Era una mañana lluviosa, los rayos de sol salían perezosamente de entre las nubes en el cielo. El clima era frío, la lluvia había azotado con fuerza en las calles de la ciudad, y parecía que ese día seguiría igual, aunque poco a poco el panorama parecía despejarse
Sin embargo, el cielo aún estaba gris y el clima era algo relajante en las mejores condiciones
Ghost se despertó de un salto, como siempre solía hacer, solo le tomó unos segundos incorporarse completamente en la cama, sentándose mientras pasaba una mano por uno de sus ojos.
Miro hacia la habitación que le rodeaba; no, no estaba en la base militar. Estaba en un lugar más tranquilo, en vez de armas podía ver un par de posters de gatos o flores alrededor de aquella habitación con tonos cálidos
Suspiro, había recordado en donde estaba. Apenas lo hizo, se volteo para verte, estabas ahí, durmiendo tan plácidamente,parecías hasta ignorar que dormías con uno de los soldados más peligrosos que se pudieran encontrar
Sin embargo, ese hecho lo hacía relajarse, por alguna razón solía bajar la guardia cuando se trataba de ti y de lo bien que te tomabas su pasado y su presente, no lo habías juzgado nunca, más bien siempre lo apoyaste, incluso si Ghost no quisiera, ahí estabas
Y ahora, ya como pareja, podía disfrutar de ciertos lujos estando contigo, como dormir juntos en tu departamento, eran pocas ocasiones, pero todas las disfrutaba como jamás había hecho con nadie
Eras como su pequeña salida del mundo de muerte y destrucción al que siempre estaba acostumbrado
Y él quería eso, sin saberlo, siempre quiso eso
Una de sus manos viaja desde su costado hasta tu mejilla, sus dedos rozan con suavidad tu piel, y eso lo hace sonreír involuntariamente. Tu piel se sentía tan suave en comparación con la de él
Te moviste un poco, aun con los ojos cerrados. Ghost movió un poco su mano de tu rostro de igual manera, sin embargo,cambió de parecer y la puso en tu espalda, y lentamente se acercó a ti, acostándose a tu lado mientras lentamente colocaba su frente contra la tuya
Y por primera vez en muchos años, Simon Riley, uno de los soldados más peligrosos del mundo, sintió paz en una acción tan pequeña como simplemente abrazar a la persona que ama mientras duerme en una mañana fría de invierno
(...)
Mi libro va a ser como
En fin, un poco de Fluff porque el próximo one-shot es más angst (por fa no me pegen)