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Era ya por la mañana, el sol salió intentando derretir toda la nieve que había fuera de la tienda. El lugar que eligió Hermione estaba al lado de un precioso lago donde todo estaba nevado, los árboles estaban desnudos y hacía mucho frío. Nada más levantarme y salir de la tienda después de ponerme aquellos calcetines de punto que me regaló una navidad Molly y que sorprendentemente no perdí, me di cuenta que aquí fue donde Hermione me invitó a ir de pesca con sus padres en verano. Con nostalgia miraba el lago, recordando lo mal que se me daba la pesca y lo bien que lo hacía Hermione, tenía unos padres encantadores.

Todos estábamos fuera de la tienda, en silencio, incluso Merak estaba en silencio dentro del bolsillo de Harley.

Harry se fue al lago a asearse, lavarse la cara y espabilarse. Cuando volvió se le veía algo más vivo, estaba como nuevo aunque las ojeras eran notables en el ojiverde. Estaba asombrado viendo el paisaje con sus manos apoyadas en su cadera.

Hermione: ¿Te sientes mejor?

Harry: Está vez te has superado Hermione.

Hermione: Es el bosque de Dean. Vine aquí una vez con mis padres, hace años. Invitamos a Eleonor esas vacaciones.- Sonreí triste al escucharla.

Yo: Está tal como lo recordaba... Los árboles, el lago, todo. Cómo si nada hubiera cambiado.

Hermione: Tienes razón, pero por otra parte no es así, ha cambiado, todo. Si trajera aquí a mis padres ahora no lo reconocerían. Ni los árboles, ni el lago, ni si quiera a mí.- Miré compasivamente a Hermione.- Podríamos quedarnos aquí, hacernos mayores.- Los cuatro nos quedamos en silencio sin saber que decir.- Harry, ¿querías saber quién era el chico de la fotografía? Lo sé. Gellert Grindelwald.- Le extendió el libro a Harry y los cuatro miramos la página dónde él salía.

Harry: Es el ladrón que vi en la tienda de Gregorovitch...- Aquello que nos contó que viven su cabeza antes de abalanzarse sobre mí.- Hablando de varitas, ¿dónde está la mía?- Hermione se quedó en silencio con cara de pena.- ¿Dónde está mi varita Hermione?- Ella se apartó y enseñó la varita de Harry rota. Lucy puso la cara de espanto.

Lucy: Dios mío.

Hermione: Al salir de Godric's Hollow Eleonor lanzó un conjuro y rebotó.- Todos me miraron y me quedé estática.

Yo: Lo siento Harry.- No tenía ni idea de que después de soltar ese hechizo la varita se rompería.- La intento arreglar Harry, de verdad.

Hermione: Lo he intentado yo antes muchas veces pero...

Harry: Da igual.- Se le notaba algo molesto, pero sabía que no tenía ningún sentido enfadarse ya que sin ese hechizo Harry estaría en el estómago de aquella pitón.- Alguien me presta su varita.- Hermione le dió su varita y Harry suspiró.- Entrad y abrigaros. Dame el guardapelo Hermione.

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Cayó la tarde y me tocó a mí vigilar con el guardapelo fuera. Era bueno intercambiarse lo periodos cortos de tiempo porque así no surgía ese efecto negativo en nosotros. Me quedé leyendo hasta tarde, y Harry decidió salir de nuevo a vigilar por la noche.

Nos quedamos las chicas solas, hablando sobre cosas banales mientras Merak jugaba con el pelo rubio de Harley. Nos quedamos dormidas hasta que escuchamos una voz por la mañana.

Harry: ¡Chicas! ¡Chicas!- Las cuatro nos levantamos asustadas porque nos dimos cuenta que Harry se quedó toda la noche despierto y no entró a la tienda. Al salir encontramos a un Harry extrañamente feliz.

Hermione: ¿Todo bien?- Se la veía asustada y preocupada, pero Harry seguía sonriendo y yo fruncí el ceño.

Harry: En realidad mejor que bien.- Sorprendentemente Ron apareció detrás de Harry. Le vi con más vitalidad que la última vez y las tres fuimos a abrazarle.

Eleonor Foster Y Las Reliquias De La Muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora