𝚁𝚘𝚌𝚔𝚛𝚞𝚏𝚏

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[Desde que... nací... recuerdo que... al salir del huevo... mi... mi familia... creo que me esperaba con muchas ansias.

Dos Lycanroc nocturnos esperaban que saliera del huevo muy ansiosos, pero... por algún motivo, su emoción desapareció al escucharme hablar.

Decían algo sobre tener una cría macho... pero en su lugar... salí yo.

No sé muy bien que fue lo que les hizo no quererme tan rápido, pero de lo que estoy segura es que al menos yo no me encariñé mucho con ellos.

Siempre hablaban de una manada a la que tenían que volver y que traerían consigo un macho fuerte que sería un gran aporte para todos.

Supongo que eso no pasó...]

En medio del bosque, en una fresca y soleada mañana, Rockruff había sido encargada de ir en su primera expedición por comida. Sus padres le habían encargado adentrarse en el bosque para que buscara algún pokemon muerto o algún animal que pudiera suplirlos de alimento, poniéndole como mínimo requerimiento no volver con las patas vacías.

Y así fue, la pequeña Rockruff con apenas un mes de nacida estaba comenzando su aventura en medio de la densa vegetación del bosque que la rodeaba, sin ayuda de nadie y nada más que su propio ser como guardia.

A pesar de no ser una experta en lo absoluto o tener conocimiento alguno sobre discreción, Rockruff no dudaba en ninguno de sus pasitos firmes para buscar el encargo de sus padres y demostrarles que ella si tenía un valor para ofrecer con esa oportunidad de oro que le habían otorgado.

Las horas pasaron y pasaron, pero lo que parecía ser una linda expedición de aprendizaje para la canina se volvió una lucha por sobrevivir. Múltiples pokemones intentaron arremeter contra ella al entrar en territorios que desconocía, en zonas de alta hostilidad o simplemente encontrándose con pokemones problemáticos que se centraban en hacer regir la ley del más apto.

Una pobre tipo Roca, lesionada y muy adolorida logra volver cojeando hasta donde se asentaban ella y sus figuras paternales, implorando a la presencia más alta que la ramita de bayas que había logrado obtener fuese suficiente para no recibir el completo desprecio y decepción de los Lycanroc.

Tras llegar al lugar, Rockruff deja las bayas Aranaja y Meloc que había conseguido para seguidamente mover un poco su colita y tratar de mirar por los alrededores.

Rockruff: M-Mamá!! Papá!! L-Logré traer algo!!

La pequeña canina comienza a caminar aún cojeando por los alrededores mientras sacaba su lengua para jadear por la alegría de estar en la zona segura donde sus padres la protegerían de cualquier amenaza.

Rockruff: Traje bayas!! Mami!! Papi!!

La pokemon se queda quieta por algunos segundos para usar su audición con la esperanza de obtener una pista de dónde se encontraran sus padres, pero no había ruido alguno en los alrededores.

Bastante cansada, la tipo Roca vuelve a tomar la rama de bayas y se mueve hasta el tronco de un árbol, dónde se deja caer para poder descansar un poco a la sombra que el mismo brindaba.

Rockruff: Ellos también fueron por comida? Supongo que descansaré mientras vuelven.

El día continuó avanzando y el sol abrazador seguía brillando en lo más alto de cielo. La pokemon, con el tiempo se quedó dormida debido al dolor y cansancio generado por la encomienda que recién había tenido, sumiéndola en un profundo sueño.

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