『ρяσмєsα』┊ 𝑭𝒓𝒆𝒙𝒚

✨Capítulo 4✨

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Algo que también me hizo sentir bien y confiado fue su expresión de tranquilidad, algo causaba en mí cómo para seguir contemplando entretenidamente su semblante, ¿Ya mencioné que sus lindos ojos azules son como un mar de aventuras? Creo que sí, son hermosos.

— ¿Uh? ¿Tengo algo en la cara o qué sucede? — me preguntó desconcertado, dejando de comer para observarme

— ¡¿Qué?! No, no. — negué con una sonrisa nerviosa, sacudí mis manos en el aire de igual manera en señal de negación.

— Es que no dejabas de mirarme, supuse que viste algo, ¿No? Por eso te pregunté si tenía algo en la cara. — sostuvo

— No, solo ignorame. Yo como con mi vista al frente y tú estás enfrente mío.

— De acuerdo. — continúo degustando la pizza — Y... ¿Te puedo preguntar cómo conociste a tus amigos?

— ¿A mis amigos? — seguía nervioso, ¿La razón? No la conozco... ¡Oh, por cierto! Me llevé una rebanada de pizza a mi boca o mejor dicho bien dos; una en cada mano.

— Sí: a tu amiga la de la cafetería y al conejo de tono verdoso que se fue cuando te ayudé a levantarte

¿Él está interesado en conocerme más a fondo? Que lindo. ¿O...? ¡No, no!, ¡Fuera, fuera impulso de paranoia!

— ¡Ah, ellos! — respondí aliviado, mi boca estaba repleta de pizza; apenas y se me entendía al hablar — Desde que recuerdo ya han estado conmigo; ellos son amigos de mi hermana. — poco después me pasé la comida de a un bocado — De hecho, tú eres el primer amigo que hago por mi cuenta.

— ¿En serio? Eso me hace sentir muy orgulloso de verdad, foxy. — cálidamente me sonrió

No supe que má responderle y solo asentí con mi cabeza.

[...]

¡Ha caído el atardecer! Éramos muy pocos en aquella pizzería, el silencio gobernaba en la gran mayoría de las zonas de la misma. Me daban ganas de quedarme más tiempo pues me sentía a gusto; pero, debía regresar a casa antes de mi que hermana lo haga. Si no me ve ahí... se preocupará.

— ¿Te pasa algo, Foxy?

Y el oso pardo se percató de lo que anteriormente mencioné, muy seguro vio mi cara de preocupación o angustia, por eso la pregunta.

— Quiero irme a casa

— ¡Oh...!, ¿Gustas que te acompañe a pedir un taxi o algo?

¡Awww!~ Él es tan considerado, creo que se dió cuenta de que no me lo quería llevar a mi casa por inseguridad y la poca confianza que le deposité desde que le hablé allá en la cocina con Chica; por eso me preguntó mejor que si me acompañaba a pedir un taxi.

Si este oso tuviese una novia, la muchacha sería muy afortunada de tenerlo.

— No sé, no quiero estar solo en mi casa. Pero ya necesito irme