Capítulo 4- Espejo

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La lluvia había cesado, dejando tras de sí el sonido de los charcos y los escurrimientos. Nanon, solo en casa, se dispuso a terminar de limpiar la mesa después de la cena. El ambiente estaba impregnado de risas y anécdotas compartidas durante la velada. Con su aspiradora, limpió el suelo en busca de restos de comida, sacudió la mesa, trapeó y puso todas las sillas en orden. Luego, encendió un incienso para aromatizar el espacio y continuó con sus labores, limpiando la infinidad de platos de cerámica que abarrotaban la tarja de la cocina.

Con habilidad, se puso sus guantes azules con caritas felices y limpió los platos hasta dejarlos relucientes. Luego, pasó a los sartenes y, al finalizar, se permitió el placer de tomar un sorbo del vino azul que había quedado olvidado en la nevera. Mientras admiraba su hogar limpio y perfumado con el aroma del incienso, caminaba con la copa en la mano hacia el sofá blanco de la sala de estar. Sin embargo, antes de siquiera acercarse, una oleada de mareo distorsionó su visión y un zumbido pulsante en su oído lo obligó a cubrirlo con la mano y apretar los ojos.

El malestar fue pasajero, apenas unos segundos, pero la copa se le escapó de la mano. —¡Nanon!— se escuchó una voz preocupada entrar apresuradamente en la casa. Era Ohm, con una expresión angustiada al ver a su esposo sufrir aquel malestar que arrugaba su rostro.

—¿Estás bien? ¿Quieres que vayamos al hospital?— preguntó Ohm mientras sostenía a Nanon y lo llevaba hacia el sofá. —No, no, estoy bien. Fue solo un mareo. Supongo que mi cuerpo me está recordando que ya he bebido suficiente.— respondió Nanon, recuperando la compostura. —¿Estás seguro?— cuestionó Ohm, aún no del todo convencido, arrodillado frente al sofá. —Sí, descuida— asintió Nanon con la cabeza y se acomodó en el sofá. —¿Todo bien con el chico nuevo?— agregó Nanon, cambiando de tema.

Ohm se levantó y se sentó a un costado de Nanon, quien lo miraba de perfil, esperando una respuesta. Ohm frotó sus manos sobre sus muslos y miró hacia el frente. —Sí, todo salió bien— dijo con cierta tensión. Nanon dirigió su mirada hacia las camelias blancas que había colocado en un florero, las cuales ahora decoraban la sala de estar.

—Me alegra. Aunque debo confesar que tiene una energía... peculiar, ¿no crees?— cuestionó, buscando la coincidencia con su esposo. Ohm asintió con la cabeza, pero no dijo más. —No es que me haya caído mal, es solo que hay algo en él que me hace darle vueltas en la cabeza. Tal vez estoy pensando demasiado y no es nada, pero espero volver a coincidir con él algún día.— sentenció Nanon, recostándose sobre los suaves y frondosos cojines del sofá, soltando un bostezo que evidenciaba su cansancio.

Ohm, con la mirada en el suelo, la levantó y miró a su esposo, quien había encendido la pantalla de la casa y navegaba por Sandbox, el sitio de streaming. —¿Crees que las cosas resultarán con Perth, Nanon?— cuestionó Ohm con voz mediana. Nanon respondió mientras seguía navegando por el catálogo en la pantalla. —¿Por qué lo preguntas?— contestó. —No sé, solo quiero saber qué opinas de él. No quiero que te sientas inferior o algo por el estilo.— respondió Ohm entrelazando sus manos mientras observaba que su esposo leía la descripción de "Blooming", una película coreana.

—Ohm, perdón si crees que estoy siendo crítico o si crees que estoy celoso de Perth— respondió Nanon enderezándose y tomando la mano de su esposo. —No fue mi intención referirme a él como "peculiar" de forma negativa, solo sentí que era muy directo, eso es todo.— sentenció, poniendo sus manos sobre las mejillas de Ohm y dibujando una sonrisa en sus labios. Tras ver a su esposo sonreír ligeramente, Nanon se acercó a su rostro y le dio un suave y tierno beso en los labios.

—Todo está bien, ¿de acuerdo?— dijo Nanon, recibiendo el asentimiento de Ohm. La pareja se acurrucó en el sofá, con Ohm abrazando a Nanon con fuerza y disfrutando de su aroma mientras reproducían la película, y la canción "Pas de Deux" resonaba en la habitación parcialmente oscura, iluminada solo por la televisión.

Sadness (OhmNanon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora