"Mujercita" [Sabo x Lectora]

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Capitulo once.

Su cabello se sacudió violentamente en consecuencia de las fuertes brisas marinas que soplaban una y otra vez contra su rostro, el cuál se encontraba girado hacia aquella isla en la que vivió durante dos semanas junto a cierto rubio.

No quería marcharse.

No quería irse a Dessrosa.

No quería alejarse de Sabo.

—¿Mujercita?— lo escuchó llamarla a sus espaldas, con esa grabe pero espectacular voz que al escucharla le alegraba el día pero hoy no era uno de esos días. Hoy no se alegraba de oír su llamado.

Hoy él nisiquiera se había volteado a mirarla cuando ella estaba por decirle que quería quedarse allí en esa isla, con los revolucionarios, con él. Pero no pudo hacerlo, no cuando él rubio parecía evitar encararla.

—¿Entramos?— inquirio ella con una fingida sonrisa pasando por el lado del rubio, el cuál no tardó en seguirle.

Ambos caminaron por el barco hasta llegar frente al capitán del barco.

—¿Identificación?— inquirio el hombre con seriedad.

Sabo con una sonrisa se inclinó hacia el hombre antes de Susurrar un par de cosas, palabras justas y necesarias para que el capítulo sonriera con amabilidad y les guiará a sus respectivas habitaciones.

—Usted, señorita dormirá aquí.— señaló el hombre abriendo una puerta.

—¿Es así?— Susurró ella adentrandose a la habitación mientras observava a sus alrededores.

Sabo hizo un leve asentimiento de cabeza antes de intentar cerrar la puerta por fuera.

—¿Para dónde vas Sabo?— inquirio confundida.

El capitán rió.

—El señor Sabo, dormirá en una habitación diferente.— respondió con naturalidad el hombre.

—Ya veo..—murmuró cabizbaja.

—Nos veremos luego.— comentó el rubio antes de desaparecer por los pasillos junto al hombre.

Ella cerró la puerta y se dejó caer en la cama, intentando procesar todo lo que estaba sucediendo.

¿Tanto quería Sabo que se fuera?

Un suspiro cargado de frustración dejó salir de sus labios antes de cerrar los ojos, intentando mantenerse lo más tranquila posible.