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Los días pasaron volando, ya era miércoles, una nueva tarde en la que varios chicos se quedaban mas tiempo para sus talleres

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Los días pasaron volando, ya era miércoles, una nueva tarde en la que varios chicos se quedaban mas tiempo para sus talleres.

El grupo de baile y el equipo de hockey tenían que reunirse y practicar los mismos días, solo que en diferentes horarios.

Ricky siempre era el primero en llegar, acompañado de Gyuvin. El coreano esta vez no lo había acompañado y le había enviado un mensaje avisando que iba a ir más tarde, así que se encontraba solo esperando en la gran sala rodeada de espejos.

El silencio que había era abochornante, Ricky se asustó cuando la puerta fue abierta de golpe revelando a la persona con la que no sabía si estar a solas era bueno o malo.

— Lo siento — se disculpó el mayor —¿Aún es muy temprano?

Ricky sentía demasiado nerviosismo, incluso se le había olvidado como hablar. Era su oportunidad para hacerse cercano a Kim Jiwoong y no sabía que hacer más que respirar. Se sentía tonto.

— Y-yo... Matt... N-no tú...

— Hey, tranquilo — sonrió mostrando su eye smile no soy tan aterrador como me pinta mi reputación

— Llegarán... Dentro de poco — susurró mientras rascaba su brazo con ansiedad.

Jiwoong le sonrió, de aquella forma en la que Jaemin nunca pensó que lo haría. Le sonrió solo a él.

Si bien Ricky no era alguien introvertido, su personalidad podía cambiar drásticamente si se trataba de Jiwoong. Se volvía torpe, un manojo de nervios. La ultima vez que se sintió así fue a los 13 años cuando conoció a Gyuvin, y el chico ni siquiera le gustaba.

— Esta bien — Jiwoong dejó su bolso y su chaqueta en una de las esquinas — No sabía bien el horario, por eso quise llegar antes. Tampoco pude preguntarle bien a Matthew... ¿Estás bien?

Ricky estaba hiperventilando, estaba rojo — Sí... No es nada

Fue hasta su bolso y sacó su celular para poder hablar con Gyuvin y que llegara lo antes posible, no sentía poder aguantar más.

— Tu amigo... ¿Gyuvin? Me dijo que eras un fan mío — siguió hablando Jiwoong.

Ahora sí que Ricky iba a desmayarse, y cuando despertara iría a matar a Gyuvin.

¿Qué debía responder a eso?

— Sí... Solo... Juegas ¿Bien? — tonto, Jiwoong es uno de los mejores, juega más que bien.

— Gracias, y también te quería agradecer por tus palabras después del juego del jueves pasado

Ricky sonrió leve. No se arrepentía de haber ido y recibido un reto de su madre al llegar tarde ese día, había logrado que Jiwoong se sintiera mejor.

— No fue justo... — balbuceo con enfado — ustedes jugaron bien, y ellos debieron recibir alguna sanción luego de haber tirado a Hanbin al piso ¡Querían hacer lo mismo contigo...!

Jiwoong estaba sonriendo de nuevo — tienes razón, todos pensamos igual... Espero verte en el partido la otra semana

Ricky quiso chillar. ¡Jiwoong lo había invitado al partido!... ¿Si contaba cómo invitación, no?

— ¡Lamento la demora...! — la voz de Matthew interrumpió lo que fuera que estuviera pasando entre los dos contrarios.

Ricky corrió hasta Matthew para poder dejar de mirar a Jiwoong, mientras que este caminaba a pasos lentos hasta donde estaba el canadiense.

Las demás personas llegaron, Gyuvin también, quien estaba sonriendo muy animado, casi radiante.

— ¿Y esa sonrisa? — cuestionó Ricky.

— Yujin me invitó a salir — respondió emocionado.

— Felicidades, ¿qué día? — compartió la emoción del coreano.

— La otra semana

Ricky recordó la conversación con Jiwoong hace unos minutos ― Gyu... — susurró en el oído de este ― Jiwoong me invitó al partido de la otra semana.... Creo.

— ¿Cómo que "crees"? — dijo confundido.

— Solo dijo "espero verte en el partido la otra semana"... ¿Es una invitación?

— Depende el contexto...

— ¡Vamos a empezar! — gritó Matthew.

Gyuvin se fue. La tarde se pasó rápido, y Jiwoong corrió hasta el campo de hockey para no levantar sospechas.

— ¿Por qué estás sudado? — preguntó Zhang Hao con disgusto mientras se acomodaba el uniforme.

— Estaba... Calentando, oí que hace bien para no tener lesiones

— Eso es obvio — chasqueo su lengua el chino — ya vamos, el entrenador debe estar por llegar, los demás ya están en la pista, no demores

Comenzaron a entrenar minutos más tarde, solo que Jiwoong estaba muerto. Su cuerpo estaba por explotar, y se notaba en cualquier acción dentro de la pista.

— ¡Alto! — el silbato del entrenador sonó — ¡Kim Jiwoong!

El menor fue hasta el borde, la dura mirada que le daba el entrenador lo tenía algo asustado.

― Ve a descansar... No sé qué te ocurre hoy, pero espero que no te suceda el día del partido

Jiwoong asintió y salió hasta las gradas, justo en el momento que Matthew llegaba. A diferencia de Jiwoong, parecía tener más energía que horas atrás.

— Es más temprano que la ultima vez — se excusó el canadiense con el entrenador.

Este asintió algo desconforme, dejando que ingresara a la pista, mientras que Jiwoong batallaba por que sus pulmones tuvieran algo de aire.

Este asintió algo desconforme, dejando que ingresara a la pista, mientras que Jiwoong batallaba por que sus pulmones tuvieran algo de aire

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Hoy publicaré dos caps y pasado mañana igual. ♡

𝙋𝘓𝘼𝙔 𝘈𝙉𝘋 𝘓𝘖𝙑𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora