CAPITULO 2-A

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  La campana acaba de sonar. Recojo mis libros y guardo mi varita en mi bolsillo. Por los pasillos se ve mucha gente que va a sus clases, algunos en grupo, otros solos. Voy a un paso algo acelerado, quiero coger un buen sitio en la última clase del día.

Llego a la clase y sólo hay un par de alumnos. Me siento en mi sitio favorito, uno al lado de una ventana cerca del fondo. Abro la ventana para que entre el suave viento que hay hoy y me refresque.

A medida que pasa el tiempo más alumnos entran a la clase hasta ocupar todos los sitios. El profesor sale de una puerta que hay en una esquina enfrente de los pupitres.

—Como estamos en los primeros días de este nuevo curso, haremos una breve ronda de repaso de la cosa más fundamental de nuestra existencia. Los seis elementos. Espero que los recordéis, esto se da en vuestro primer curso y se repasa todos los años. — Dibuja en la pizarra dos triángulos, uno encima del otro y en sentidos diferentes. En cada punta pone una palabra. Aire, agua, madera, tierra, metal y fuego. —Quién puede decirme qué representan cada uno de estos elementos.

Algunas manos se levantaron para decir la respuesta.

—Lorien, dime... el elemento de fuego.

Eru bajó la mano.

—Representa pasión, energía, fuerza,claridad, voluntad, iniciativa e impaciencia. Es el elemento que reacciona rápidamente, con entusiasmo, el que está siempre viendo posibilidades. Impetuoso e invade espacios.—

—Bien, y...— Mira por la clase —Kai, dime el elemento agua.

—Purificación, renovación, liberación, fertilidad y abundancia.

—Haru, la madera.

—Representa la primavera, el crecimiento. Su función es la de dotar de utilidad a las cosas. También representa el nacimiento, la creatividad y la longevidad.

—Idril, el metal.

—Representa la sedimentación de la energía, una energía activa pero enfocada hacia dentro, es una energía concentrada. Simboliza introspección.

—Indis, tierra.

—Se relaciona con aquello que es sólido, firme y que sostiene, como la tierra.

—Aria, aire.— Me pilló desprevenida, estaba mirando a la ventana, pero al menos me ha preguntado el elemento que controlo.

—Se asocia con la libertad y la inspiración. Representa la capacidad de pensar libremente, la espontaneidad y la posibilidad de ver desde una perspectiva diferente. Representa la curiosidad y la búsqueda de conocimiento. El aire es el elemento de la comunicación, el lenguaje y la comprensión.

El profesor asintió y volvió la vista al resto de la clase.

—Como todos sabréis, estos dones conectados con los elementos de la naturaleza son los pilares de nuestra civilización. Sin ellas, no podríamos hacer muchas cosas.— Mandó una corriente de aire para hacer levitar el borrador de la pizarra y borrar lo que había escrito antes con anterioridad. —Cada persona desarrolla inconscientemente en su infancia uno de estos seis elementos. Esto depende de cómo sea tu personalidad, llamado don base. Luego, puedes aprender a desarrollar los demás elementos. En mi caso, por ejemplo, mi don de base es el aire, pero aprendí a manejar el del agua luego de terminar la escuela.— Cogió un vaso y lo llenó de agua, lo apoya en el escritorio y él se pone detrás de este para que lo veamos. Extiende el brazo señalando el vaso y lo alza. El agua contenida en el cristal empieza a flotar en el aire en la forma de una espera. —Los que tengan el agua como don base esto no les sorprenderá mucho, esto es un pequeño truco de magia como demostración.— Acto seguido abre la mano rápidamente y la esfera de agua explota esparciéndose por toda la sala, pero antes de que caigan encima de los alumnos cierra el puño. Las gotas se detienen como si hubiesen parado el tiempo. Las caras de algunos alumnos son de admiración y asombro, a otros, como los que ya controlan el agua, tienen cara de hacer esto todo el día, todos los días. Vuelvo la atención hacia el profesor que con solo un leve giro de muñeca hace que las gotas de agua vuelvan al vaso. Aplaudimos como agradecimiento del pequeño espectáculo que nos acaba de ofrecer.

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