𝐥𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐥𝐨𝐯𝐞 ◌𝐤𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐦◌

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➬ G U K K I E _ M I N N I E

Maratón:3/4

Cerro los ojos, sintiéndome completamente y yo sonreí.
Sabía que nunca lo dejaría ir, y que siempre estaría a su lado, no importa lo que pasara. Él era mi omega, y yo era su alfa, y juntos, formaríamos el vínculo más fuerte y amoroso que pudiera existir, aunque no fuéramos destinados. 

Lo aferré a mí cuando sentí que volvió a dormir y me tumbe con cuidado en el sofá, aún no habíamos comido nada, pero luego pediré algo que le pueda gustar, mientras tanto cerré los ojos y aspire su olor, nuevamente me relaje en su aroma, sintiendo como se entrelazaba con el mío, dejando claro que éramos la pareja más perfecta.

Después de un rato, me despertó el sonido de mi celular. Era una llamada del padre de Jimin. Me sorprendí un poco a tan repentina llamada y con cuidado me levante vi como Jimin se aferró más a mi yo solo sonreí lo deje en el sofá y mientras lo acariciaba conteste a la llamada. 

-Hola, Sr. Park, ¿cómo está? - Pregunté con tono amable mientras me alejaba del sofá para hablar con más claridad.

-Estoy bien, Jungkook. ¿Y Jimin? ¿Por qué aún no ha llegado a casa?- La voz del padre sonó fuerte y yo abrí rápidamente los ojos, había olvidado avisar al director de que se quedaría a dormir. 

-Jimin está bien, está durmiendo de nuevo. Lo siento señor por no llamarte, es que su hijo entró en celo y yo no podía llevarlo a casa porque sabía que no estabas en casa - pregunté con cautela El tono del padre de Jimin era amenazante y me puse un poco nervioso. Sabía que no tenía nada que ver con el celo de Jimin, pero no quería hacerlo sentir mal.

-No, señor, no le he hecho nada malo a Jimin. Simplemente, el celo le ha llegado antes de lo previsto. No se preocupe, lo cuidaré bien y lo llevaré a casa lo antes posible- Respondí con tono respetuoso y tratando de tranquilizar al padre de Jimin.

-Bien cuida a mi hijo, vendré dentro de un rato a recogerlo- dijo cambiando un poco su tono. 

Después de una breve, pero intensa conversación, finalmente colgué el celular y me acerqué de nuevo a Jimin, quien aún estaba dormido y abrazado a un cojín.

Lo observé por un momento, admirando su belleza mientras suspiraba con suavidad al dormir. Sabía que debería despertarlo y prepararlo para volver a casa, pero no quería interrumpir su descanso.

Finalmente, decidí que lo mejor sería preparar cierta comida que él disfrutaría y esperar a que se despertara naturalmente. Fui a la cocina y empecé a cocinar con cuidado y paciencia, tratando de que cada sabor fuera perfecto para él.

Mientras cocinaba, no pude evitar perderme en mis propios pensamientos. Mi vida había cambiado tanto desde que conocí a Jimin. Era un omega tan dulce, sincero y amoroso que había cautivado mi corazón en el primer momento en que lo vi.