O 7

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—¿Té?

Se encogió de hombros, y batió de nuevo la pequeña cuchara contra la cerámica de la taza.

—Eres tan británico...

Te miro, y por la manera en la que la piel alrededor de sus ojos se alargo podías notar que había elevado una ceja.

No dijo nada, simplemente termino de preparar su tan amado té.

Lo habías probado antes, no te gustó. Pero probablemente no era el té en sí, si no la manera en la que él lo preparaba.

Encendiste la cafetera y sacaste una taza de la gaveta de arriba.

—Solía prepararlo así, antes de enlistarme.

Lo miraste.

Después de conocer a Ghost por tanto tiempo, sabias que cualquier pequeño dato que el soltara sobre su vida era demasiado valioso, incluso si se trataba de como se hacía el té.

Esperaste a que dijera algo más, pero se quedó en silencio, así que entendiste que eso era todo lo que te daría por hoy.

—No pondrías un gramo de azúcar ni aunque tu vida dependiera de ello.

—No es lo mismo.

—¿Prefieres sentir toda la amargura de las hojas?

—¿Tiene algo de malo?

El agua de la cafetera estaba lista, sacaste la jarra y vertiste con cuidado el agua caliente en la taza.

Luego tomaste el sobre de café, dejándolo caer en la taza, los gramos fueron manchando el agua que poco a poco fue tiñiendose de un color café oscuro.

—Es.. simple.

Te miro, y dejo la cuchara que estaba sosteniendo de lado.

—Perdón, pero prefiero no sufrir por azúcar en algunos años.

—Ey.. no hablo de algo exagerado..—Levantaste tus manos en señal de defensa —Solo.. no lo se.. ¿un par de cucharadas?

Ghost te miro de nuevo, y esta vez sostuvo la mirada más tiempo de lo que solía hacerlo, no cuando estaba intentando ser amenazante, solo estaba en silencio.

—Oh... bueno, si lo prefieres. Quédate con tu té amargo.

Decidiste dejarlo, ya que la conversación sobre el sabor se había extendido demasiado. Sacaste el pequeño jarro para azúcar que habías comprado para la cocina, sobretodo porque eras quien más usaba azúcar.

Tomaste tu cuchara y sacaste una porción considerable, luego te acercaste para depositar los gramos blancos en la taza, pero Ghost te detuvo.

Lo miraste, sostenía tu muñeca, no de una manera en la que te diera a entender por qué lo hacía.

—¿Qué...?

Pero después lentamente acercó tu muñeca a su taza.

—Creo que.. te he conocido lo suficiente para darme cuenta de algo.

Y lentamente dejo que el azúcar cayera en el té amargo.

—Talvez no sea algo que no doy a demostrar mucho pero...

Entonces, ya no era tan amargo.

Te miro, y por la manera en la que su mano fue bajando hasta rozar sus dedos con los tuyos, supiste que había algo más ahí..  algo más que simplemente té.

Talvez un poco más dulce de lo usual.

Sonreíste, lo entendías. Apretaste su mano contra la tuya, queriendo grabar su calidad en tu mente.

—No agradezcas.— Asentiste con tu cabeza

El te miro por un par de segundos, y luego lentamente soltó tu mano. Luego tomo la taza, subiendo lentamente su pasamontañas, bebiendo un pequeño trago.

Esta vez pudiste verlo sonreír, y apreciaste aquellos momentos de nuevo. Cosas que jamás saldrán de tu memoria.

—Sabe mejor de lo que pensé.— Confeso, y tú no podías sonreír más.

—¿No es lindo probar algo diferente?

Y lo supiste.

Cuando lentamente se acercó a ti, plantandote un beso, el cual simplemente no pudiste evitar corresponder.

Sabía a té, un muy té dulce.

(...)

Me impuse a mi mismo no hacer más de estos capítulos con sub textos pero no pude resistirme.

El hecho de ver a Ghost como un té que puede ser amargo a veces pero también muy dulce me pareció muy interesante.

Mis clases de pensamiento filosófico no ayudan a que cada vez divague más en los capítulos ☝️

》GHOST ; one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora