『 ᴀᴍɴᴇsɪᴀ ᴄɪɢᴀʀᴇᴛᴛᴇs 』

03 | Dᴏs ᴄɪɢᴀʀʀᴏs...

〘 Pasado|...10 años atrás... 〙

El tiempo pasaba bastante lento, el profesor aún no llegaba. Había empezado en hacer garabatos en su cuaderno de notas pero ya se había aburrido.

Mientras tanto un rubio yacía caminando por los pasillos hacia el aula de la peliplateada. Hace unos minutos su amiga castaña le pregunto si esa chica era su novia, lo negó varias veces pero seguía con lo mismo. Así que decidió ir por la chica a su salón, sin darse cuenta ya había llegado.

Vio que no tenía profesor, también miro que estaba escribiendo en su cuadernillo de notas. Hasta que las miradas de ambos se cruzaron, ella lo saludo y él hizo lo mismo.

Se levantó de su asiento y se dirigió hacia él. Pudo sentir varias miradas, bueno era de esperarse su reputación porque estaba por los suelos pero la mirada que le llamó más la atención fue la del novio de ella, lo miraba con cierto rencor.

Pensándolo mejor ya no iría buscarla a su aula.

— Mel, ¿Que haces por acá? –preguntó con asombro pero también una felicidad– pensé que nos veríamos donde siempre.

— Si pero quería preguntarte si, ¿Querías acompañarme a saltarnos las dos horas que quedaban? –metió su mano en su bolsillo, empezó a buscar donde estaba la cajita de cigarrillos– No se podemos ir a comer por ahí o ver qué hacemos.

— Pero los maestros están en la junta, no sabemos si ellos vendrán a dar la clase.

— Nunca se sabe si realmente están en junta y regresarán a dar la clase Eli.

Ella lo pensó un poco, una parte tenía razón porque vendrían dejar el trabajo las dos últimas horas de clase pero por otra parte quería pasar tiempo con el rubio que estaba buscando el encendedor..

— Si, vamos –con una sonrisa gentil mientras eran mirados por los pocos de compañeros–

— Entonces ve por tu mochila, te espero afuera en la salida.

Sin más asintió, el se dio la vuelta y se retiró. Fue a guardar sus cosas que yacía en el pupitre, ya que todo está listo y se iría hasta que fue tomada del brazo.

Era su novio, no tenía buena cara. Tenía el ceño fruncido, porque ahora tenían que discutir y enfrente de los compañeros de clase.

Más con el grupo de amigos de él.

— Es enserio Elizabeth, te irás con él.

— Si, no haremos nada malo –tratando de zafarse del agarré– es solo tiempo de amigos, nada más.

— Sabes que reputación tiene él.

Esas palabras no le agradaron tanto.

— Ya hablamos sobre esto Mael, no tienes que juzgar a alguien por sus acciones –logro zafarse, no quería repetir lo mismo de siempre– Mel no es una mala persona, es una buena y con buen corazón.. puedo decir que el es más atento que tu.

Aquellas últimas palabras fueron susurradas muy bajo pensando que no serían escuchadas pero si fue oído por él. La pareja empezó a discutir de nuevo y eso era por el rubio.

Su novio no le gustaba que pasará tiempo con él, parecían más otra cosa que amigos incluso afirmó que había una posibilidad de que la amaba. Por otra parte ella afirmaba que solo era una simple amistad, no había nada de malo ser amigo de él, ¿Cierto?.

Seguían y seguían hasta que sintió un dolor insoportable en su mejilla.

El la había golpeado enfrente de todos. Los pocos alumnos que eran el grupo de amigos de él se acercaron con rapidez para tratar de calmarlos, el peliplateado le pidió disculpas muchas veces al ver lo que había hecho, las acepto pero ahora no sabía si tenerle miedo a su novio.

Sin más tomo sus cosas y se marchó al salón con rapidez. Fue a buscarlo donde habían quedado y estaba ahí sentado, esperando fumando con tranquilidad, decidió saludarlo desde lejos para que no notará su moretón.

Pero si lo notó.

— Elizabeth.

Desde que empezaron a caminar y por no ser vistos por los trabajadores de la escuela pudieron salir de ahí.

El comenzó a preguntar que le había pasado en su mejilla, su tono se estaba volviendo cada vez más serio. Verla con ese golpe sentía tanta rabia, si él se ponía así ahora sí llegara su hermano menor con uno así.

Posiblemente esa persona estaría en un hospital recuperándose.

— No ha pasado nada Mel, simplemente golpeé con una puerta.

El rubio estaba insistiendo demasiado, sabía perfectamente que una puerta no lo haría ni mucho menos en una mejilla y la joven solo siguió con la misma respuesta.

— Si me dices, dejaré de fumar....

Eso sería imposible pero tampoco quería quitarle lo que ya para el joven era como un tranquilizante.

— Mañana habrá una fiesta, ¿Quieres ir?.

De nuevo había cambiado el tema. ¿Por qué?, ¿Por qué no quería que supiera la persona que la había golpeado?.

Sentía tanta impotencia.

— Será divertido, te lo juro.

— Está bien –se dió por vencido, jamás le dirá quién fue el responsable– ¿A qué hora será?

Divisó una mirada tan feliz, sintió como era abrazado por la chica. Una parte de él se alegraba mucho pero otra le decía que realmente algo andaba mal en esa relación que ella o que él era el causante del problema.