¿El destino nos separa o nos uné? | Tom Kaluitz

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By Tom

Después de que ___ saliera de la casa, me quedé pensando como haría para que yo pudiera hablar con ella. Las cosas ahora habían cambiado y quería explicarle las cosas.

En ese momento quería estar solo, no me hizo sentir bien saber que a la persona que más amaba en estos mismos momentos me está odiando.

Se que no está bien lo que le hice pasar, pero no actúe de la mejor manera, pude haberle contado y resolver eso juntos.

Tal vez si ubiera hecho eso las cosas serian diferentes.

(...)

Bill: ¡Tom! ¿Que piensas hacer? ¡¿A donde irás?!- Me tomo del brazo y jalo con fuerza.

Tom: ¿Para que quieres saber?

Georg: Vamos Tom, no conoces nada de aquí, te perderás.

Tom: No hables si no sabes Georg, ¿quien dijo que yo no conozco este lugar? conozco este lugar al derecho y al revés- Bufo.

Bill: El tiene razón, si lo conoce, ¡pero ese lo es el punto! Dime ¿a donde irás?

Tom: ¡Que te valga!- Me safe del agarre que bill tenía con mi brazo.

Gustav: Es mejor dejarlo solo ¿no creen? Cuando Tom se pone haci no hay nada ni nadie que lo pueda parar.

Tom: ¡Tu callate Gustav!- Grite.

Me aleje de todos, sabía que me seguirían, pero poco me importaba.

Camine unos minutos hasta llegar al primer bar que se me cruzó por el camino, quería ahogar mis penas, no era la mejor manera de hacerlo, pero ¿a quien diablos le importaría eso?

Para iniciar pedí whisky, no lo había notado, pero entre a un burdel.

Monton de mujeres restregando su trasero a un tubo de metal, otras bailaban al rededor de tipos morbosos tirándole algunos billetes.

Una chica semi desnuda se me acerco, me ofreció sus servicios, pero por primera vez me negué, esta vez no quería tener sexo con una aparecida.

Al negarme todas las personas me miraron raro, parecía que era algo nuevo que un tipo llegara a un burdel y se negara a tener sexo con una de sus prostitutas.

No tenía ni idea cuantos tragos me había tomado, solo empeze a decir estupideces.

Sentí llegar a los chicos, no eran nada discretos, me hablaban pero yo parecía no escucharlos.

Bill: ¡Apestas a alcohol! ¿Cuanto has tomado Tom?

Georg: Lo dejamos unas horas sola y miren ya como esta.

Gustav: Es mejor llevarlo a casa.

Tom: No, no y no, yo quiero seguir aquí- Tome un sorbo de mi bebida.

Georg: ¡No! Estas ebrio, si te dejamos aquí mas tiempo algo muy malo podría ocurrir.

Gustav y Georg se alejaron para pagar la cuenta de cada uno de los tragos que había consumido.

Tom: Bill, ¿por que fui capaz de hacerle esto a ella? Quiero volver a tenerla conmigo, quiero que vuelva a ser mi novia, ¡bill por favor ayúdame!- Lo tome por el cuello y lo abraze.

Bill: Tom... Claro yo te ayudo.

Tom: Me duele el corazón, ¡le hecho mucho daño!

Bill: Tanto daño que ha recurrido a cortarse...- Susurró.

Tom: ¡¿Que?! ¡¿Cortarse?!

Bill: Nada, me equivoqué no quise decir eso.

Tom: ¿Ella se corta?

Bill: Si... Desde que ustedes se separaron ella ha estado muy mal de autoestima, que para desahogarse ella se corta...

Tom: ¡Mierda Bill llévame con ella ahora mismo!

(...)

Al final terminé cooperando con el enemigo.

Me lavaron a casa por petición mía.

Apenas llegamos, corrí inmediatamente a la habitación de ella.

Quería comprobar si lo que Bill me había dicho era cierto.

Tom: ¡Tu! ¡Por que lo haces! ¡Bill me contó, dejame ver, dejame ver!- Me maree un poco.

Pareció sorprenderse por oír mi voz.

___: ¿De qué hablas?- Se acerco a mi.

Tom: Se que te cortas... ¡Quiero ver!- Me acerque a ella.

___: No... Estas equivocado.

Tom: No mientas- Tome su brazo y trate de mirar- ¡¿Donde lo haces?!

___: ¡Bien! ¡Te mostraré si me dejas en paz!

Me mostro sus muñecas y sus muslos.

Tom: ¿Por que? ¿Lo haces por lo que paso entre nosotros verdad?- Me sentí impotente, al saber que por mi hacía eso.

Tom: Entonces ¿por que?

No respondió.

Tom: Si es por eso...

___: Es mejor que salgas de aquí, estás ebrio, no sabes lo que dices.

Tom: No te cortes más, por favor...- mi voz se entre corto.

___: Dejemos esto así Tom...

Tom: Al principio si eras un juego para mi, por eso tuve sexo contigo a los dos días que te conocí, por que para mí eras una de la chicas del montón, pero eso cambió con el tiempo, esa fue la primera vez que sentí algo aqui- Señale mi corazón.

___: Sal de aquí... Ve a dormir.

Tom: Se que te preguntaras, por que me bese con Sabrina ese día en la discoteca, no fue por que no te quería, ese mismo día cuando tú no estabas en casa... Alguien toco la puerta, esa persona dijo ser tu padre, me amenazó con matarte como lo había hecho com tu hermana si no me alejaba de ti y para demostrarme que hablaba enserio me mostró las fotos que tenía, donde aparecía tu hermana muerta...

___: Tom.. No quiero seguir escuchando...

Tom: Tal vez por eso me encontraste llorando ese día, tenía rabia, no me quería separar de ti, pero no tenía más opcion, lo único que se me ocurrió fue besarme con Sabrina, sabía que si lo hacía con ella no me perdonarias nunca.

___: Parace que el alcohol te a afectado mucho.

Sabía que esas palabras la  romperian más de lo que ha estaba. Pero necesitaba sacarme esa espina que tenía dentro de mí corazón.

Tom: Sabía que no era suficiente con Sabrina, por eso lo hize con Keyla, tu padre consiguió mi número, cada hora me mandaba mensajes de que te iba a matar, también me mandaba fotos tuyas de cuando te seguía, yo no quería separarme de tu lado ___.

___: ¡¿Por qué no me dijiste nada?!

Tom: Tenía miedo de que te pasara algo, por eso te deje ir, por que sabía que estarias mejor si te alejaba de mí,
El día que te fuiste de la casa, yo... Yo quería ir detrás de ti, quería estas contigo, pero no pude hacerlo- Las lágrimas cayeron por mis mejillas.

___: Yo no sé qué decir...

Mire sus labios, los extrañaba tanto.

Me acerque a ella despacio, logre darle un beso. Y lo que más me ilusiono fue que ella me correspondio.

Tom: Espero puedas perdormarme ___, entendere si no lo logras hacer.

___: Hablamos de eso mañana ¿si? Estas muy ebrio, ve a dormir- se alejo de mí.

Salí de esa habitación, con el alma rota y a la vez feliz, quería que me perdonará, pero eso sería muy difícil de lograrlo.

Pero esta vez pude dormir en paz, sabiendo que ya no tenía esa carga entre mis hombros, sabiendo que ella ahora sabía toda la verdad.