«Lo horrible de ser mujer »
Me levante algo soñolienta y con un dolor en el vientre. Una patada me tomo desprevenida y me tumbo de la cama. Resople colocándome de pie y viendo a una Estefi echa un novillo en mi cama. Su maquillaje estaba hecho un desastre. Llevaba solo la remera que desdoblada le llegaba a la rodilla.
Tome el móvil de la mesita de noche y lo conecte mientras con una mano en el vientre y doblada como si mi vida se fuera si soltaba mi vientre camine al cuarto de baño. Mire mi reflejo en el espejo y sufrí esos momentos en los que te asustas por no reconocerte. Di un gritico al ver mi cara hecha un desastre, el rímel se había corrido hasta estar debajo de los ojos. Abrí la pequeña gabetita que había arriba del espejo y saque el desmaquillante y dos algodoncitos. Luego de limpiarme y hacer de mi rostro uno completamente decente, entre a la ducha para darme un baño caliente.
Rodé la puerta de plástico hasta dejarla cerrada y abrir la ducha. El dolor del vientre se me hacía cada vez más insoportable, así que senté en el suelo con el agua aun cayendo por todo mi cuerpo.
— ¿Cómo es que te bañas a estas hora mujer? — La voz soñolienta de mi querida invitada me indico que estaba dentro del baño.
— Tengo cólicos.
El sonido de la cadena del baño hizo eco por el lugar sumándole el agua corriendo.
— ¿No has comprado pastillas?
— Dime, por favor, en que momento debí comprar la pastilla. Cuando Salí de clases y solo podía pensar en llegar rápido para cambiarme pero me quede dormida. Cuando me arrastraste a un partido. Cuando en vez de regresar nos fuimos a una fiesta. ¡No! Creo que cuando te subiste a una mesa a gritar que amabas a tu novio y que se merecía un stripper por ser tan lindo y tuvimos que bajarte de ahí a tropezones porque querías quitarte el top y la licra que llevas puesta luego de zambullirte a la piscina.
Sin pesar comencé a reírme luego de soltar todo eso. Cerré la ducha me levante envolviendo mi cuerpo en la toalla que guindaba afuera de la puerta corrediza.
Cuando Salí una Estefi sentada en el retrete con las manos en su cara y el cuerpo sacudiéndose me recibió. Me sentí terrible.
— ¿Qué pasa? — Otra sacudida por parte de Estefi me obligo a ponerme de cuclillas y tomar sus manos.
Me miro roja por llorar y su rímel seguía corriendo.— Lo… Yo... Lo siento mucho. — Se sacudió la nariz y yo le di una sonrisa.
— No pasa nada bonita. No es tu culpa. La pase muy bien gracias a ti.
Comencé a imitar su voz cuando estaba encima de la mesa. Ella soltaba risitas aun con la cara empapada de lágrimas. Se volvió a poner las manos en la cara de la vergüenza.
—¿Crees que Gae este molesto?
— ¡Nah! Se ve que él se muere de amor por tí.
Luego de una charla en el baño, estábamos juntas en la cama. Estefi se quedó dormida casi al momento que toco la cama, yo por otro lado me levante para ponerle la sabana encima y sentarme en el escritorio con las piernas cruzadas. Abrí la pantalla del computador y la luz de este casi me dejo ciega. Le baje el brillo y navegue un rato buscando algunos temas que tenía que estudiar. Edite también algunas fotos, baje la pantalla de la pc y tome el móvil. Eran las 4:10 a.m. Mi clase comenzaba a las ocho así que me acomode en la cama y poco a poco fui atrapada en el mundo de los sueños.
Una fuerte sacudida por los hombros me trajo a la realidad. — Era viernes. ¡Y tenía clases! — Me levante irritada y tratando de enfocar todo a mi alrededor.
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