La Tormenta

Capítulo 4

Me despertó el sonido del despertador. Estaba muy cansada y sin ganas de hacer nada, quería seguir durmiendo y no hacer nada, no quería ni siquiera salir de la cama, pero tenía que ir a clase y verle la cara a la idiota de Sophie.

No se que haría con ella, no quería ni dirigirle la palabra y supongo que eso sería lo que haría y en cuanto a su "advertencia"...que le den, no me va a decir que hacer o no solo porque a ella le apetezca.

Hice mi rutina, fui al baño, me vestí y bajé a la cocina donde estaba mi padre esperándome con un desayuno más abundante de lo normal a sabiendas de que tendría hambre por no haber cenado la noche anterior.

Me senté y me lo comí en silencio sin levantar la mirada del plato, no quería hablar, no estaba de humor, en cambio mi padre lo intentó igualmente.

- Emi ¿Pasa algo?- dijo intentando disimular su preocupación ligeramente.

- No ¿Por?

- No lo se... estos días has estado muy... distraída y ayer no cenaste...

Se quedó esperando a que yo le dijese algo pero al ver que no lo hacía continuó.

-¿Sabes que si pasa algo nos lo puedes decir, verdad? Tu madre y yo estamos aquí para ayudarte y se que últimamente estamos muy ocupados pero...

- No me pasa nada, ayer solo estaba cansada, nada más- le corté.

Al ver que no colaboraba no continuó insistiendo en el tema. Me acabé lo que me quedaba del desayuno, le di las gracias y puse el plato bajo el grifo. Me puse las botas y el mismo abrigo que ayer ya que hacía mucho frío, me despedí de mi padre y me fui, estaba nevando mucho, costaba ver a lo lejos pero tenía que ir a clase, hoy si que me hubiera quedado en casa.

Caminé con bastante dificultad hasta la escuela y al entrar vi a todos los niños cubiertos de nieve como yo. Nos quitamos el abrigo y me fui a clase.

Estuve muy distraída y apenas presté atención a la clase por lo tanto no me di cuenta de quien faltaba hasta el final de las clases.

Cuando sonó la campana me levanté y comencé a recoger mis libros sin a penas levantar la mirada, hasta que James llamó mi atención.

Me tocó el hombro y me preguntó.

-¿Has visto a Michael y a Thomas?

Miré por encima de su hombro y vi a Sophie mirándome con desprecio. Aun así la ignoré y me centré en James.

- No, no los he vito ¿Por?

- No han venido a clase, es raro- me dijo preocupado.

- Pues no se porqué, a lo mejor están enfermos o... no se.

- Es que, después de lo de ayer... bueno, me preocupan un poco. Michael tampoco estaba ayer y Thomas a lo mejor a ido a buscarle.

De repente se acercó Sophie y se metió en la conversación, me miró con odio antes de girarse y sonreír dulcemente a James.

-¿De que habláis?- dijo sin siquiera mirarme dándome a entender que no me lo decía a mi.

- No sabemos donde están Michael y Thomas.

- Bueno, no importa, ya aparecerán- dijo Sophie sin importarle lo mas mínimo.

Nos quedamos en silencio un rato, solo con el sonido del viento en las ventanas. No había nadie en clase ya que todos habían salido rápidamente al comedor. Ahora estábamos solos nosotros tres.

- A lo mejor podríamos ir a buscarles- dijo James mirándome.

-¿¡Al bosque!?- preguntó Sophie mirándole como si estuviera loco, que a decir verdad, con este tiempo, no era la mejor idea.