—No entiendo mamá—dijo Arlet sentandose en su cama—Porque papá se enojo así
—Aveces hay cosas que los adultos no quieren decirle a los pequeños para no lastimarlos—dijo Yarin mirando a su hija
—Pero porque nos oculto que es un principe egipcio—dijo Angel
—Hijo...—dijo Yarin pero Amenotep la interrumpio
—Porque aún era muy pronto para decirles—dijo entrando a la habitación
—Y tu padre?—pregunto Yarin
—Decidio irse—dijo Amenotep—Aunque tu hermanos algo metiches decidieron que se iba a quedar en casa de Besalei
—Eso me tranquiliza—dijo Yarin
—Nos vas a contar la verdad o no?—dijo Arlet cruzandose de brazos
—Bueno...—dijo Amenotep
Los pequeños se sentaron en la cama escuchando lo que dijo su padre y el le había contado toda la verdad
—Entonces le distes el trono a tus hermanas para estar con mamá—dijo Angel
—Y para estar con ustedes también—dijo Amenotep—Ya que su madre los llevaba en el vientre cuando paso todo
—O sea que formamos parte de todo—dijo Arlet
—Y pues su abuelo se enojo y ya saben el resto—dijo Amenotep
—Pero porque ahora el abuelo vino—dijo Angel
—Para pedir perdón—dijo Yarin—Muchas cosas cambian al pasar el tiempo
—Lo que no entiendo es que si tú eras el príncipe heredero no nacistes de la reina—dijo Arlet—Y porque el faraón tiene tantas esposas si con una es suficiente
—Jajaja—rio Amenotep—muchas veces los gobernadores se casan por la política y unir reínos apesar de no amar a esas personas aunque con mi padre no fue así
—Sigo sin entenderlo—dijo Arlet—Y espero que tú no te cases con otra mujer o te golpeó
Yarin y Amenotep se rieron
—No lo are—dijo Amenotep—Solo a tu madre es a quien amo y quiero
—Mamá podemos ir a jugar con Eliseba?—pregunto Angel
—Si que les gusta jugar con su prima—dijo Yarin
—Ademas que se le pueden hacer algunas bromas a el tío Barak—dijo Arlet riendo
—Y ya tengo la broma perfecta—dijo Angel riendo
—Que su tío no se queje después oyeron—dijo Amenotep
—Por cierto mamá—dijo Angel—Arlet y yo queríamos decírtelo y pues...
—Que pasa?—dijo Yarin sonriendo
—Queremos una hermanita—dijo Angel sorprendiendo a Yarin y Amenotep comenzó a reír
—Esto fue idea tuya—dijo Yarin tirándole la sábana
—Te juro que esto no tiene nada que ver conmigo—dijo Amenotep aún riendo
—Habla por ti—dijo Arlet cruzandose de brazos—Yo quiero un hermanito así yo seré la única niña de la familia
—Ni hermanito ni hermanita—dijo Yarin—Asi que conformarse con ustedes cómo hermanos
—Y si Dios nos manda un hermanito?—dijo Arlet
—Ya vallan a jugar o les cojera tarde para bañarse y luego no quiero quejas—dijo Yarin y los niños salieron corriendo de la habitación y Yarin miró Amenotep
—Porque me miras—dijo Amenotep—Enserio, no tengo nada que ver en eso
—Y de dónde sacaron la idea?—dijo Yarin
—Pues pregúntale a tu hermano Besalei que siempre le anda metiendo cosas a los niños—dijo Amenotep—Aunque no veo porque no cumplir el deseo de nuestros hijos—dijo riendo y Yarin se quitó el zapato y se lo tiró
—Ya vete a trabajar—dijo un poco enojada
—Ya ya—dijo Amenotep saliendo pero sin antes no darle un beso en la mejilla a Yarin
Al día siguiente Yarin se había levantado temprano a recoger algo de agua en el poso. Luego cuando terminó y se volteo vio a padre de Amenotep haciendo que se sobresaltara levemente
—Perdon si te asusté—dijo el faraón sonriendo
—Esta bien—dijo está—Desea algo
—La verdad solo iba a despedirme—dijo el faraón—voy a volver a Egipto y supongo que eres la única que se despierta a estas horas. Me alegra que mi hijo sea feliz contigo—dijo mirandola—dentro se un mes es la coronación de Hana como gobernante de Egipto
—Pense que la siguiente al trono era Majalat—dijo Yarin
—Ahora es sacerdotisa lo cual no puede ser gobernante—dijo el faraón—Y tanto ella como Amenotep se dieron el trono
—Y la única que quedó fue Hana—dijo Yarin
—Me gustaría que fueran al palacio—dijo el faraón—Como padres adoptivos de Hana—esto sorprendió a Yarin
—Como?—dijo Yarin
—Fuiste más que una madre para Hana y Amenotep fue el padre que ella necesito—dijo el faraón—por lo menos piensenlo
—Gracias pero la respuesta sigue siendo la misma—dijo Yarin
—Si cambian de opinión pueden ir están invitados—dijo el faraón y se marchó
Tal y como dijo el faraón la coronación sucedió pero Yarin y Amenotep decidieron no ir cosa que entristeció un poco a la familia real. Pasaron los días y el faraón había enfermado grandemente y estaba apunto de morir lo cual Hana como faraona de Egipto mando a qué buscarán a su hermano y le dieran la noticia. Claramente este fue a Egipto y también Yarin y los pequeños. Al llegar fueron bien recibidos pero ya el faraón había muerto ya que ellos habían tardado días en llegar y los pequeños también se cansaban un poco. Los guardias los llevaron al salón del trono donde estaba su hermana
—Amenotep—dijo Hana feliz
—Hana—dijo Amenotep
Hana se levantó del trono corriendo hacia su hermano mientras se quitaba la corona de la cabeza y lo abrazó fuertemente mientras algunas lágrimas caían por sus ojos
—Asenett—dijo Hana abrazando también a Yarin y los pequeños se quedaron algo confundido
—Es increíble lo rápido que creciste—dijo Amenotep
—Y a tu te asentó bien el cambio—dijo Hana
—Su majestad—dijo un sacerdote entregándole la corana a Hana
—Oh gracias—dijo Hana y el sacerdote se retiró
—Al parecer te es incómodo la corona de faraona—dijo Amenotep
—Un poco—dijo Hana—Pero ya me acostumbraré
—Mamá—dijo Arlet—Porque esa niña te llamo Asenett?
—Estos son mis sobrinos—dijo Hana
—Si—dijo Amenotep—ellos son Angel y Arlet
—Encantada—dijo Hana—soy Hana
—Mamá porque ella te llamo Asenett—dijo Arlet frustrada
—Valla que genio—dijo Hana—a cual de los dos se parecera—dijo mirándolos a ambos y luego miro a Arlet—Bueno pequeña tu mamá cuando estaba aquí en egipto lleva el nombre de Asenett
Continuara...
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La novia del faraón <<T1>> Libro 1 [Terminada]
Roman d'amourUn corazón perdido lo tenemos muchos. Un corazón el cual busca como salir del hoyo es ese corazón que está sin el Creador. Pero un corazón alegre, feliz y lleno de amor solo lo tienen aquellos que conocen al Creador. El corazón perdido encuentra su...