3. Old Money.

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Jade estaba de pie junto a un bebé prematuro al lado de Addison. Contemplando al bebé, pequeño y de bajo peso, se le rompió un poco el corazón antes de apartar la vista y volver a mirar su historial.

"¿Dónde está la madre?" preguntó Derek, que venía detrás de ellos, y Jade le tendió la historia clínica por encima del hombro.

Los dos médicos no se llevaban precisamente bien desde que Addison llegó a Seattle y Jade rezaba para que se llevaran bien sólo en este caso, por el bien del bebé y el suyo.

"Se fue. Se quedó el tiempo suficiente para dejar al niño inconsciente y luego se largó. Bonito, ¿eh?" respondió Addison mientras Jade se movía al lado de la incubadora del bebé.

"Addison..." empezó Derek, que ya sonaba irritado. "Me dijiste que tenías una recién nacida con una masa invasiva. Se te olvidó mencionar que es prematura, con bajo peso y adicta a los narcóticos. No hay forma de que este bebé sobreviva a una operación de columna", dijo Derek con un suspiro mientras le devolvía el historial a Jade y empezaba a examinar al bebé.

"Eso no lo sabes", argumentó Addison.

Los ojos de Jade recorrieron la habitación mientras empezaban a discutir, un sonido al que deseaba no haberse acostumbrado, pero parecía que era lo único que hacían.

"Voy a revisar los laboratorios", interrumpió Jade y se callaron, la miraron y ella levantó las cejas molesta antes de poner los ojos en blanco.

Caminó por el pasillo, sonriendo a las enfermeras que pasaban antes de oír su nombre detrás de ella.

"Jade", llamó George en voz alta desde el fondo del pasillo mientras trotaba para alcanzarla.

Se puso a su altura con aspecto agotado y bastante cansado. No podía culparlo, las cosas estaban un poco agitadas con Addison allí y la madre de Meredith, Ellis, apareciendo como paciente. Todo el mundo estaba un poco nervioso.

"¿Qué pasa George?"

"¿Qué hacías hablando con Alex antes?" Preguntó, jugueteando con los bordes del historial que tenía en las manos.

Ella frunció las cejas, recordando su breve conversación con Alex en el vestuario esa mañana, aquella en la que la hizo reír. "¿Qué quieres decir?"

"¿Por qué, quiero decir... por qué estabas hablando con él?". Preguntó con curiosidad.

"Es mi amigo" se encogió de hombros sin saber muy bien qué otra respuesta dar o qué respuesta esperaba él.

"No, no" George rió. "Él- tú no te haces amigo de Alex, él es Alex"

"En realidad es simpático una vez que lo conoces. Sólo tienes que darle una oportunidad", explicó ella.

"¿Tienes algo con él?" Preguntó de repente.

"No", se burló ella, deteniéndose para comprobar los análisis del bebé.

George la miró con ojos interrogantes y ella le devolvió el gesto con una pequeña sonrisa antes de marcharse.

Alice | Alex karevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora