Parte 8: Reforzó la confianza

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Un día nuevo empezaba para la pelirroja y ella no se encontraba de humor, pero aún así se animó, ya que le llegó un mensaje de sus dos mejores amigas para verse. Esto sorprendió a Boscha, ya que ellas siempre decían estar ocupadas, pero rápidamente se alistó con sus jeans negros, una musculosa blanca pegada al cuerpo y su chaqueta negra. Rápidamente salió de la casa y se dirigió donde las esperaban sus mejores amigas.

Al llegar, vio a sus dos amigas, Amelia y Cat, que la esperaban. Se dirigió hacia ellas para saludarlas y se sentaron a tomar unas chocomalteadas de pulpos.

Boscha suspiró con alivio mientras se sentaba al lado de Amelia y Cat. Habían pasado un par de días terribles en los que cualquier distracción era bienvenida. Agradecía que sus amigas hubieran logrado encontrar un espacio en sus ocupadas agendas para pasar tiempo juntas.

Chicas, ¿cómo están? -preguntó Boscha mientras tomaba un sorbo de su malteada.

Bien, gracias por preguntar -respondió Amelia-. ¿Y tú, cómo te sientes? No pareces estar en tu mejor momento.

Boscha abrió la boca para hablar, pero no encontró las palabras adecuadas. Había tenido una discusión con sus padres la noche anterior y, aunque no era algo serio, le había afectado más de lo que esperaba.

No es gran cosa, solo tuve un pequeño problema anoche -dijo finalmente.

Bueno, si necesitas hablar de eso, estamos aquí para ti -intervino Cat.

Boscha sonrió agradecida. Sabía que sus amigas eran el mejor apoyo que podía encontrar. Decidió que sería mejor dejar su problema a un lado y disfrutar del momento.

¿Qué planes tienen para hoy? -preguntó Boscha.

Pensábamos ir de compras -respondió Amelia-. Pero si prefieres otra cosa, podemos hacerlo.

Boscha negó con la cabeza. Un día de compras sonaba perfecto para distraerse. Se levantaron de la mesa y salieron del café hacia el centro comercial.

Mientras se dirigían hacia la primera tienda, Boscha no pudo evitar sentirse agradecida por tener amigas como Amelia y Cat en su vida. Precisamente lo que necesitaba era algo de distracción y risas. Podía sentir el peso de su problema salir de sus hombros conforme avanzaban por el centro comercial.

Estaba decidida a pasar un día agradable con ellas, a disfrutar de todas las cosas que le gustaban y, lo más importante, a cuidar su amistad.

El día estaría lleno de sorpresas, risas, lágrimas y muchos momentos inolvidables. 

Mientras Boscha caminaba por el centro comercial con sus amigas Amelia y Cat, su atención se desvió repentinamente hacia una figura familiar que se encontraba en un extremo. Era Willow Parck, la chica a quien siempre molestaba en el pasado. Boscha se giró rápidamente para evitar su mirada, pero Willow no parecía interesada en mirar hacia su dirección, estaba ocupada en hablar con un chico rubio que estaba a su lado. Boscha reconoció al chico como Hunter, el ex guardián dorado.

Boscha se quedó mirando a Willow y Hunter, deseando tener el valor de acercarse y disculparse. Pero en ese momento, alguien la agarró por el brazo y la sacó de su ensimismamiento. Se trataba de Viney, quien había pasado por allí y la reconoció. La miró de arriba a abajo y luego observó hacia donde estaba Willow.

No me digas que vas a molestar a Willow, -dijo Viney con un tono serio.

No, no, solo estaba observando, -respondió Boscha negando con la cabeza. Sabes que yo ya no soy una matona.

Eso espero -dijo Viney 

Boscha había cambiado desde que se dio cuenta de como todos la odiaban. Ya no era la chica intimidante que solía ser. Ahora, ella solo intentaba hacer las cosas bien. Pero aun así, no podía evitar sentirse un poco incómoda por la presencia de Willow. Después de todo, habían sido muy cruel con ella.

 Boscha no podía dejar de pensar en Willow y en cómo se sentía por lo que había ocurrido entre ellas. Sabía que tenía que hacer algo para solucionar las cosas, pero no estaba segura de cómo. De todas formas, sabía que no podía quedarse de brazos cruzados y debía encontrar una manera de arreglar las cosas con Willow.

Boscha seguía perdida en sus pensamientos mientras caminaba con Viney por los pasillos del centro comercial. No podía dejar de pensar en cómo arreglar las cosas y ser una mejor persona. De repente, alguien la empujó con fuerza contra la pared. La impactante fuerza del golpe hizo que Boscha se atragantara, y cuando levantó los ojos, lo vio a él, Hunter, con la mirada llena de ira.

-"No sé qué haces aquí", gritó, "pero si te vuelvo a ver cerca de Willow juro que te destruiré, maldita". 

 Viney intervino, poniéndose enfrente de Boscha y haciendo una bola con sus puños.

 -"Hunter, ella ha sido una mierda de persona en el pasado, pero ¿no ves que está tratando de cambiar?", le dijo.

Hunter soltó una carcajada maliciosa, y miró a Boscha con una expresión llena de desprecio.

- "Como si alguien tan repugnante como ella fuera a cambiar", dijo antes de abandonar el lugar sin despegar la vista de Boscha.

Boscha se quedó inmóvil, mirando el suelo mientras intentaba apartar los recuerdos dolorosos que le habían inundado. Viney intentó ayudarla a levantarse, pero la pelirroja estaba tan aturdida por las palabras de Hunter. Viney no sabía realmente qué decir para hacer sentir mejor a su amiga, pero se acercó a ella y le preguntó con voz suave: 

-"¿Ey, Estás bien..?, no le hagas caso a ese traumadito.

Boscha no podía contestar, así que se sentó en el suelo, cerró los ojos y trató de calmarse. Viney se sentó a su lado, comprendiendo que Boscha estaba luchando por encontrar un camino para ser mejor y que era importante apoyarla en su proceso de cambio.

Viney observaba cómo las lágrimas rodaban por el rostro de Boscha, lo cual la hizo sentir aún más segura de poder confiar en ella y de que ella estaba dispuesta a arreglar las cosas. Por eso, la abrazó, algo que sorprendió a Boscha, pero que, al mismo tiempo, la hizo sentir segura y protegida, algo que no había sentido antes. Así estuvieron abrazadas por un momento, hasta que Boscha se sintió mejor.

Viney la miró a los ojos y le preguntó. - ¿Estás mejor?.

 Boscha asintió con la cabeza y le respondió, - Sí, gracias Viney. 

Viney sonrió y le dijo. - Entonces, vamos donde tus amigas, no querrás preocuparlas.

 Boscha estuvo de acuerdo y juntas caminaron hacia donde estaban Cat y Amelia.

Al principio, las amigas de Boscha miraron con extrañeza a Viney, ya que nunca la habían visto con ella, pero en seguida se dieron cuenta de que algo no iba bien con su amiga pelirroja. Por eso, decidieron acompañarlas hacia la casa de Boscha.

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Cuando llegaron a la casa de Boscha, la joven se despidió de sus dos inseparables amigas. Lentamente cerró la puerta y, al entrar, un sentimiento de soledad la invadió de inmediato. El hogar estaba en completo silencio y el ambiente le pareció vacío y frío.

Decidió que su noche había culminado y la sensación de aburrimiento se apoderó de su ser. Se acercó a su cama y la miró, pensando que probablemente era el mejor lugar para esa noche. El cansancio había invadido su cuerpo y sentía que lo único que podía hacer era dormir para olvidar ese día triste y decepcionante.

Finalmente, su ánimo se desvaneció y decidió recostarse en la cama, cerró los ojos y fantaseó en que al día siguiente las cosas serían mucho mejores. Esperaba que al despertar sintiera esa energía y fuerza que necesita para hacer frente al mundo, pero todo parecía demasiado confuso e incierto.

Así que, con la mente nublada y los ojos cerrados, Boscha se sumergió en un profundo sueño, esperando que todo se solucionara tan fácilmente como con simplemente apagar su mente y esperar al siguiente día.

¿No lo harás por pena?   (BoschaxWillowxViney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora