si a pedri le preguntaras cómo llegó a esta situación, le va a echar la culpa a gavi. y si no es a gavi, a leo. porque lory es un problema, y hacerle caso a esos dos en distintos momentos de su vida volvió a lory el problema de pedri.
pedri gonzalez...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CHAPTER FIVE I was at my best with you july 20th, 2022.
La invitación a un evento de Cartier le llegó en la mañana.
Pedri había estado conversando por mensaje de texto con Fer cuando recibió la notificación. Era el día después del inicio de la pretemporada, el club les dio libre por la goleada al Inter de Miami y Pedri terminó arrastrado fuera de la habitación para disfrutar de la piscina del hotel en Florida. Alguien debió pensar buena idea soltarle el control de la música y los bafles a Raphinha, así que tenían música brasileña a todo volumen desde hace tres horas.
—¿Y sí vais a ir o no? —preguntó Gavi, jugando con la pajita de la malteada que obligó a Pedri a comprarle porque se le quedó el dinero en la habitación.
—No sé, tío —dijo Pedri, en un bufido. Se encogió de hombros y miró a Gavi a través de las gafas de sol—. Sabéis que eso no es lo mío.
Nunca fue una persona a la que le gustaban los lujos, el derroche y la vida nocturna. Pedri era un tío muy simple, prefería quedarse encerrado en su casa y jugar al FIFA que asistir a algún evento, sonreír a las cámaras y beber champán caro. No era su ambiente. Si acaso iba a los que el club organizaba, y solo porque estaba obligado por contrato (o porque Gavi lo arrastraba).
—Deberíais preguntarle a Lory si va a ir —sugirió Gavi—. A él lo sponsorea Cartier, ¿no?
Eso era... en realidad era una buena idea.
Pedri no vio mucho a Lory desde ese encuentro en su apartamento hace unos días. En el partido alcanzó a darse cuenta del área en el que se encontraba, sentado junto a los Ultras con banderas de la senyera, el escudo y tambores, cantando Un Día de Partit hasta desgarrarse la garganta. De manera lógica, Pedri sabía que estaba allí por Dylan, pero eso no le impidió fantasear con que el dorsal que llevaba Lory en la camiseta era su 8, no el 34.
Había estado siguiendo (stalkeando) el canal de Twitch de Lory últimamente. Justo ayer hizo un stream para comentar sobre el inicio de pretemporada de los equipos de la Serie A, aunque él no entendió la mayor parte de lo que dijo ya que era en italiano, no español. Pedri olvidó lo mucho que le gustaba escuchar la lengua materna de Lory cuando no estaba insultándolo, un gusto adquirido durante su tiempo como roommates.
Debería ser ilegal considerar que alguien se viera tan bien hablando de fútbol, en un idioma que no conocía y a altas horas de la madrugada.
