Fuerza

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A Itachi parece importarle poco lo que pase con su cuerpo...

Pronto encontró a una curandera, no era shinobi pero sabía usar el ninjutsu para su trabajo, la llevo hasta donde se hospedan y le permitió hacer su trabajo.

—¿No sería más adecuado que se vaya?— pregunta la señora.

—Tiene que quedarse— dice Itachi. La señora entonces procede, Kisame lo primero que noto es que la señora revisaba su pecho, el ya le había informado del posible daño, pero sus ojos se desviaron entonces a su brazo, en dónde se supone que se debería ver si marca anbu, pero no la nota gracias a un vendaje que el mismo Itachi se hizo mientras el no estaba.

Sencillo pero efectivo.

—Este joven tiene más problemas que solo una costilla rota— dice la señora.

—Solo quiero que solucione lo de la costilla, no le ponga importancia a lo otro—dice Itachi.

La señora mueve su mano encima de Itachi mientras al parecer busca algo—Joven, creo que la costilla es la última de sus preocupaciones. No puedo decirle con seguridad que, pero hay una mala corriente en su red de chakra que está casi envenenando su sistema...

El mangekyo...

La señora va subiendo su mano mientras tenía los ojos cerrado buscando la fuente del posible mal, cuando ya estaba muy cerca del rostro de Itachi, Kisame se acercó y detuvo su mano.

—No puede tocar su rostro— dice Kisame. La señora lo observó confundida —Hágale caso, solo solucione los golpes mayores y lo de su costilla.

La señora no tuvo de otra que hacer lo que le pedían, después de cobrar ella se fue.

Itachi me indico que necesitaba algunas cosas suyas, entonces Kisame fue a ver sus cosas y aprovechar para dejar la cuenta de ese otro hospedaje pagada, se aseguró que no nadie note que el andaba por ahí.

Ya para la tarde Itachi se sentía mejor, Kisame habría salido a conseguir algo de comida y cuando regreso encontró a Itachi usando un ungüento que estaba en un frasquito que sabe que siempre carga, vuele bien.

Kisame deja la comida en el suelo y se sienta—No es la primera vez que veo eso...

—Es un ungüento que usaban los de mi clan, es muy bueno, ayuda a que no queden cicatrices.

Eso explica porque a pesar de ser un shinobi de años, Itachi tiene su piel muy bien cuidada, sin ni una cicatriz que podría arruinar ese lienzo.

Itachi—¿Quieres un poco?

Kisame—No tengo ni una herida.

Itachi entonces se mueve un poco para agarrar la mano de Kisame y poner el ungüento en una cicatriz que se hizo en la misión anterior. Kisame noto que el ungüento causaba gran ardor.

—¿Cómo puede aguantar esto por todo el cuerpo?

—Estoy acostumbrado, desde niño lo usaron conmigo.

—Es una tortura.

—Es cuidado, verás que esa cicatriz desaparecerá.

—Es excesivo.

—En mi clan, siempre fue importante la apariencia, en especial la de los procreadores, ser shinobi no justificaría nunca que en su piel haya marca alguna.

Kisame entiende, había escuchado varias historias de shinobis Uchiha que más que por su gran capacidad de batalla, quedaban en la mente de sus contrincantes por su belleza.

Después de eso comieron y descansaron.

Al día siguiente Kisame fue a la casa Gemo una vez más, cuando llegó encontró a varios otros señores.

Flores casi malvadas 1 - Itachi y Kisame - Naruto (Fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora