Dia numero veintiuno: Pañal

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Del comunicador empezó a sonar nuevamente un llanto — Creo que ahora toca cambiar el pañal. — dice el rosarino con tono de sueño.

— Yo voy, vos descansa. — dice Sergio mientras e pone las pantuflas con los ojos medios adormilados.

— ¿Estas seguro que podrás? Lo digo más que nada porque en la clase de maternidad vos faltaste el día en que nos enseñaron a cambiar y poner el pañal. —

— Tranquilo amor, no creo que sea tan complejo, es un simple pañal. — dice el Kun mientras sale de la habitación.

Ayy Sergio, no sabes en lo que te haz metido.

¿Como están los campeones de papá? — ambos niños se encontraban soltando pequeños sollozos. — ¿Quien de los dos necesitas un cambio de pañal? — no recibió respuesta. — Presiento que los dos porque ambos comieron hace poco rato. Muy bien Thiago empezaré contigo, por favor júrame que hiciste del uno y no del dos, porque que pena que nuestra primera actividad padre hijo sea un cambio de pañal del dos, si, suena muy vergonzoso, ¿No es así Thiaguito? — pone al bebé en el mueble de cambio. El bebé solo se ríe — Ayy pero que lindo que sos Thiago. — le deja un beso en su mejilla. — Muy bien, ¿donde habremos dejado los pañales? —

— En el primer cajón de la derecha — sonó una voz desde el intercomunicador

— ¿Estuviste escuchando toda la conversación Lionel Messi? —

— No hizo falta, tu voz es tan fuerte que la escucho desde nuestra habitación. —

— Pues muy mal hecho jovencito, no se deben escuchar las conversaciones ajenas. — dice hablando en un tono más bajo y con el comunicador cerca de su boca — Y ni creas que seguirás escuchando lo que dire, así que bye bye amor. — apaga el aparato. — Espero que ustedes muchachos no saquéis eso de su papi Leo. Ahora si, comencemos. —


Paso un rato desde que el Kun intento ponerle el pañal al menor de sus dos hijos, ¿Ustedes creen que lo logro? Correcto, no,  bueno más o menos. Mejor léanlo ustedes mismos.

Unos minutos antes

— Muy bien, comencemos. — lo dice luego de salir del baño teniendo en sus manos unos guantes de látex, y una mascarilla más un protector fácil. — Es mejor prevenir que lamentar. — hablándose a si mismo mientras se miraba en el espejo. — Muy bien, paso 1: Despega las tiras autoadhesivas del pañal sucio. Fácil. — dice mientras lee las indicaciones desde el empaque de pañales. — ¿Donde están las tiras autoadhesivas? — gira al bebé buscando las bandas. — ¡Bingo! Las encontré. Ves Thiago tienes un papá ingenioso. Paso número 2: Levanta levemente las piernas de tu bebé y retira el pañal sucio o si puedes, con el frente cubriendo las deposiciones...Ahhh ya mucha información para hacer una cosa tan simple. —

El Kun hizo caso de las instrucciones que le daba el empaque, pero no se percató de un ligero percance que se estaba dando.

— ¡Por tu madre Thiago! Tu pañal acaba de mojar el mueble, Dios mío. — tomó al niño y se dirigió al baño por los productos de limpieza, pero en un momento empezó a sentir como su camisa estaba algo húmeda. — ¡Thiago te acabas de orinar encima mío! Ahhhh, si no fuese por que sos muy niño aún en este mismo momento te mato a piñas. Ayyy por Maradona. —

Yo te de pensarán que ahí la pesadilla se acabó que todo fue más fácil para Sergio, pero lamento decirles...que no fue así.

Intento volver a ponerle el pañal al bebé, pero se dió cuenta de un mísero detalle.

— ¿Cómo carajo se pone esta cuestión? — Dice el bonaerense girando el pañal en distintas direcciones.

Y después de 1000 intentos, el bonaerense logró ponerle el pañal al primer bebé, pero se olvidó de otro pequeño detalle, un pequeño gran detalle.

— ¡POR UN DEMONIO OLVIDE LIMPIARLO! — gritando. — ¡AHHH! ¡AMOR! ¡VEN! ¡AYÚDAME! —

El pobre Sergio se encontraba tan desesperado en ese momento - y teniendo en cuenta que eran como 01 de la madrugada y no había podido pegar ojo desde hace varias horas, eso lo tenía aún peor - que no le quedó de otra que pedirle ayuda a su amado esposo.

— Ya estoy aquí amor, ¿Que necesitas? —

Sergio no dudo ni un momento y - con mucho cuidado - le pasó al bebé a sus brazos y se fue a sentar en una silla que estaba frente al cambiador de ropa

— Explícame cómo se cambia un pañal. —

Lionel utilizando todas sus fuerzas para no reírse en ese momento de la cara de consternación que tenía su esposo en ese momento.

Es que de verdad, son pocas las veces que venía tan agobiado a Sergio, con algo que según el, era algo que todos sabían hacer.

Pero ahí noto la desesperación y lo sumamente agobiado que estaba su amado.

El rosarino le fue explicando al bonaerense pasó a paso lo que tenía que hacer para poder ponerle el pañal al menor, mientras que el contrario anotaba en un cuaderno todo lo que el rosarino hacía, con el mayor nivel de detalle.

— Listo, ahora te toca a ti. —

— ¿A mi? — Leo asiente mientras le pasa a Benjamin en sus brazos.

Al principio el mayor se quedó petrificado sin saber que hacer, pero después ve a su esposo que estaba en el mismo lugar que el uso anteriormente, mirándolo con una expresión de esfuerzo transmitiéndole la paz que necesitaba para ese momento.

De ahi Sergio le empezó a cambiar al pequeño Benja que estaba más relajado que Thiago y se dejó cambiar más fácil.

— Listo, ya termine. — dice luego de ponerle el pijama al niño.

— Lo hiciste muy bien, aun que cometiste un error. —

— ¿¡Que cual!? —

Lionel se ríe ante la reacción de Sergio dejándole confundido.

— Nada, solo te estoy molestando. — ahi Agüero le tiró de forma delicada la toalla con la que se estaba secando las manos — ¡Que asco! Esta bañado en sudor. —

Ahí ambos mientras "discutían" se retiraban de la habitación de sus hijos y así de paso poder dormir, por lo menos una hora antes de que salga el sol, o sus hijos despertaran por más comida o por un cambio de pañal.

Ahí ambos mientras "discutían" se retiraban de la habitación de sus hijos y así de paso poder dormir, por lo menos una hora antes de que salga el sol, o sus hijos despertaran por más comida o por un cambio de pañal

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Este capítulo llegó justo a las 1000 palabras.

Nuestra Familia - Kunessi - Reto MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora