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La mañana del miércoles estaba llena de ansias, miedos, angustia, euforia y sobre todo: Nervios

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La mañana del miércoles estaba llena de ansias, miedos, angustia, euforia y sobre todo: Nervios. Y en esta historia, hay dos escenarios llenos de emociones intensas.

Al ser fin de año, desde ese día comenzaban las ultimas actividades desde temprano. Y lo primero en la lista de todos, y sobre todo algo que habían esperado desde hace mucho: El partido final del equipo de hockey sobre hielo, contra "Winter Wolves".

Jiwoong se había despertado de la misma manera que en todos los partidos anteriores, pero con un dolor en el pecho que oprimía y molestaba. Ignoró aquello todo el camino a la escuela, se dirigió derecho a la pista donde se iba a efectuar el ansiado partido unas horas mas tarde.

Como siempre, el entrenador, Hanbin y Zhanghao de los primeros.

— Esta es tu gran oportunidad muchacho, estarán aquí solo por ti, no debes desconcentrarte — escuchó decir al entrenador mientras Hanbin asentía con una sonrisa nerviosa.

— Pero... ¿Entonces ellos estarán todo el tiempo viéndome...?

— Eres el centro, nuestro mejor jugador, esto ya no es un juego de niños, Hanbin — retó el entrenador.

Jiwoong se acercó a Zhanghao, quien estaba de espectador a unos metros con un semblante gris.

— ¿Me perdí de algo? — preguntó, Zhanghao ni siquiera lo miró al responder.

— Un equipo entero vendrá al juego directo desde Nevada, sólo para ver a Hanbin.

— Wow...eso es estupendo, ¿por qué no estás feliz?

Zhanghao ahora miraba el piso, podía distinguir un pequeño temblor en su labio inferior.

— Lo quieren en su liga, y lo más probable es que acepte y se vaya... No es que esté enojado o apenado, estoy feliz...hace mucho que él quería esto, ser reconocido... Pero no sé si este preparado — dijo en voz baja para que nadie más que Jiwoong escuchara.

— ¿Quién no está preparado? ¿Él o tú? cuestionó mientras recibía una mirada asesina del chino.

— Cállate, ni siquiera sé por qué te cuento esto...

— Somos amigos — afirmó Jiwoong.

— ¿Lo somos? Pensé que ya no — rió sin gracia.

— Nunca he dejado de verte como mi amigo, sí estuvimos algo distanciados, pero no botare años de amistad en unas semanas — sonrió.

Zhanghao quedó pensativo — deberías tomar tus palabras y aplicarlas con alguien más.

Jiwoong lo miró desconcertado, mientras Zhanghao caminaba hasta Hanbin y lo tomaba de la mano.

Pasaron las horas más rápido de lo imaginado. Las gradas ya se estaban llenando de personas, el ambiente estaba tenso, pero con mucho ánimo por parte de aquellos que iban a apoyar a sus amigos o novios.

𝙋𝘓𝘼𝙔 𝘈𝙉𝘋 𝘓𝘖𝙑𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora