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Pov.Narrador/ra

Día tres del experimento fallido.

Tord ya no lo podía soportar, tener a Tom en su preciado laboratorio lleno de cosas delicadas y fácilmente rompibles era una maldita tortura.

El británico no dejaba de curiosear por todos lados, dejando caer aparatos y tubos llenos con uno que otro líquido inestable y posiblemente peligroso.

¡Era como tener a un niño pequeño!.

El noruego se estaba replanteando seriamente el sacar al contrario de su área de trabajo y dejarle sin supervision en la casa, que Edd y Matt se hicieran cargo de él. Pero no podía, podrían sospechar por el extraño comportamiento de Tom, además, este podría soltar información no querida a sus amigos metiendole así en problemas.

Un fuerte estruendo se escucho en la zona donde su preciado robot se encontraba, suspiro, intentando calmarse.

No era nada, no era nada...

Seguro solo fue alguna erramienta que dejó caer.

Por el bien de su paciencia y por el del sin ojos, Tord esperaba que aquello haya sido un simple objeto no importante que cayó por accidente.

—¡Tord!.— escucho el grito del contrario, le miro de reojo notando el nerviosismo en su expresión —¿tu sabes que te quiero mucho verdad?.

—¿que carajos hiciste?.

Se cruzo de brazos y alzó una ceja, Tom miró hacia la dirección del robot y luego regreso si mirada al noruego.

—nada...

—Tom, no me molestare, solo dime ¿que hiciste?.— trato de hablar lo más calmado que pudo, dándole confianza al británico de hablar y confesar su travesura.

—uh, si, puede que yo... le quitara un brazo al robot.

—¿que tu que...?— Tord dejo rápidamente lo que estaba haciendo y corrió hacia el área donde estaba el enorme Robot rojo.

Sus ojos no daban crédito a lo que veía, su amada pieza de metal y circuitos llena de mecanismos complicados que solo él y los mejores científicos entenderían; estaba sin un brazo y parte de la cabeza en muy mal estado.

Parpadeo varias veces, deseando que lo que miraban sus ojos eran mentira, que su robot seguía tal y como lo había dejado.

—realmente lo siento, no se como... te juro que yo no quería.— decía el británico excusándose, quería aligerar un poco la molestia que seguro el mayor estaba tratando de contener.

Suspiro, cerró sus ojos, debía... debía calmarse.

Estaba bien, estaba bien, él podría repararlo, solo... tomaría un poco más de tiempo.

Tiempo que NO tiene.

Pero no importa, podía repararlo una vez y termine con la cura para Tom... y el su rayo borra memorias... y las demás cosas que este rompió.

—es un contra tiempo.— se dijo a sí mismo para calmarse y no saltar sobre Tom y desvivirlo de aquel mundo —solo... Un enorme contratiempo que me tomará meses reparar.

Si seguía mirando a su pobre creación lloraría de la ira contenida.

Tom abrió la boca, dispuesto a pedir disculpas pero unos chirridos y cortos empezaron a escucharse salir del robot.

Ambos chicos miraron este, uno con sorpresa y el otro con terror. La cabeza de la enorme máquina se estaba desprendiendo de esta, hasta que finalmente, tras un fuerte estruendo que incluso hizo temblar el suelo, está cayó.

—eh... ¿lo siento?.

—fuera...— dijo el noruego con voz temblorosa.

—Tord...

—¡Eh dicho que te largues! ¡fuera de mi maldito laboratorio!.— Tord fulmino con la mirada al contrario, decir que estaba furioso quedaba de más —si no te vas te juro, y escucha bien Thomas, si no te vas juro que te arrepentirás por lo que te queda de tu maldita vida.

Y ahí entendió nuestro querido testigo de Jehova que la había cagado.

Sin reproche ni queja alguna, salió del lugar subiendo por el extraño elevador para luego terminar en el armario y salir rápidamente de él.

''•''•''•''•''

Tord aún no podía creer todo lo que le había pasado aquel día, ahora se encontraba tratando de detener el humo que había empezado a salir de lo que quedaba de su amado robot.

No comprendía como era que una maquina de tal calibre y que se supone estaba blindada había sido destruida por una simple persona. Era algo imposible, no tenía ninguna puta lógica...

A no ser...

Ahora que lo notaba, las partes parecían arrancadas. La pintura estaba rayada y parecía que algo le hubiera dados zarpazos.

No...

No podría ser.

Se aparto de los restos del robot que intentaba estabilizar y corrió a donde tenía la muestra de sangre de Tom, no quería creer lo que sus sospechas le decían.

Leyó nuevamente, cada componente, cada químico y alteracion que tenía el británico en su cuerpo hasta que encontró lo que temía...

''•''•''•''•''


Mientras que con Tom, este estaba en la cocina aún sintiéndose mal y sin entender muy bien lo que había pasado.

Lo único que recuerda antes de que Tord le reprochara y le sacara del laboratorio era que el miraba con curiosidad aquel robot de color rojo, luego un doloroso ardor en su vientre... después todo parece tan borroso.

Suspira y deja caer su cabeza contra la mesa de la cocina, debe encontrar una forma de que el noruego le perdone, ¿tal vez llevarle algo de comer?.

¿Tocino?...

Quizás cazar algo para él, un pájaro o... ¿por qué demonios está pensando en eso?.

El entre cerró sus cuencas con confusión, algo no estaba bien con él, lo sabía pero no entendía que.

—Tom ¿te pasa algo?.— pregunto Matt quién había ido a buscar un sándwich que dejó aquella mañana en el refri, rogaba que siguiera ahí —llevas media hora mirando la mostaza.

Tom parpadeo varias veces, para luego negar con la cabeza, se había perdido en sus pensamientos.

—no... ¿si?... no lo sé.— dice confundiendo al contrario.

—OK... bueno, tu sigue emm mirando la mostaza, yo me voy a comer a este señor.— dijo sacando su sándwich del refri pero noto que a este le faltaba más de la mitad —¡noooo! ¡mi bebé!.

El sin ojos no le presto atención a las quejas y sollozos del más alto, en su lugar, sintió aquel ardor nuevamente, este venía acompañado de un leve cosquilleo, tenía la necesidad de regresar con Tord.

Debía regresar con el noruego...


Continuará...

♡Posión de amor♡ ||TomTord||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora