Tord simplemente no daba crédito a lo que sus ojos veían, Tom, su enemigo había caído en los efectos de uno de sus experimentos más caóticos y peligrosos... Una fórmula para el amor.
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esta historia estará basada el principio de "The end"...
El de sudadera roja caminaba de un lado a otro mientras jalaba su cabello de forma desesperada.
—no no no no, esto esta mal, muy mal.— se quejaba el chico.
De todas las muestras que habían, tenía que caerle justo aquel suero inestable que ni siquiera estaba finalizado.
Tenía que encontrar una cura si o si.
Si no quería morir.
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Y ahí estaba nuevamente en el armario, tenía la vista algo borrosa pero logro oprimir el botón que le llevaria al laboratorio de Tord.
Sintió que tardo más de lo normal esa vez, cuando la puerta finalmente se abrió una mano con un color morado oscuro fue lo primero que se asomo, era grande y los dedos parecían más garras que otra cosa.
Miro a su alrededor buscando lo que tanto ansiaba, soltó un jadeo y ahogado gemido animal mientras caminaba siguiendo el aroma del noruego, era inconfundible, Tocino, también tenía algo de aceite que le fastidiaba... Luego lo arreglaría él.
Al finalmente encontrarlo frente a la pantalla de una especie de computadora gigante se acercó mientras ronroneaba, dejo liberar su aroma para llamar su atención lo cual al parecer funcionó, Tord se quedó quieto un segundo para luego voltear la mirada hacia él.
Tord tenía los ojos abiertos con gran sorpresa, Tom, el mismo Tom que hace casi media hora había hechado ahora estaba de vuelta con un aspecto... Diferente.
Sus estremidades estaban algo más largas y con una coloración morada, sus manos tenían garras y una cola se asomaba de su pantalón, igual de aquel color morado, tenía las orejas algo más puntiagudas y se asomaban dor cuernos de su cabeza, también sobresalían unos jodidos colmillos de su boca.
Retrocedió hasta pegar con el mando de comando de su laboratorio, estaba muerto... Joder, muertisimo.
—Tom j-je ¿Sigues ahí verdad?.— pregunta nervioso, mientras de reojo buscaba un botón en el mando de comando que le logrará sacar de aquella situación si se complicaba más.
Tom no respondió, solo dió varios pasos al frente mientras movía su cola de un lado a otro, su aroma era más fuerte cosa que comenzó a marear al noruego.
—Tord...— gruño ya bastante cerca tomando al noruego del brazo, este intento forcejear pero le fue imposible liberarse —mio.
—Shit.
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Ok, ciertamente esto no era lo que se esperaba, pensó que Tom le desmenbraria parte por parte para luego comérselo como la arma biológica que ahora era, pero en su lugar este estaba frotando su rostro con el de él mientras dejaba una que otra lamida en su mejilla.
Parecía un jodido cachorro más que un monstruo, una jodida mierda la verdad, no era lo que se planteaba cuando creo aquella maldita fórmula.
—dejame ir.— le ordenó con voz molesta pero Tom solo gruño ignorando le y siguiendo con lo suyo —¡Quítame tus manos de encima!.
Le gritó al sentir como su sudadera era levantada por una de las garras del más alto, este ronroneo ignorandole de nueva cuenta, Tord estaba rojo y avergonzado.
Se sentía como una de las chicas de sus mangas, intento detener a Tom pero ya era tarde, la prensa de arriba ya no estaba, el maldito de Tom se relamio los labios mostrando esa lengua ahora larga y de una coloración morada y negra.
—¿Me vas a comer?.— pregunto con nerviosismo, honestamente prefería eso a lo que parecía venir —por favor dime qué solo me vas a comer...
El sin ojos ladeo la cabeza un momento para luego bajar su cabeza hasta el pecho del noruego, olisqueo este y empezó a lamer levemente su pecho haciendo estremecer al más bajo, sus grandes manos estaban sosteniendo los brazos de Tord para que no molestaba mientras él seguía con lo suyo.
—hijo de... ¡Déjam-mmgh!.— ahogó un jadeo al sentir la lengua húmeda del contrario en uno de sus pezones, se sonrojo ante esto ¿Casi había gemido? Nononono, él no, ¡Él nunca haría algo así!.
Alzó la mirada notando la sonrisa en Tom, este tenía una expresión de sorna y satisfacción en su rostro, se acercó y siguió lamiendo desde el cuello hasta el pecho y abdomen, dejando uno que otro mordisco haciendo que Tord soltará leves quejas y gemiditos que intentaba disimular.
—mio.
Ronroneo con voz grave mientras mordía su cuello con algo de fuerza, más de la usada la última vez, el noruego no pudo evitar soltar un pequeño grito al sentir como los colmillos del británico que clavaban en su delicada piel, intento separarlo pero ya no se sentía con fuerzas dejándose hacer por Tom. Una vez este se separó soltó un suspiro de alivio, abrió con lentitud sus ojos para ver a Tom el cual seguía con su sonrisa feliz y satisfecha, parecía incluso orgulloso.
Lo mataría, realmente lo haría.
Le dispararia en su feo rostro.
—abajo.— le ordenó nuevamente, para su sorpresa Tom está vez le hizo caso, se quejo de encima de él no sin antes olfatearle y mover la cola, ahora olía a Tocino y a él, justo lo que quería —quitate de encima cabron, mira nada nas como me has dejado el cuello.— se queja, no lo veia bien pero sentía algo de baba y lo que supuso sería sangre bajando por este pues se sentía húmedo y algo pegajoso.
—mio.
Volvió a decir Tom feliz, Tord suspiro, tenía que encontrar una cura, antes de que ese animal quisiera aparearse o algo por él estilo, por como estaba y reaccionaba, parecía que eso era lo que buscaba y honestamente, las formulas y demás que le cayeron encima eran hormonas de animales y demás cosas que sabrá dios que son.
Se levantó, tomo su sudadera para luego ponérsela, tenía que darse un baño pero primero debía hacer algo para que Tom volviera a ser él y no esa versión semi monstruosa de él mismo.
Tal vez podía hacer un suero rápido o algo, solo necesitaba más sangre del sujeto de prueba, se acercó a él mientras este movía su cola de un lado a otro feliz y emocionado por la cercanía del noruego a con él.
Continuará...
Eaaaaa.
Aquí el cap, perdonen la tardanza, bloqueo de escritor, la excusa de siempre.
También me fui a estudiar para ser militar y me quitaron el teléfono.
F
Bueno, sin más que decir, su zorro homosexual se despide.
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