Dia numero dos: Nauseas

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Narrador omnisciente
Los días habían transcurrido con normalidad desde que el doncel le dijo a su esposo que estaba esperando a su hijo, ya habían ido a hacerle exámenes de sangre a Leo para corroborar su estado, a lo que obviamente pasó, solo faltaba que llegara el día de la consulta con su ginecóloga para ver el estado de su futuro hijo o hija, pero eso sería en unas semanas más, solo porque la demanda de ginecólogos en este momento era muy alta, pero lo bueno es que le dieron prioridad al de Leo, uno por ser su primer hijo, y segundo por la razón mas obvia, por ser Lionel Messi.

Bueno, volviendo al presente, la dulce pareja de esposos se encontraban en la cama acostados, abrazados al otro, con sus cuerpos al descubierto, ya que la noche en Miami es súper calurosa, y segundo, porque Sergio le gustaba sentir la piel de su amado pegada a la suya, era una sensación que ni el mismo podría describir, pero que le generaba tanto placer y orgullo, porque solo el podía experimentar ese placer tocar — porque al ser futbolistas todos podían ver su cuerpo en los vestidores, o en las duchas. — esa piel lechosa y suave, que próximamente estaría más distendida por su retoño de amor.

El Kun se empezó a despertar a causa de la alarma que tenía puesta para poder ir a cocinar el desayuno de su novio embarazado. Había leído en internet que para que el embarazo no altere tanto la figura de la madre se recomienda seguir una dieta balanceada y en horarios fijos.

Así para cuando Leo deba volver a jugar — porque ya le habían notificado a la MLS que Leo tomaría su licencia por maternidad desde ya, para tener los cuidados necesarios, y no poner en riesgo a su bebé. — le sea mas fácil volver a su figura original y que su rendimiento no se vea afectado.

Pero antes, debía hacer una cosa, que era de suma importancia, darle los buenos días a su querubín.

Deja un beso en el vientre de Leo — Buenos días semillita. — Sergio había leído en internet que su bebé en esta semana estaba midiendo lo mismo que una semilla, así que junto a Leo lo llamaban semillita, y iría variando a medida que avance el embrazado. — ¿Como está todo allá adentro? ¿Te sientes cómodo en el interior de tu mama? Espero que si, en un rato más iré a preparar el desayuno de ustedes dos, así que por favor, no te enojes, por que tu sabes que si te enojas, mi Leito también se enoja y me puede dejar sin acción durante todo un mes, y si con suerte soporto una semana sin jugar con tu mami, no me imagino un mes, pero ya, mientras tanto, te dijo que, con tu mamá te estamos esperando con muchas ganas, no llevamos ni una semana desde que sabemos de tu existencia, y te haz convertido en nuestra razón número uno de vida. Sabes yo antes escuchaba a tu abuela Adriana decirle a sus amigas, que cuando un hijo llega a sus vidas como que cambia toda tu percepción de la vida. Eso yo nunca me lo termine de bancar, hasta ese día en que tú mamá, el amor de mi vida, me anunció que estabas en su interior. De verdad que yo soy capaz de dar mi vida con tal de vos seas el nene o nena más feliz de todo el mundo. Y no creas que tú mamá piensa distinto, si tú un día le pides que te lleve hasta el fin del universo, el té lleva mil veces si es que quieres. Así que nunca dudes mi amor, en que si quieres algo, no te calientes la cabeza y dinos, que nosotros te lo daremos. A menos que nos digas que quieres ser parte de la selección de Alemania, ahi ten en claro que será un rotundo no. — Ahí Sergio escuchó una pequeña risilla, que hizo levantar su vista y ver a su amado esposo despierto y con pequeñas lágrimas descendiendo de sus ojos. — ¿Cuánto rato llevas viéndome bonito? —

— Desde que empezaste a hablar con semillita. —

— Es que acaso a usted señor Messi no le dijeron que es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas. — fingiendo estar disgustado

— Y a usted no le enseñaron a modular su nivel de voz, tranquilamente toda Latinoamérica podría haber escuchado tu conversación bobo. — siguiéndole la corriente.

Nuestra Familia - Kunessi - Reto MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora