Capítulo 20:

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Ainara's point of view:

El día de ayer fue perfecto, pero sigo pensando en lo mal que lo debe de estar pasando Álvaro. Perder a un ser querido no es fácil, y menos a alguien que quieres tanto que es tu novia. Dímelo a mi. Todavía recuerdo esas imágenes que tengo guardadas eternamente en la cabeza de mi abuela llorando al morir mi tía. Me acuerdo que tuve que ir a Madrid porque ella era de allí. Todo era tristeza en el tanatorio, no se, era tan distinto a cualquier lugar en el que hubiese estado... Recuerdo que a la mañana siguiente, al ir al cementerio para el entierro, nos perdimos y llegamos tarde. Nunca podré olvidar cuando vi a mi abuela salir del coche llorando e ir para allá. Yo no podía más, estaba apunto de llorar y me fui a perderme por allí. Creo que esto nunca se lo he contado a Dani, pero tampoco es que me apeteciese, no es una cosa bonita de contar. Espero que esté dormido y no se de cuenta de que llevo llorando un buen rato. Oh, mierda. Se ha dado cuenta.


- Ainara ¿porqué lloras? - me dice con voz de dormido


- Nada, pensando en Laura me he acordado de mi tía que bue... - No llego a terminar la frase, las lágrimas me invaden por completo. Hacía mucho que no lloraba tanto.

Dani me abraza y por primera vez en mucho tiempo recuerdo los abrazos que me daba mi tía y vuelvo a estallar en pedazos.

Dani sigue sin soltarme, es como si el supiese perfectamente como me siento. Si lo sabe, es que deberá de haber pasado alguna vez por eso. Quiero preguntárselo, pero no me atrevo.

- ¿Te ha pasado alguna vez? - Oh, mierda. Se me ha escapado.

- ¿El qué? - Me pregunta

- Ya sabes... Perder a algún ser querido. - Le digo con voz temblorosa.

- Bueno. Tenía 7 años cuando murió mi abuelo. Me acuerdo que estaba jugando con mi hermana en casa de nuestros abuelos cuando oímos gritar a la abuela. Mi hermana fue corriendo y yo la seguí. Cuando llegamos a la habitación estaba mi abuela llorando y mi abuelo en el suelo. Yo no sabía muy bien lo que pasaba hasta que vino la ambulancia y una enfermera me lo explicó todo. 

No digo nada. Le sigo abrazando y llorando. No sabía que detrás de esa sonrisa tan bonita se podría esconder un recuerdo así. No todo en su vida parece haber sido feliz...

- Pequeñaja, ¿te apetece recordar momentos? - Me encanta cuando me llama pequeñaja.

Se perfectamente a lo que se refiere. 

- Por supuesto.

- ¿Por dónde empezamos? Ah, ya se. ¿Cómo fue tu primera cita? - Uy, que atrevido.

 - Pues bueno, yo tenía 12 años y fue con un chico rubio. Pero nada que ver con la nuestra. ¿Y tu?

- Fue una chica que se llamaba Marta en verano. Tendríamos 10 años y la llevé a tomar un helado...

Las horas pasan volando entre las risas de los recuerdos... Pero no todos los recuerdos son buenos...

-Era una tarde de verano y tendría 13 años. Estaba con unos amigos en el río cuando empezaron a chincharme pero pasaba de ellos, que eso es lo que jode. Llegó tal punto que me cogieron y me tiraron al río. Al tirarme se me quedó clavada una rama de un árbol en la espalda y tuvo que venir la ambulancia, ese día me lo hicieron pasar mal de verdad.

Dani me abraza. Siempre me ha gustado la sensación de que cuando te pase algo malo siempre vas a tener a alguien ahí para todo. Y Dani me ha ayudado a recordar esa sensación que me hizo experimentar por primera vez un chico. Como si me hubiese oído, me abraza más fuerte. 

- ¿Peli y palomitas? 

- ¿Porqué no?

Me deja escoger a mi y me apetece algo infantil con lo que seguir recordando, encuentro Frozen y no lo dudo...

- Tuve muchísima obsesión con esta película durante muchos años. - Le digo, esperando que se ría de mi.

- Normal, tenías 6 años ¿no? - Se ríe tal y como había pensado.

- Pues tenía 12... - Bajo la cabeza y se ríe aún más.

Sin pedírselo me da un beso intenso que me hace recordar uno de los primeros que me dio. Me encanta cuando le beso y de repente se me escapa una sonrisa y me besa más fuerte aún. Ponemos la película y me lo paso como una enana.

Nos quedamos dormidos en el sofá.



Dani Fernandez Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora