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Me desperté a la mañana siguiente y miré la ventana, los rayos del sol entraban suavemente por la ventana. Harley se quejó, cerró la cortina con magia y se dió la vuelta.

Ahí me acordé de Harry.

Saqué el pequeño regalo de uno de mis bolsillos de la chaqueta. Era una foto antigua de navidad con él hecha con la Polaroid que me regalaron en primero, junto a una pulsera de hilos de color azul oscuro.

Yo: ¡Es el cumpleaños de Harry!- Me fui corriendo mientras las dos se quejaban a la habitación de Ron y aporree la puerta. Harry abrió la puerta con la varita feliz, feliz porque ya podía usar la magia sin límites.

Ron estaba tirado en la cama medio dormido y yo me tiré encima de Harry dándole un gran abrazo.

Yo: ¡Felicidades!- Me senté en su cama y le extendí el regalo.- No es mucho pero es para tí.- Él puso una cara de felicidad inmensa mirando la foto en la que estábamos los dos haciendo el tonto de pequeños en navidad, dónde no teníamos ni idea de que íbamos a estrechar tantos lazos.- Extiende la mano.- Él hizo lo que le pedí y le até la pulsera azul en la muñeca izquierda.

Harry: Muchas gracias Eleonor.

Lucy y Harley bajaron las escaleras y antes de hacerlo felicitaron a Harry.

Harley y Lucy: ¡Felicidades Harry!

Harry: Gracias chicas.

Yo: ¿Bajas? Seguro que tienes regalos.- Miré a Ron que me miraba con cara de pocos amigos por madrugar tanto. Harry sacó de la cama a Ron y lo
s tres nos levantamos y bajamos las escaleras hasta la cocina.

Al bajar a la cocina, observamos que la mesa estaba llena de regalos de la señora Weasley, Fred y George y Hermione, y uno en conjunto de Lucy y Harley. Mis hermanos y mis padres también tenían regalos para Harry.

Luego de abrirlos, Harry subió a la habitación de Ron para guardarlo. Yo desayuné con calma pero los dos se apresuraron para empezar el día cuanto antes.

George entró a la cocina tranquilamente, iba arreglado, incluso llevaba la corbata puesta. Se empezó a tomar un café mientras yo estaba en silencio para no molestarle.

Me quedé mirándole un rato mientras estaba de espaldas. Tenía una venda que le rodeaba la cabeza tapándole las heridas que habían alrededor del oído.

Yo: ¿Qué tal estás?- Él se giró sorprendido y dejó su taza a un lado.
George: Estoy genial Unicornio.- Se señaló a sí mismo egocéntricamente y yo negué con la cabeza.

Yo: Ayer me pegaste un buen susto.- Le miré a los ojos y pensé que sería el momento perfecto para decírselo.- Necesito que me guardes un secreto, George.- El pelirrojo se cruzó de brazos y adoptó una postura seria para escucharme.- No voy a ir a Hogwarts este año.- George abrió los ojos de par en par y se acercó a mí rápidamente.

George: Pero Eleonor, ¿qué estás diciendo?- Susurró casi gritando.

Yo: Voy a ayudar a Harry a buscar los Horocruxes, y obviamente tu hermano Ronald tampoco irá, pero necesito que me guardes el secreto.- Me bebí lo sobrante del vaso de leche y me acerque al lavabo para colocar el vaso ya vacío. Él se quedó en silencio, como si estuviera organizando todo lo que me quería decir.

George: ¿Tus hermanos saben algo?- Negué sin mirarle con la cabeza y se puso las manos en la cara sobándose cuidadosamente sin tocar la venda.- ¿Tú sabes lo peligroso que es lo que me estás contando? Mírame.- Me sujetó de los hombros para que le mirase a la cara. Levanté la mirada con la suya que era de preocupación.

Yo: Te prometo que no moriré.- Levanté el dedo meñique y George cruzó los brazos de nuevo.

George: No... No digas eso.

Eleonor Foster Y Las Reliquias De La Muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora