Capítulo III

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«Quien quita que hoy consigas a el amor de tu vida»

El día  estuvo algo agotado. Me encuentro saboreando un rico café frio en la cafetería del campus. Los cólicos hacen presencia y me sobo el vientre recordando que aún falta una clase. — Ser mujer amerita un gran sacrificio. — Hablo para mí sin dejar de frotarme la panza.

Estefi se tira exageradamente en la silla del frente mientras deja salir un largo suspiro.

—¡Me muero! — Chilla mientras le da un gran sorbo a mi café. La miro mal y ella levanta las cejas en señal de rendición.

—Yo— se señala — Debería estar enojada contigo.
Ella nota mis muecas de dolor y se apresura preguntar que me pasa.

—Cólicos— Me limito a decir aun apretándome con más fuerza de la necesaria el vientre.

—Tranquila. Tranquila. Tu amiga está aquí. — Buscaba algo en su mochila con el ceño fruncido. Su expresión se suaviza mientras deja en la mesita de metal una pastilla azul que arrastra hasta dejarla a mi alcance.

—Vamos. Toma — Observe la pastilla un rato antes de tomarla, abrir el empaque, ponerla en mi boca y tomar un gran sorbo de mi café.

—Gracias —  Le doy una de esas sonrisas pequeñas pero significativas y ella me la devuelve.
—Para eso son las amigas. Emm… — Se remueve un poco en la silla de metal y sé que va a pedirme algo.

—¿A dónde? — Hablo interrumpiendo sus intentos de decirme directamente que quiere.

A Estefi se le iluminan los ojos como niña pequeña con una canasta de dulce solo para ella. La conozco bastante bien.

—Bueno… Tu ayer no quisiste acompañarme a la fiesta — Se queja arrugando las cejas. — Tenia turno. — Me excuso y ella me mira con reproche por interrumpirla. Hago un gesto como si cerrara una cremallera en mi boca y aventara la llave al aire. Ella se ríe y continúa  hablando.

—Hoy abra un partido de básquet. Jugara nuestra universidad contra la del sur. El partido estará muy interesante. Escuche que los líderes del equipo se odian así que abra mucha tensión en el ambiente. ¿Vamos?

Niego con la cabeza y hago sonidos sin abrir la boca. Estefi pone los ojos en blanco y me dice que ya puedo hablar.

—No. Es que...

—¡ES QUE NADA! ¡NO ES JUSTO!

—Pero yo tengo que estudiar Estefi.

—Solo será un rato — Alarga la palabra mientras hace un berrinche.

—Está bien. A lo que acabe el partido me iré a la residencia. ¿ok? — Estefi asiente feliz mientras se pone en pie.

—Quien quita que hoy consigas a el amor de tu vida. — Suelto una risita y ella me da un beso en la mejilla para luego despedirse, eso sin antes recordarme que pasa por mí y que debería ponerme algo bonito.

Yo me relajo en la silla al ver que aún falta media hora para mi última clase. Saco el celular del bolsillo y le doy click al icono del jueguito que hace días descargue. Sigo pensando en que se juega mejor desde la computadora, pero no tengo nada mejor que hacer. Una pequeña pestaña se abre mostrando un chat dentro del juego sonrió al ver el mensaje.

Nathnk
Me alegro que estés en línea.

Aliks
¿Qué tal todo? Juego desde el móvil.
Quizás no sea tan eficientes mis movimientos.

Nathnk
Estoy seguro que tus habilidades no serán afectas por ello.
¿Lista para una partida?

Aliks
¡Por supuesto! Cuento con media hora.

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