A BEAUTIFUL LIE, tom kaulitz.

08 | Reunion.

El viaje se sintió eterno... pero no quería que terminara porque sabía lo que sucedería cuando llegáramos allí. Sentí que el coche se detenía. Me sentí enferma. El guardaespaldas cerró la puerta y caminó alrededor del auto para abrirme la puerta. En este punto, ni siquiera intenté defenderme porque sabía que esto empeoraría las cosas. Me agarró del brazo y me arrastró fuera del coche.

Ahí estabamos, justo en frente de la oficina de Roman. El guardaespaldas todavía tenía mi brazo firmemente en su agarre. Mi corazón latía rápido y sentí que iba a vomitar. No quería volver a pasar por un viaje de heroína... No quería volver a verlo, porque esto solo me recuerda que nunca más lo volveré a sentir. El guardaespaldas llamó a la puerta y pude escuchar a Roman decir "¡Adelante!" Una sonrisa aparece en sus labios tan pronto como me ve.

"Crimson, Crimson, Crimson..." uf, cuánto odiaba ese estúpido nombre. Contengo la respiración y no lo miro a los ojos.

"¡Mírame!" Lentamente giré la cabeza para mirarlo. Levantó la mano y cerré los ojos con fuerza.

Afortunadamente para mí, su teléfono sonó justo en ese momento, exhaló molesto y se dirigió a su mesa.

"¿Qué está pasando? Estoy muy ocupado en este momento" Por un momento toda la habitación quedó en silencio. Pude sentir que algo andaba mal por la forma en que lentamente volvió la cabeza hacia mí. Me miró directamente a los ojos, su mirada era aterradora. Golpeó el teléfono sobre la mesa. Eso me hizo estremecer. Caminó rápido hacia mí y me desgarró
de las garras del guardaespaldas.

"¿Qué pasa jefe?" El guardaespaldas preguntó mientras nos seguía.

"Tienen a Kristina... ¡TIENEN A MI KRISTINA!" Me sorprendió el repentino estallido de sus emociones. 'Ellos'... Espero que esto sea parte del plan del que me habló Georg.

Roman me empujó en la parte trasera de su auto y cerró la puerta de golpe. El guardaespaldas ahora nos ha alcanzado. Él preguntó: "¿Debería ir contigo?"

"No, ellos quieren que vaya solo"

"¡Pero eso no es seguro!"

"¿No entendiste lo que acabo de decir? ¡Si ven que tengo compañía conmigo, matarán a Kristina de inmediato!"

Wow, no pensé que esa perra significara tanto para él. Pero no me importa mientras este vínculo con ella me saque de este agujero de mierda. Caminó rápido alrededor del auto y se subió. Corrimos por la calle... No tenía este sentimiento desde... de todos modos si esto es lo que creo que está pasando, pronto veré a Bill, Georg y Gustav de nuevo y eso es lo mejor que me ha pasado en meses.

Paramos frente a una especie de fábrica, el óxido y las ventanas rotas daban a entender que debía de estar abandonada. Frente a la entrada había dos luces pero solo una funcionaba. Roman salió del auto y me abrió la puerta, ya que yo no podía hacerlo por mi cuenta debido a los controles de los padres.

Me agarró del brazo y me sacó. De pie frente al auto, miré a mi alrededor con la esperanza de ver a uno de los chicos, pero no pude ver casi nada gracias a las luces rotas. Roman me arrastró hasta la entrada. Cuando estábamos a mitad de camino vi una figura oscura apoyada contra la pared al final de la fábrica. Una figura masculina familiar... su cabeza miró hacia arriba en nuestra dirección, no pude ver su rostro. Tan pronto como nos vio, desapareció detrás de la fábrica.

"Tom...?" susurré para mí mismo.

Roman parecía haberlo oído.

"Tu Tom Boy está muerto. Supéralo, no te va a rescatar" Tenía razón... después de que Georg no dijo nada sobre él era obvio.

Ahora estábamos en la fábrica. Estaba oscuro y olía a gasolina.

"¡Tengo lo que quieres!" Roman gritó cuando me tiró al suelo. Las luces se encendieron lentamente. En medio de la fábrica pude ver un cuerpo femenino tirado en el piso, era Kristina. Su maquillaje estaba por toda su cara, debe haber estado llorando. Roman corrió hacia ella y se arrodilló a su lado. Aproveché esta oportunidad para caminar desapercibida hasta el otro extremo de la fábrica. Entonces lo vi... Bill salió de una habitación oscura, Gustav y Georg detrás de él con pistolas que apuntaban a Roman.

"¡Bill!" grité.

Sus ojos marrones oscuros, que eran idénticos a los de Tom, ahora me miraban. Mi corazón dio un vuelco cuando vi su rostro. Se parecía a Tom. Me dolía el corazón por el hecho de que Tom no está aquí, pero al mismo tiempo estaba más feliz que nunca de estar finalmente con ellos otra vez.

"¡Taylor!" Bill corrió hacia mí y me abrazó muy fuerte.

"Oh, Dios mío, pensé que nunca te vería otra vez!" Hablé.

"¡Y pensamos que estabas muerta, solo descubrimos hace unos días que todavía estabas viva!"

Fuimos interrumpidos por Roman. "Ahora que todos tienen lo que quieren, hemos terminado el uno con el otro" Dijo mientras ponía el brazo de Kristina sobre sus hombros para sostenerla mientras caminaba. No me podían importar menos los dos, así que me giré hacia Bill de nuevo y enterré mi rostro en su pecho.

Entonces escuché un disparo.