Celestia's School || Genshin Impact.

Domingo.

7.

Ayato:

Entonces depende de la nomenclatura. -Explicaba a la vez que resolvía aquel ejercicio de química con facilidad.-

Thoma:

Aaah... Definitivamente voy a reprobar. -Dijo rendido.- Me va bien en matemáticas... Pero por alguna razón no puedo con química.

Ayato:

No te juzgo, es complicado. -Dijo cerrando él libro, suficiente química por hoy.- Pero tranquilo, te sientas atrás mío. Tienes todo mi permiso para copiar.

Thoma:

Lo se y te lo agradezco, pero me siento mal... -Declaró decaído.- No me gusta copiar, es aprovecharse del trabajo ajeno.

Ayato:

Claro que no, te estoy ayudando. -Afirmó, tratando de subir el animo del rubio.- No es algo fácil de aprender Thoma, no es tu culpa. Además, te estas esforzando demasiado.

Thoma:

Supongo que si...

El peliazul mantuvo silencio, sabía que Thoma no dejaría de sentirse mal pese a su permiso. Optó simplemente por regalarle una pequeña sonrisa.

Ayato:

No te sientas así. -paso una mano por la cabellera rubia en modo de caricia.- Acepta la ayuda Thoma, se que no estas acostumbrado... Pero no es malo que te tiendan la mano.

Thoma:

Mmm... Solo esta vez, aceptaré. -Dijo rendido.- Pero el próximo examen yo solito.

Ayato río, Thoma solía adoptar esa postura de adulto responsable con un tono infantil. Le encantaba.

Ayato:

Esta bien, esta bien. Solo esta vez. -Rodo los ojos con una sonrisa.-

Thoma:

Trato. Bueno, ahora que terminamos con esto... -Abrió su mochila, guardando sus cosas.- ¿Vamos al cafe?

Ayato:

¿De gatitos?

Thoma:

De gatitos. -Sonrió conmovido por la pregunta del peliazul.-

Ayato:

¡Vamos entonces! -Alzó un poco la voz entusiasmado.-

Ambos jóvenes salieron de la casa directamente al café. Caminaban mientras charlaban de temas variados. Inconscientemente acercaron sus manos lentamente, sosteniéndose de sus dedos meñiques en lo que quedaba de camino. Ninguno decía nada pero parecían mas que nerviosos y felices a la vez.

Ambos entraron al café, sin percatarse de los ojos aquas y zafiros que los observaban a lo lejos.

Kaeya:

Les doy dos semanas mas.

Childe:

¿Para que?

Kaeya:

Para que se hagan novios, la tensión es mucha ¿No cres? -Pregunto con emoción y seguridad en sus palabras.-

Childe:

¿Dos semanas? -Preguntó extrañado.- ¡Ja! Yo les doy una. No creo que aguanten mucho mas.

Kaeya:

¿Apostamos? -Pregunto desafiante.- Ya sabes... Plata.

Childe:

Orale. -Lo miro de la misma forma, listo para ganar.- ¿Cuanto?

Kaeya:

50 dolares.

Childe:

60.

Kaeya:

55. Tomalo o dejalo.

Childe:

Ya, dale.

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