Capítulo 10: Ángel Anatómico

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Inhalaba y exhalaba

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Inhalaba y exhalaba. Carraspeé y me acosté de lado. Sentí frío en mi espalda y pecho y abrí los ojos, sentándome en la cama. Miré a ambos lados y mi pistola estaba a mi lado, intenté tocar mi rostro con la yema de los dedos y tenía puesta la máscara, eso significaba que Masky había tomado el control a la fuerza.

Me levanté de la cama y pasé las manos por mi cabello, miré al suelo y mi camiseta y chaqueta estaban en el suelo arrugadas, giré mi vista a otro lado y la ropa de Lexy estaba tirada a la izquierda de la cama.

—¡¡LEXY!! —Grité y salí corriendo mientras me vestía con rapidez.

Atravesé la puerta y forcé mis piernas a ir lo más rápido posible sin importar si sufría un tirón. Cuando llegué al almacén la puerta estaba abierta, Jeff estaba dentro de la celda y el cadáver de Lexy tirado en el suelo. En el pasillo el charco de sangre seca aún era muy notable. El charco con la sangre seca de Lexy…

—Jeff, déjala ahora mismo —me aproximé con firmeza a la puerta de la celda, Jeff se giró para verme.

—Tim, ¡despertaste! Llegas en el momento adecuado, estaba a punto de devolverles a tu ex-amante. Ya que estás puedo aprovechar para preguntarte, ¿tan mal lo hacía que tuviste que matarla? ¡Ni yo he llegado a ese punto! —Jeff soltó una carcajada, cosa que no me contagió la misma sensación— ¿Sabes? Hasta Masky tiene más sentido del humor. Pero si tanto te apetece practicar necrofilia te dejo en paz —Jeff salió del almacén serio a paso ligero. Al menos sabía captar una indirecta de vez en cuando. Me acerqué al cuerpo de Lexy y la tomé en brazos.

—Intenté protegerte cuando no he podido hacerlo conmigo mismo. No has muerto en vano, te lo prometo —Susurré en su oído como si hubiese podido escucharme y me largué del lugar, ya la cerraría Toby cuando pasase por aquí.

Salí del almacén caminando a través del bosque. El aire fresco y limpio boscoso intentaba limpiar mi arrepentimiento con su aroma, aunque era en vano.

Lexy solo era una chica de las que tantas Masky había matado, no era la primera ni sería la última, siempre y cuando yo no hiciera algo.

Lexy había marcado un punto de inflexión en mí, ella llegó a creer, llegó a pensar firmemente que la protegería, no como las otras que suplicaban a Masky, lloraban o corrían por sus vidas, Lexy acudió a mí hasta el final.

Toqué la puerta de una cabaña de color roble. El proxy que vivía allí, Mistakes, miró a Lexy y me dejó pasar en absoluto silencio.

—Necesito que el cuerpo esté en buen estado, sin más heridas de las que tiene —le pedí, solo se limitó a asentir. Dejé a Lexy en una mesa de metal frío y salí de la cabaña.

Mistakes era un proxy que se encargaba de borrar toda evidencia que dejáramos los proxys en un cadáver. Era un forense australiano hasta que lo reclutamos, antes encontraba pruebas y realizaba autopsias, ahora las borraba. Lo mejor de todo es que era callado, no hacía preguntas y el trabajo era rápido. Me quité la máscara, solté un suspiro y cerré los ojos, concentrándome en disfrutar por unos momentos el aire del bosque.

El otro lado (Novela Creepypasta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora