𝗱𝗮𝗻𝗱𝗲𝗹𝗶𝗼𝗻𝘀 ; bran stark

𝗦𝗛𝗢𝗧 ; desde el primer día

¡Holaaa! ¿cómo están? ha pasado mucho desde la última vez que actualicé :"

El caso es que, ya estoy escribiendo los próximos capítulos, pero para matar el tiempo decidí editar un poco este shot y subirlo, aprovechando que lo tenía guardado, y así de paso tienen algo de contenido Brojen también♡

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La casa de los Starks siempre fue caótica; cinco hermanos y un hermanastro no son precisamente pocas personas. Aún así, Bran Stark, el segundo más pequeño, se las apañó para traer a su mejor amigo a casa y convencer a su mamá, Catelyn, para que se quedara a dormir.

—Bran conoció a Jojen en el instituto, en su primer curso. Son compañeros de aula, y desde el día en el que Jojen ayudó al niño Stark con sus muletas, fueron inseparables.
Suelen hablar de muchas cosas y también jugar juntos, tanto a videojuegos como a tiro con arco, acompañados de Arya.
Jojen, aquel chico tan honesto como dulce, con pelo color rubio oscuro, había encontrado compañía junto a aquel otro chico en muletas, con pecas y un gran corazón—

Después de una larga jornada de videojuegos, palomitas y pelea de almohadas, Bran tuvo que suplicarle a su madre para que Jojen se quedara a dormir.
Así que Catelyn aceptó, con la única condición de no hacer mucho ruido.
-¡Si! - celebró Bran, agradeciendo a su madre.
-Muchas gracias, señora Stark -sonrió Jojen, para luego dirigirse a su amigo-. ¿Preparamos las camas?

Fuera empezaba a oscurecer, así que Jojen tomó la mano del pequeño Stark y lo llevó hacia su propia habitación.
-Bueno, señor Jojen, ¿dónde desearía usted descansar? -preguntó Bran, con un tono irónico en la voz mientras señalaba un colchón en el suelo y la cama.

-En donde usted decida, mi príncipe. -respondió Jojen, siguiendole la broma. Bran notó como se sonrojaba levemente ante esto. "Mi príncipe" Las palabras resonaban en su cabeza.

-Duerme tú en la cama -dijo amablemente, después de unos segundos en silencio -. Eres el invitado.

Después de acomodarse, los chicos quedaron en silencio mirando hacia el techo. No era incómodo, era un silencio reconfortante.

-¿Sigues despierto? -llamó Jojen.
-Ahora sí.
-Bran -el pelirrubio estiró el cuerpo para acercarse hacia el colchón en el que reposaba Bran-. Una cosa... ¿Cómo fue...?
-¿Lo de mis piernas? -interrumpió él.
-Bueno, sí, pero es solo por curiosidad, no tienes por qué contarlo... -Bran notó a Jojen cohibido por la pregunta, cosa que raramente expresaba su amigo. Le pareció un gesto amable, y a su vez atractivo, no se explicaba por qué.
No supo como responder. En estos casos, era su madre quien hablaba por él. Pero a el propio Bran Stark, nadie se había molestado en preguntarle nunca, y si lo hacían, era incómodo contestar porque lo trataban como a un bebé.
Pero, ¿y ahora? Bran sentía que podría contárselo a Jojen, que él no le haría sentir inferior ni inválido.

-En realidad es una historia graciosa -mintió para no empezar con mal pie.

Bran se acomodó en el colchón y apoyó el cuerpo en sus brazos, boca arriba. Jojen se tumbó de lado para prestar más atención, mientras lo miraba. Por un segundo antes de empezar a hablar, Bran le devolvió la mirada, pero la apartó al instante.

-Cuéntame -Reed sentía una gran curiosidad. Sabía que se sentía bastante atraído por Bran, lo había aceptado desde los primeros días. "Es normal sentirme así, es mi mejor amigo" se repetía. Pero había algo más; ese cosquilleo cuando cruzaban miradas, el aumento de látidos cada vez que le sonreía o le rozaba sutilmente la mano... Había algo más.