« Seguro es un bad boy que justifica todo culpando su pasado. »
No sé si los nombres del equipo son un cliché, pero, esto si es un cliché digno de una serie en Netflix.
Estamos dentro del coche de Nath. Si, del mismo Nath que envía olas de escalofrío por todo mi cuerpo.
No estoy segura del amor a primera vista. No creo mucho en esa chorrada. En lo que sí creo, es en la atracción. Sé que las personas suelen sentir atracción física, es como si los cuerpos se deseasen, se llamasen, como si reaccionara a todo de la otra persona. ¡Tengo que parar de volverme loca por los tipos con cara de acabare con tu poca estabilidad emocional!
Nath es el conductor y yo el copiloto. En la parte de atrás están el par de tortolitos que no dejan de succionarse como dos sanguijuelas. ¿Cómo termine aceptando esto? No tengo ni puta idea. Tan fácil que era decirles. -NO. NO. NO. - Así, fácil.
Me remuevo en mi asiento sin despegar la vista de la ventanita que da vista a casas, arboles. Más casas y más árboles. Todos se comienza a ver borroso por la velocidad pero no hay manera que mire a otro lugar. Gae había comentado que la fiesta quedaba saliendo un poco de la ciudad y que la casa era una bomba.
-¿Qué estudias Ally? - Pregunta Gae rompiendo el silencio denso del coche.
Me aclaro un poco la garganta mientras el olor a la banda se expande por todo el coche. Me gusta este olor.
-Fotografía. ¿Y tú? - Aunque ya se la repuesta gracias al pequeño ser que maneja con cara de "atrévete a verme y te saco los sesos". Ellos son famosos en la universidad. Doblo un poco la cabeza de lado para mirar en los puestos de atrás, el chico me regala una sonrisa y lo imito. Gae se ve un buen tipo, quizás como esos que tienden a aparentar dureza en una cancha, pero ser un algodón de azúcar con su pareja. También es el tipo que sabe cómo alegrar una fiesta, como incluirte incluso en una conversación donde te sentías excluido. Es de esas personas que siempre sonríen e intentan hacer un momento incomodo uno agradable.
-Fotografía - Imita Nath en casi un susurro sin despegar la vista del camino. Lo miro de reojo y vuelvo a centrarme en la conversación cuando Gae vuelve hablar.
-Nath y yo estudiamos informática. ¿Verdad Nath?
Nath solo habla pronunciando un - Si- Corto y rápido.
El camino se vuelve más llevadero gracias a los intentos de Gae por sacar plática. No se cómo. Ni cuando. Pero terminamos en un debate sobre cuáles eran las mejores canciones de Ariana Grande. - Todo un dilema- Cuando llegamos al lugar, Estefi, Gae y yo bajamos aun entre risas. Nath manejo un poco buscando donde aparcar. No tardó más de unos cinco minutos cuando se acerba a nosotros con pasos largos y decididos.
- Te digo que es un cliché querida- Susurra Estefi en mi oído mientras mira junto a mí la dirección en la que ya se acerca Nath. Se detiene cuando llega a nuestra altura y nos giramos para contemplar la humilde morada.
La casa era de tres plantas. Ese tipo de casas donde el chico es hijo único y sus padres trabajan hasta el cansancio para darle todos los lujos posibles, pero lo descuidan olvidando que un chico aparte de los lujos necesita tiempo con sus padres. Él siempre se revela haciendo fiestas o metiéndose en problemas en busca de la atención de sus padres. - Un clásico en las películas de adolecentes- Caminamos a la entrada de la casa. La puerta está abierta así que Nath solo la empuja y se detiene dándonos paso para entrar.
Estefi y Gae son los primeros en entrar y yo les sigo con Nath detrás de mí. El lugar estaba oscuro pero Gae se paseaba como si el lugar le fuera conocido de años. Ese mismo ser guía a Estefi de la mano y yo me las apañaba para intentar distinguir sus siluetas en la oscuridad.
