Capítulo dieciocho

96 17 3
                                    

Mis párpados se sentían como si estuvieran pegados. Cuando por fin conseguí abrirlos, estaban secos y pegajosos, sin duda producto de haber llorado hasta quedarme dormido. Tomé mi teléfono de la mesita de noche y miré la hora. La una y cuarto. Gemí y me di la vuelta, deseando ser un Jedi, porque entonces podría usar la Fuerza para volver a dormir. Eso parecía ser lo único que podía calmar mi mente y evitar que la vocecita en la parte posterior de mi cabeza me recordara lo mucho que lo había jodido todo.

Me froté los ojos, sobresaltado por la rigidez de mis pestañas, pero supuse que eso ocurría cuando alguien sollozaba como si hubiera una muerte. Y no estaba orgulloso de eso, pero realmente lo estaba. Sinceramente, no sabía qué me había inspirado a descargar todo de esa manera. Ciertamente, nunca tuve la intención de vomitar mis sucios secretos sobre alguien que no conocía, pero por alguna razón, todo salió a relucir. Estaba seguro de que todo tenía que ver con mi conversación con papá.

Cada día las noches se hacían más largas y estaba veinticuatro horas más cerca de volver a irme. El semestre comenzaría pronto y yo volvería al campus y compartiría casa con Junmyeon, no con papá. Las clases comenzarían y yo pasaría las noches en la biblioteca en lugar de en el sofá con papá. Estaría yendo al gimnasio en lugar de desafiarlo a nuestras sesiones individuales en la entrada. Estaría comiendo Pop Tarts en lugar de panqueques y mi tiempo especial con papá habría terminado.

Estaba un poco destrozado por toda la idea, pero había hecho un buen trabajo al no pensar en eso.

Apártense, papá y Junmyeon... ¿Mi nuevo mejor amigo? Negación.

Pero la carta de hoy me presentaba otro regalo de broma que no había desenvuelto: esto era algo así, ¿no? Durante tres años había dejado la escuela después del semestre de primavera y me dirigía a casa de papá con una montaña de ropa sucia y la vista puesta en un verano perezoso, solo nosotros dos. Pero en unos meses, dejaría la escuela y sería diferente. Aceptémoslo, seguiría teniendo una montaña de ropa sucia, pero también me iría con un trozo de papel que dijera que había aprendido algo y que estaba listo para enfrentarme al mundo.

Sin mi padre.

Mi conversación con papá sobre CyberStar me había dejado con la boca abierta. Estaba muy nervioso por la idea de que pronto me iba a quedar solo, pero papá hizo lo que siempre hacía. Lo hizo mejor.

Su confianza en mí era inspiradora, sus palabras me llenaban de algo que me hacía levantar la cabeza un poco más. Él creía en mí, así que tal vez, sólo tal vez, valía la pena creer en mí.

Sin embargo, incluso sus increíbles, solidarias y perfectas palabras me dejaron con ganas, porque aparentemente yo era un maldito codicioso. ¿Por qué me empujaba a seguir con esto? ¿Por qué estaba tan de acuerdo con que me fuera del puto país?

¿Por qué no me dijo "No, Kyungsoo, por favor, no te mudes a Sydney. Quédate aquí conmigo, y además, ¿estás interesado en una mamada?"

Bueno, no dijo eso porque no es un pervertido de mierda como yo. Obviamente.

Y no me estaba presionando para que me fuera, sólo quería que explorara mis opciones, que examinara todas las oportunidades para tener una vida buena y exitosa. Pero no podía imaginarme ninguna de esas cosas si estaba a siete mil millas del hombre del que me enamoraba más cada día. La sola idea me dejaba frío, me hacía querer acurrucarme bajo una manta y esconderme del mundo, esconderme de todos menos de él.

Esperaba con ansias mi llamada con Daddy, pero en lugar de sentirme reconfortado por su habitual preocupación, porque por supuesto él se dio cuenta que yo estaba molesto, me sentí expuesto, como un fraude. Hablar con Daddy era bueno, pero en ese momento, cuando me aferraba a cada último segundo que tenía con mi papá, no era suficiente.

Call me baby|| ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora