¿No lo harás por pena? (BoschaxWillowxViney)

Parte 16 La Máscara de Ganadora

Los días pasaban y Boscha se notaba cada vez más enfurecida. Todo en un simple segundo se le había ido de las manos. No lograba subir sus calificaciones, extrañaba jugar Grudgby, el negocio familiar era cada vez más estricto, y tenía todo el tiempo discusiones con sus padres.

Su padre había vuelto a ser violento con ella y siempre la golpeaba mientras Boscha solo notaba que su madre miraba la escena pero no hacía nada. Boscha caía al piso, su ojo tenía un gran moretón y caía sangre de su nariz sin parar. 

-Y más te vale que sea la última vez que haces un trabajo tan decepcionante, le gritaba su padre como los últimos días.

Boscha solo observó cómo luego él se marchaba mirándola con disgusto, y su madre se acercaba con la misma toalla de siempre para limpiar sus heridas. 

-Esta vez lo hiciste enojar más, le dijo. 

-"¿Cómo puede mi propia madre decir eso y no defenderme?", pensaba Boscha mientras miraba a su madre sin ninguna expresión. 

-Intenta esforzarte más, deja de decepcionarlo.

Boscha no pudo evitarlo más y, como pudo, se levantó y la miró enojada. 

-No me vuelvas a tocar nunca más, por favor. 

La mirada de su madre quedó perpleja, llena de tristeza al escuchar eso. 

-¿De qué hablas?, preguntó confundida.

 La pelirroja solo apretaba sus manos y trataba de contener sus lágrimas. 

-¡NO TE ME VUELVAS A ACERCAR!"

Luego de dichas palabras, salió corriendo a su cuarto, donde cerró la puerta y cayó al suelo de rodillas, explotando por la ira y el dolor. Golpeaba el suelo sin parar hasta que sus nudillos se manchaban de sangre. Pasaba sus manos por su cara llena de lágrimas y levantaba la cabeza, mirando a su alrededor. 

-Yo..., murmuró mientras miraba sus fotos y premios en la pared. 

-¿Soy una ganadora? ¿O solo una perdedora?

Ella se levantaba tambaleando y se miraba en el espejo. Sus ojos estaban hinchados por las lágrimas, su ojo morado, su nariz que aún sangraba, la sangre de sus nudillos en su cara y manos, su cabello desordenado y su tercer ojo perdido. Ella tragaba saliva y se quedaba un segundo en blanco, antes de decir.

-Soy una máscara de ganadora.