede ser real, pensé sintiendo como mis ojos comenzaban a arder ante el repentino deseo de romperme a llorar, no es verdad... no está sucediendo esto... no a ella, y no podía aceptar el hecho de que la estaban enviando directamente a su muerte. De forma impulsiva me llevé mis manos contra mi rostro, no lo permitiré, no la dejaré marcharse, pensé mientras que alejaba mi espalda de la madera para comenzar a caminar directamente al despacho de mi esposa.

A pesar de que era consciente que Mina jamás sería capaz de pedirlo, decidí hacer algo para impedir su salida del Ducado, si debía ser necesario rebuscaría entre los recuerdos de mi vida pasada algún suceso lo suficientemente importante que la obligue a permanecer a mi lado, aun si eso no fuese su deseo. Simplemente no había manera de que aceptara el volver a perderla. Aun cuando no fue genuinamente mi intención, no pude evitar el comenzar a correr a través de los fríos pasillos del Gran Ducado, sintiendo las mejillas hirviendo ante las involuntarias lágrimas de impotencia que resbalaban sobre mi piel, como si fuesen un viviente recordatorio que nuevamente, no sería capaz de salvarla.

Aun cuando la probabilidad era baja, haría todo lo necesario para mantenerla con vida.

Al llegar a mi destino, de un solo movimiento me abrí paso en el interior del despacho de mi esposa observando como este se encontraba complemente ordenado. Con cierta agilidad caminé en su interior yendo directamente a la zona donde se encontraba el escritorio notando la pila de papeles que estaban sobre la mesa en espera de ser revisados. ¿Dónde lo habrá guardado?, me cuestioné al mismo tiempo en que me dirigía hacia los cajones comenzando a abrir uno por uno con la intención de encontrar el contrato que habíamos creado para la unión de nuestro matrimonio. ¿Dónde lo escondiste?, me pregunté siendo más que consciente que Mina no era la clase de persona que dejaría algo tan importante escondido en cualquier lugar. Si lo modifico... si logro conseguir algo más de tiempo entonces ella no morirá... no la volveré a perder, y eso era lo único en lo que yo podía pensar, lo único que podía mantener en mi mente, ese era mi objetivo: lograr que en esta vida ella se quede a mi lado.

—¿Qué estás haciendo?

Escuchar aquella repentina voz femenina proveniente desde la entrada me hizo dar un brinco en mi sitio. Sorprendida giré mi rostro observando desde mi posición como la joven Santa se encontraba de pie, en el umbral de la puerta con sus brazos completamente cruzados bajo sus pechos mientras que esas orbes marrones veían con interés lo que mis manos estaban haciendo, como si quisiese comprender el por qué estaba rebuscando en el despacho de mi mujer.

—Nada—mentí con evidente descaro mientras que, de forma impulsiva cerraba el cajón notando como ella simplemente alzaba una de sus cejas manteniendo toda su atención en el movimiento que yo había realizado.

La Tirana del Norte [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora