9

107 22 0
                                    

Dentro de la cancha, los ánimos eran muy distintos que en las gradas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dentro de la cancha, los ánimos eran muy distintos que en las gradas. Cuando un juego era la semi final, era casi vida o muerte para los equipos. Tenían que ganar si o si, era su ultima oportunidad para entrar al juego de la otra semana.

Todos estaban nerviosos. Matt y Taerae tenían expresiones serias, pero sus estómagos estaban revueltos y el estrés de ambos se hacia notar. Hanbin, Jiwoong y Zhanghao no podían dejar de mirarse entre si, mientras el menor de todos, Gunwook, no hacía más que rezar desde la portería para que ganaran.

Se alinearon y cuando el pitido se escuchó, todo pasó a ser un montón de golpes entre jugadores, carreras y tratar de anotar un mísero punto.

Taerae y Matthew estaban haciendo un buen trabajo, mientras que Jiwoong defendía la portería y Zhanghao defendía a Hanbin cuando lo necesitaba y que éste pudiera anotar. La pelea por el disco estaba reñida, pero antes de que el primer tiempo terminara, Hanbin anotó y pudieron conseguir aquel primer punto.

Hubo un descanso de 5 minutos antes de entrar de nuevo a la pista.

— ¿Estas bien?— preguntó Hanbin a Zhanghao.

Este asintió pero su rostro demostraba signos de dolor — solo fue un choque, algo brusco pero he tenido peores, deberías preocuparte por ti.

— Zhanghao tiene razón — afirmó el entrenador — ahora que tenemos un punto van a querer sacar a los mejores del juego, sobre todo a ti, Hanbin. Querrán botarte muchas veces, debes estar atento.

Hanbin asintió mientras tragaba algo de agua.

— Jiwoong — señaló el adulto — quiero que protejas a Hanbin, Zhanghao se encargará de la portería, Matthew y Taerae van bien, solo no pierdan la concentración.

El pitido nuevamente se escuchó y un nuevo tiempo comenzó.

Jiwoong fue directo con Hanbin, y tal como el entrenador predijo, dos de los del equipo contrario quisieron botarlos, pero pudieron reaccionar a tiempo.

Aunque no todo el tiempo podían tener esa suerte. Jiwoong fue empujado lejos y terminó chocando con la pared y casi cayendo, el tipo era fuerte. Tardó unos segundos en recomponerse, pero pudo seguir e ir hasta donde ahora Hanbin  estaba siendo acorralado.

Miró a Zhanghao, este también lo estaba viendo con temor, a su vez demandando que fuera a ayudar a Hanbin.

Jiwoong fue con el nº2 y lo ayudó a salir de entre esos tres gigantes.

Casi logran un nuevo punto, pero el portero logró parar el disco.

No tuvieron suerte el resto de los minutos, y así se fue el segundo tiempo.

— Solo quedan 20 minutos — señaló Taerae

— No debes dejar que vuelva a suceder aquello, Jiwoong — regañó el entrenador.

𝙋𝘓𝘼𝙔 𝘈𝙉𝘋 𝘓𝘖𝙑𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora