«Polvo de estrellas»
Sentados en un colchón inflable que Nath había comprado en la tiendita admirabamos todo el lugar. Gae se bañaba en el agua mientras Estefi huía de él.
—¿No vas a bañarte saltamontes?
—Es que debe estar fría —. Salté cuando una Estefi lanzaba agua por todos lados.
—¡Anda! Cambiante y vamos al agua. Mira como ellos se divierten.
—No entiendo en que afecta, que no me bañe a que tú — Coloque mi dedo en su pecho mientras nos mirábamos fijamente — No te bañes.
—Que quiero verte con este traje de baño.
—¿Quién dice que me lo pondré?
—¿No?
—No—. Entrecerró los ojos analizando lo que acaba de decir cómo buscando un rastro para delatar mi mentira.
—Estoy seguro de que te verás hermosa. — Su voz era un susurro pero logré escucharlo e inevitablemente sonrojarme.
—Esta bienn — Alargue la última frase mientras me levantaba con pereza y le estiraba la mano.
— Andando — La miró por unos segundos y yo alcé las cejas esperando. Luego de unos segundos, la tomo y quedamos de pie mirándonos fijamente. Su cuerpo estaba ligeramente pegado al mío. Instintivamente, me alejé y comencé a caminar para subir por la rampa de antes y cambiarme.
Cuando baje con un traje de baño puesto, la espalda de Nath me recibió. Estaba sentado con los pies en el pozo de agua y los meneaba salpicando gotas por todos lados. Me acerqué a paso lento en un intento de empujarlo y que cayera al agua. Mi plan se vio afectado en cuanto mi pie resbalo con una piedra húmeda y terminé cayendo en la espalda de Nath, mismo que perdió el equilibrio y cayó al agua arrastrándome con él.
Saque la cabeza del agua respirando pesadamente, me percate de la cercanía tan peligrosa en la que el cuerpo de Nath y el mío se encontraban. Intenté hundir la cabeza, pero Nath me tomó de los brazos y me acercó más a él. Su aliento hizo cosquillas en mi cuerpo cuando susurro en mi oído.
—Tengo buen gusto, ¿eh?
No conteste a eso. Estaba procesando la ola de corriente que viajaba por todo mi cuerpo y me hacía estremecer. Mis pies no tocaban fondo, pero los de Nath sí. Se sostenía con una risa victoriosa en su rostro.
Me separé y esta vez me lo permitió sin soltar mis brazos. Sus manos recorrieron mi piel en un roce íntimo y despacio hasta bajar a mis manos y entrelazar sus dedos con los míos. Nath se movía como si bailara una canción lenta, mientras yo me las apañaba para mantenerme a flote. Volvió a tirar
De mí y obligarme a pegarme a él mientras seguía moviéndose de un lado a otro de manera lenta, con los ojos cerrados y dejándome ver a un Nath tranquilo y no el típico Nath con cara intimidante y fría.Giramos y en mi pequeño subconsciente el sonido de un piano llenaba todo el lugar. Cerré los ojos disfrutando del placer adictivo que desprendía su toque y roce en mi piel.
—¡ALY! — Un fuerte grito me atrajo de vuelta a la realidad y me separé de Nath en busca de la proveedora de tal grito. Nath se giró también.
—¡Vengan ahora! ¡Ya comenzó la lluvia! — Estefi miraba el cielo con los ojitos iluminados. Como un gatito mirando fuegos artificiales. Mire arriba y muchas estrellas viajaban por el cielo dándole paso a miles más. Ahogue un gritico de felicidad.
—Salgamos saltamontes. Es hora de que acomodes a Susi. — Asentí y recibe la mano que ya estiraba desde afuera para ayudarme a salir.
Coloque la cámara en el soporte y la deje grabando. Quería capturar el rostro de felicidad de todos. Ese momento en el que Gae besaba a Estefi y la miraba como si fuera más bella que las estrellas.
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