Estoy esposado, encerrado en una celda oscura, donde solo puedo ver el pasar de las linternas de los guardias.
Suelto un suspiro y moqueo mientras limpio mi rostro con mis hombros con algo de dificultad. No me importa morir, nunca lo ha hecho. No me importa haber sido capturado, al fin y al cabo no hice muchas acciones buenas a lo largo de mi vida pero… ¿De verdad tenía que acabar así? ¿De verdad tenían que quitarme a Liu? Mi único hermano y la persona que más he querido en toda mi vida, la persona que me acompañaba, escuchaba mis quejas y me entendía como nadie… Muerto, asesinado delante de mí de forma fría e injusta. Ni siquiera recuerdo las últimas palabras que dijo.
Tenny, oh, Tenny, ¿también tenían que arrebatármela? La primera chica por la que sentí algo de verdad pero nunca le dije por miedo a que ocurriera de nuevo… La chica a la que le parecí gracioso genuinamente y sin obsesión… Muerta, con su cuerpo destrozado como último recuerdo.
¿Y qué hay de mis amigos con los que pasaba el día y nos divertíamos? Éramos asesinos, sí, lo sé, ¿pero era necesario que nos separáramos de esta manera?
¿De verdad tuvieron que arrancármelo todo de esa forma tan… tan de repente? Supongo que así se sintieron mis víctimas, aunque no me importe. Nunca lo ha hecho.
El juicio ha sido hoy. Fue todo más rápido de lo que pensaba. Esa policía rara… Esa PCE me quiere fuera del mapa sea como sea, por eso me llevaron a un estado en el que la pena de muerte aún sea legal.
Condenado a la silla eléctrica, ¿no es irónico? Moriré sin haber podido vengar a mi hermano, a Tenny ni a mis amigos. Moriré sin haber podido hacer nada para evitarlo todo, aunque… ¿realmente pudo no haber pasado nada de esto?
—Woods —el guardia golpea con la linterna mis barrotes—, es la hora.
El policía abre la celda y me pongo de pie. Puedo distinguir a tres policías mínimo para escoltarme. Caminamos por el pasillo, escuchando cada paso que damos hasta llegar a una puerta metálica. La abren a los segundos y veo mi final, la silla.
Muevo mis pies desganados y me siento, colocan las correas, el mordedor y algo sobre mi cabeza.
—¿De verdad este es Jeff The Killer? —escucho murmurar a uno de los guardias— ¿O es un imitador?
—Es él, ¡el real! ¿Acaso no has visto su sonrisa? —contesta otro. Sus voces cada vez me parecen más lejanas. Pierdo la orientación de un momento a otro.
«Jeff, Jeff, ¡Jeff!»
«¿Zalgo?»
«No hay tiempo. ¿Cuánto te queda?»
«No mucho, están a punto de freírme. ¿Qué quieres ahora?»
«Hagamos un pacto».
«Puedes meterte tus pactos por tu culo demoníaco, y si no tienes, por alguna de tus bocas. Literalmente nos has jodido lo que quedaba de nuestra mierda de vida por tu idea de secuestrar a unos adolescentes para vengarte».
«Entonces, eso significa que no quieres volver a ver a Liu, ¿no?»
Abro mucho mis ojos y aprieto los puños, los guardias están hablando en la cabina.
«Claro que lo voy a ver, él está muerto, por tu culpa».
«Te recuerdo que yo no fui el que jaló el gatillo… Escúchame, Jeff. Hay una forma de revertir todo siempre y cuando estés dispuesto a hacerlo».
«Te escucho, cabrón».
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El otro lado (Novela Creepypasta)
Mystery / Thriller«Paz entre nosotros, guerra con el resto». Las reglas son sencillas: si te refugias con el grupo, proteges al grupo; nada de asesinarse entre los nuestros; jamás serás juzgado si dañas a alguien ajeno. Asesinos. Entidades. LEYENDAS. Todas estas cel...