Terminando las clases cada uno se fue a su habitación y Jane tenía que pensar en como conseguir una llave de respuesto sin tener una sanción y recordo las palabras de la subdirectora.
En cuanto llego a su oficina ella la recibió muy amable y le comento lo que había pasado con su llave, a lo cual la subdirectora dijo que era más común de lo que Janie podía pensar, fueron con la encargada de las habitaciónes y le dieron un repuesto, Janie le agradecio una infinidad de veces a Eva y ella le dijo que no era nada.
Entro por fin a su habitación y en lugar de quedarse dormida, se digno a limpiar su cuarto.
Terminando de limpiar se dirigió afuera de la escuela ya que en serio quería disfrutar de la lluvia.
Salió y la lluvia era muy leve así que solo comenzó a explorar las afueras de la escuela. Con el paso del tiempo la lluvia fue incrementando su fuerza y comenzó a granizar.
Esto llevo que Janie corriera hacía las canchas de futboll donde había unas gradas con techo donde podria refugiarse ya que los edificios de las habitaciones le quedaban algo alejadas.
En cuanto llegó a las gradas observo un chico que también estaba ahí, mientras trataba de enfocar, observo como este contaba con un cigarro en su mano. Janie comenzó a subir las gradas ya que queria estar en lo más alto de ellas.
El chico se encontraba en la parte más alta igual, y cuando Janie llego al final logro ver que era Graham que derramaba agua por su cabello y su ropa estaba escurriendo. El nisiquiera la miro.
Janie quería acercarse a platicar con el sin embargo algo se lo impedía, solo cuando podía lo miraba discretamente.
James acabo su cigarro y de inmediato encendio otro.
Janie sabía que James era distante con la gente, pero esta vez ella sentía que el no estaba bien, así que se armo de valor y se sento alado suyo.
Graham solo se limito a mirarla, no pudo evitar observar su cuerpo ya que mientras la veía caminando hacia el, su cuerpo se notaba demasiado ya que la ropa se pegaba a ella por la ropa que escurria de agua.
-Qué haces?-. Janie no tenía idea de que preguntar.
-Fumó-. James solo miraba hacia adelante mientras inhalaba el humo y tardaba en sacarlo.
Janie sobrenoto que por la cara del joven escurrian gotas que no eran provocadas por el agua, James estaba llorando. Jane al notar esto dejo de mirarlo de lado y se coloco un poco frente a el para confirmar lo que estaba suponiendo. Y efectivamente James tenía los ojos rojos.
James por su parte dejo de mirar hacia adelante para girar su mirada hacia la rubia que lo miraba con un toque de preocupación.
Cuando acabo su cigarro lo lanzó con dos dedos y volvió a sacar su cajetilla de cigarros queriendo tomar uno.
-Basta, son suficientes James- Janie puso su mano encima de la cajetilla impidiendo que el la abriera. James volvio a mirarla y sus ojos se cristalizaron.
El chico no pronunciaba ninguna palabra y solo apretó los ojos, se levantó y comenzó a bajar las gradas. El agua ya habia bajado su intensidad y ya no estaba granizando lo cual hizo que James bajara al cesped de una de las canchas de futboll y se recostara sobre el piso. Janie a pesar de no haber escuchado una invitación por parte del joven, bajo hasta donde el estaba y se sento a su lado.
Graham abrió los ojos mientras salian lagrimas de estos. Miraba sus nudillos una vez más, cada vez que lo hacía apretaba la mandíbula.
Janie al notar que James lloraba no hacia ningún ruido y era bastante tranquilo cuando lo hacía, inlcuso cuando respondió a su pregunta este lo había hecho con un tono distinto a su voz.
-Porqué estas aquí Janie?- Mientras cerraba los ojos aprendolos y lo mismo hacia con su mandíbula.
-Yo... bueno me gusta salir cuando llueve, no tenía idea que estabas aquí, perdóname si interrumpí algo. Creo que es mejor que me vaya.- Cuando Janie intento levantarse sintió una mano encima de su brazo que la jalo hacía el suelo.
-Nadie dijo que lo hicieras, quedate y no seas irritante.- Graham volvio a abrir sus ojos y los tenía más rojos que hace unos minutos. Su respiración comenzaba a descontrolarse, se notaba como su pecho bajaba y subía rápidamente.
Janie no tenía idea de que estaba sucediendo pero no quería dejarlo ahí, de alguna manera le estaba mostrando su lado débil a ella y nisiquiera se conocían. Ella se recosto en el piso sin decir nada tal y como el se lo había pedido.
La rubia no dejaba de observar el peculiar comportamiento de James, que solo observaba sus nudillos y cada que lo hacía lloraba más...en silencio claro.
-Te duelen?, si es el caso podemos ir a enfermería, yo te acompaño.-
-No. No me duelen... solo es otro tipo de dolor.
La lluvia paro y ambos estaban empapados sin embargo esto no impidió que el pelinegro volviera a sacar la caja de cigarros de su bolsillo y tomo el ultimo cigarro. Antes de encenderlo Janie lo arrebato de su boca. -James no es la manera, hay mejores maneras de sentirse bien-
-Janie por favor, dámelo.. tu no entiendes si, solo dámelo, es el último... pero por favor dámelo.- Los ojos de James se cristalirazon y su tono de voz le partió el corazón a la joven haciendo que esta quisiera llorar con el.
Janie le estiro el cigarro hacia la mano de James y antes de darselo lo jaló del brazo y lo abrazo. James al sentir el abrazo de la joven la tomo con fuerza de la cintura y rodeo su cuerpo aceptando el abrazo, de inmediato su respiración se desplomo y el hombro de janie comenzaba a sentirse caliente por las lagrimas que quedaban en el.
James sentía el olor de ella entrando por su nariz, y no hablo del olor de su perfume o su ropa, hablo del olor de Janie, su olor corporal era algo que James comenzó a respirar por varios minutos y lo amaba. Cuando este logro calmarse un poco, despegó a la rubia y la miro con ojos tristes después paso a ver sus labios y se contuvo para no hacerlo. Miro la mano de la joven que aún contenia el cigarro y lo retirto de su mano, lo puso en su boca y lo encendió. -Gracias-
-Es tu cigarro no me agradezcas por algo que yo no te compre- Jane tratando de aligerar lo que el sentía solto una carcajada pero el seguía sin reacción alguna.
-Sabes que no me refiero al cigarro-.
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Cambios a cambio de
Romance* Tu vienes de la ciudad de los rascacielos, yo del lugar de los castillos. Enseñame lo que yo no conozco, y dejame enseñarte lo que soy.*
